Esta columna cumple siete años. Me auto-felicito porque yo soy la más sorprendida de todos. Cuando empecé a escribir estos artículos, dudaba encontrar suficiente material para compartir cada semana pero no ha sido así; por el contrario, hay demasiado qué decir todavía sobre el tema de la ecología.

He escrito sobre el derretimiento del Ártico en varias ocasiones en esta columna. Esta semana quiero contarles qué está pasando en la Antártida, al otro extremo de nuestro planeta, que normalmente no está en el ojo de los noticieros. Ahora sí, ya que el hielo en este polo sureño se está derritiendo de manera rápida y alarmante.

Las personas que aún no creen en el cambio climático, son egoístas. La gente que no considera importantes las prácticas básicas de reciclaje y separación de residuos, es egoísta. Los individuos que tiran su basura por las ventanas de sus coches, son egoístas como lo son otras personas que habitualmente dejan su basura convenientemente embolsada en las banquetas o en las calles, o peor, que la avientan a las barrancas y los ríos.

Poseemos una joya en el centro de la ciudad de Cuernavaca: la Catedral. Cabe destacar que es una de las catedrales más antiguas del continente americano y deberíamos sentirnos muy orgullosos de ella.