Martes, 16 Agosto 2011 08:05

Nuestra ciudad: sin protección

Reportera
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Érase una vez un grupo de personas comprometidas con el cuidado del medio ambiente que se unieron y trabajaron arduamente para lograr el Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial (conocido como POET) en Cuernavaca. El POET significaba un gran logro porque protegía los bosques, las barrancas y las áreas verdes del desarrollo y construcción de casas y más casas. “Protegía” es el uso del verbo proteger en tiempo pasado. La semana pasada el Comité de Ordenamiento Ecológico de Cuernavaca votó a favor de cambiar o modificar el POET que permitirá ahora “la expansión de la superficie agrícola a costa del aprovechamiento forestal; el desmonte de la vegetación; la afectación al paisaje, la quema, remoción y barbecho de los ecosistemas de pastizales naturales y matorrales, lo cual antes estaba prohibido” (Reforma, 10 de agosto, pág. 14).

He aquí más de lo reportado en Reforma: “También está permitido ahora el aprovechamiento de unidades aptas para protección que cumplan con estudios de factibilidad, cuando anteriormente en esas áreas sólo estaba permitido llevar a cabo actividades científicas o ecológicas. Ahora se puede llevar a cabo la disposición de aguas residuales no tratadas, residuos sólidos y de construcción en ríos, canales, barrancas o en cualquier tipo de cuerpo natural, lo cual antes no se permitía. En total el POET tuvo más de 30 modificaciones”.

Muchas personas en Cuernavaca están muy enojadas en este momento. Enojadas, tristes, frustradas, preocupadas, angustiadas e indignadas. El POET daba una oportunidad a los árboles de vivir, de llenar el aire con oxígeno, de absorber las odiadas emisiones de carbono. El POET protegía las barrancas, los ríos que corren por ellas, los mantos freáticos, y exigía el tratamiento de aguas negras. El POET significaba (nótese el tiempo del verbo) sentido común, respeto para el medio ambiente y un estilo de vida más saludable para los ciudadanos y sus familias. El POET aportaba una esperanza a la idea de que la ciudad de Cuernavaca podría volver a ser bella y verde…

La falta de respeto hacia el medio ambiente es el mayor problema para quienes tratamos de desarrollar una conciencia ecológica entre la población. Somos muchos los que trabajamos para hacer una diferencia, todos motivados por salvar a nuestro planeta Tierra y dejarlo en un estado decente para las futuras generaciones. Las personas que no entienden al ser ecológico son las que viven en una burbuja de ignorancia, son las que no creen en el calentamiento global y mucho menos en el cambio climático, son las que sólo piensan en su momento en la Tierra sin pensar en los demás.

Permitir la construcción de casas sin importar la existencia de una fuente sustentable de agua potable, o de un sistema adecuado de drenaje que realmente funcione, tristemente implica la destrucción de importantes áreas verdes o boscosas, la proliferación de automóviles y contaminaciones de todo tipo. Ésta parece ser la prioridad para las personas responsables de la modificación del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial.

Sin medidas de protección, el medio ambiente se destruye, se deshace, se contamina, se pierde. Nosotros tenemos la culpa, algunos más que otros. Ellos saben quiénes son.

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