Martes, 24 Abril 2012 09:15

Nuestra madre Tierra, la inspiración detrás de Cinema Planeta

Reportera
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Escribí esta nota el pasado domingo 22 de abril. En la proclamación oficial de las Naciones Unidas, cuando se nombra esta fecha como el Día Internacional de la Madre Tierra, se reconoció que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestra existencia.

También reconoce la responsabilidad que nos corresponde de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra, a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.

Sin duda, Cinema Planeta ha tomado esta responsabilidad con mucha seriedad y durante la última semana en Cuernavaca, fue la orgullosa sede de un Festival de Cine y Medio Ambiente extraordinario. Las más de 40 películas, entre largometrajes y cortometrajes, han sido el medio por excelencia para aprender mucho sobre lo que está pasando en el mundo, empezando por México, cuyo talento cinematográfico es cada vez más importante e impactante en el tema del medio ambiente.

Destaca, entre las muchas películas mexicanas, la cinta “Cuates de Australia”, que trata el tema de la sequía severa en el estado de Coahuila. Los habitantes del ejido que tiene este extraño nombre -nadie sabe por qué se llama así- viven una vida humilde. Cada año realizan un éxodo en busca de agua durante la temporada de sequía. Es una vida nómada hoy en día, porque las lluvias ya no llegan como antes y los hombres, mujeres, ancianos y niños esperan la llegada de las primeras lluvias para regresar a su tierra. Cada año pierden animales que literalmente mueren por falta de agua; hay escenas tan impactantes en esta película, que no la voy a olvidar jamás. Dirigida con gran sensibilidad por Everardo González, la película muestra a personas que no se quejan, sino que se adaptan como les es posible a los cambios climáticos, porque saben que no tienen otra salida. Cuando por fin llega la lluvia, les toca una tormenta feroz que trae enormes cantidades de agua. Así llovía antes todos los días de la temporada, pero ahora sólo llueve muy de vez en cuando...

En otra película llamada “Africa Shafted: Under one roof” (Bajo un mismo techo), nos enteramos de la vida de la gente que viaja en los elevadores de un edificio muy alto en la ciudad de Johannesburgo. Filmada el 90 por ciento dentro del elevador, la directora Ingrid Martens logra la confianza de la gente, quienes ofrecen comentarios sobre diversos aspectos de sus vidas. Se trata de un retrato único de la Sudáfrica actual, filmado durante cuatro años en los elevadores del edificio Ponte en Johannesburgo. Este edificio construido en 1976 narra la historia de la ciudad, así como la de Sudáfrica, abordando los temas de género, apartheid, racismo, discriminación, religión, economía, niños, educación, pobreza, etcétera... El Ponte es el edificio más alto de Johannesburgo y ha sido el escenario de riqueza, pobreza, esperanza, violencia y abuso. La película es simplemente fascinante.

En la clausura del festival, el sábado pasado, proyectaron otra película interesante: “Chimpancés”. La producción es de Disney Nature y seguramente muy pronto la podrás ver, junto con tus hijos, en el cine. Es una producción comercial que nos permite un acercamiento a la vida de una banda de chimpancés y la historia particular de un bebé llamado Oscar, que pierde a su mamá. La cinematografía es extraordinaria y nos enseña mucho de cómo viven estos animales tan similares a nosotros.

Otra película, que ganó un premio, es “Nuclear Savage” que no sólo es notable por su contenido, sino también por lo que representa. Adam Horowitz filmó su primera película en las islas Marshall en 1986; en esta antigua colonia militar estadounidense encontró cocos radiactivos, fugas de depósitos de residuos nucleares y tugurios densamente poblados, que muestran el resultado de los ensayos de bombas nucleares que vaporizaron islas y devastaron poblaciones enteras. Veinte años después, Horowitz regresó a las islas para producir este impactante documental de denuncia política y cultural, y es precisamente por eso que no ha podido mostrar su película en Estados Unidos. Comentó en el acto de clausura, que está sumamente agradecido con Cinema Planeta por incluirla en la selección oficial de películas y ahora, como ganadora de un premio, será incluida en la versión de Cinema Planeta que llegará al Lincoln Center de la ciudad de Nueva York en junio. Así, gracias a este festival de cine, Adam Horowitz logrará que su película sea vista en su país natal, el mismo país que es responsable de tanta destrucción en las islas Marshall.

Cinema Planeta, un éxito rotundo una vez más y por ello felicitamos calurosamente a los inspirados directores del festival, Eleonora Isunza y Gustavo Martínez, además de las muchas otras personas que trabajaron juntos todo un año para lograr esta cuarta edición del festival. ¡Qué mejor manera de festejar a la madre Tierra, que con las muchas bondades de Cinema Planeta!

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