GASOLINA:
Utilizar menos nuestros autos para ahorrar gasolina. Planear cada salida y aprovecharla para hacer múltiples cosas y no sólo una.
Buscar cómo compartir cada salida en auto. Ofrecer espacio en tu auto para llevar a los niños a la misma escuela o para ir al supermercado con tus vecinos, etcétera.
Tomar la decisión de no andar en auto un día a la semana. Será aún mejor no utilizarlo dos días a la semana; ahorrarás muchísima gasolina.
Buscar transporte alternativo. Las motos son hoy en día muy populares; las bicicletas no tanto pero son una alternativa muy viable que, además, ofrece la oportunidad de hacer ejercicio y mantenernos en forma.
Manejar a una velocidad constante. Al acelerar y frenar constantemente utilizas más gasolina que si manejaras de manera constante y moderada.
GAS:
Bajar la temperatura de tu calentador de agua. Así, consumirá menos gas al calentar el agua cada vez que abras la llave.
Tardar menos de cinco minutos en la regadera. Es muy importante enseñar a toda la familia a bañarse rápidamente para no utilizar tanta agua y mucho menos agua caliente.
¿Tu calentador de agua es instantáneo o de paso? Si no, deberías pensar en cambiarlo, ya que los de paso sólo se calientan al abrir la llave y consumen menos gas.
En tiempo de calor apagar el calentador por completo. Aprender a bañarte en agua fría, lo cual es bueno para la salud y te ayudará a bañarte en tiempo récord.
Lavar los trastes con agua fría. Evitar abrir la llave del agua caliente y lavar los trastes fácilmente con agua al tiempo.
Al cocinar tapar las cacerolas. Al taparlas cocinarás mucho más rápido, utilizando así menos gas.
Tender la ropa afuera al sol. Si tienes una secadora de gas, de plano deja de utilizarla. Somos benditos con un clima caluroso y la ropa se seca rápidamente al tenderla afuera.
ELECTRICIDAD:
Desconectar todos los dispositivos eléctricos. Al irte a dormir es importante revisar que todos tus aparatos que estén enchufados queden desconectados. Sólo es necesario mantener el refrigerador conectado a la corriente de manera permanente. ¡Ah! y, por supuesto, hay que apagar todas las luces.
Remplazar tus focos. Casi todos tenemos focos ahorradores en nuestras casas, pero seguramente no en todas las lámparas. Revisar todos los focos y remplazarlos con focos LED que son los que consumen verdaderamente muy poquita luz. Si tienes una luz que te gusta dejar encendida toda la noche por cuestiones de seguridad, un foco LED es por lo tanto lo mejor.
Cargar tu teléfono celular en tu auto. Aunque es poca la energía necesaria para cargar tu teléfono, valdrá la pena cargarlo en tu auto cada vez que salgas. Claro, los días que no utilices tu coche tendrás que cargarlo en casa, pero nunca lo dejes cargando toda la noche.
Paneles solares. Si ya tienes esta opción para la generación de energía eléctrica gracias al sol, ¡felicidades!
Al bajar nuestro consumo de gasolina estaremos generando muchas menos emisiones de carbono al ambiente. Será el caso también al quemar menos gas y utilizar menos energía eléctrica. Se trata de prácticas ecológicas, sí, pero lo más interesante es que reducirán de manera importante nuestro uso de esos consumibles y, sobre todo, nuestro gasto mensual. ¡Verás que sí!