“Puede que digas que soy un soñador.
Pero no soy el único. Espero que
un día te unas a nosotros.
Y el mundo vivirá como uno solo.”
John Lennon
Muchísimas experiencias he vivido en esta semana. Entre el 1er Congreso en Resiliencia on line de la Asociación Nacional de Profesionales en Resiliencia, el trabajo que estamos realizando con organizaciones como los Rotarios y la Asociación Prem Rawat, y tres películas que vi esta semana, que les recomiendo mucho. Una de ellas es inglesa, “Yo, Daniel Blake”; la segunda es un documental llamado, “las tres muertes de Marisela Escobedo”; y la tercera es “el baile de los 41”.
Todos estos escenarios, tratan temas muy comunes, no solamente del pasado, sino también siguen siendo temas actuales que me hacen preguntarme, cuestionarme, convulsionarme, sobre el tema de la paz. ¿Qué es la paz?
Está clarísimo que la paz no es ausencia de la guerra. Decir “vivimos en paz” siempre tiene este sesgo de hablar sobre la no guerra entre países, sobre todo.
La paz no es un medio para llegar a la felicidad. La paz es un fin en sí misma. Tenemos que trabajar para que la paz sea un derecho humano en realidad.
Muchos premios Nobel coinciden en que para que haya paz se tienen que respetar los derechos sociales, culturales y económicos. Tenemos que trabajar para lograr que la sociedad se convierta en un lugar seguro, pacífico y armónico en el que se pueda vivir. Y para lograrlo, para que una sociedad pueda vivir en paz, existen diecisiete objetivos de desarrollo sostenible. Eso, para quienes estén interesados, los pueden consultar en el siguiente vínculo: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2018/08/sabes-cuales-son-los-17-objetivos-de-desarrollo-sostenible/
Existen organismos que buscan la paz, pero mientras los gobiernos no apliquen las medidas necesarias para lograrlo, seguiremos viviendo mal.
La paz no es sólo un valor por el que nos debemos regir. Está claro que la paz empieza por uno mismo. Debo tratar a mi prójimo como quiero que me traten a mí. Eso es filosofía, y está bien.
La paz como un valor que debo desarrollar para vivir en armonía con los demás. Sin embargo, la paz no se puede lograr cuando hay violencia, cuando hay desempleo, cuando no se puede vivir de una manera digna.
La UNESCO establece que la paz es un derecho humano del que todas y todos somos titulares. Tenemos derecho a vivir en paz. Tenemos derecho a una paz justa y duradera. Nos dice que la paz es un concepto mucho más amplio y positivo que engloba el derecho a ser educado en y para la paz; el derecho a la seguridad humana y a vivir en un entorno seguro y sano; el derecho al desarrollo y a un medio ambiente sostenible; el derecho a la desobediencia civil y a la objeción de conciencia frente a actividades que supongan amenazas contra la paz; el derecho a la resistencia contra la opresión de los regímenes que violan los derechos humanos; el derecho a exigir a todos los Estados un desarme general y completo; las libertades de pensamiento, opinión, expresión, conciencia y religión; el derecho al refugio; el derecho a emigrar y participar en los asuntos públicos del Estado en el que se resida; y el derecho a la justicia, a la verdad y a la reparación efectiva que asiste a las víctimas de violaciones de los derechos humanos. Y si quieres más información sobre este tema visita: http://www.unesco.org/archives/multimedia/document-2800
En una de mis intervenciones en estos eventos en los que estuve presente virtualmente, mencioné un caso que me tocó vivir, hace algunos años, en mis trabajos comunitarios. Me presenté para hablar sobre lo importante que era trabajar en medidas de prevención del delito en las comunidades, y una joven me interpeló argumentando que, si había robos y violencia en su comunidad, era porque no tenían trabajo, se sentían solos. Abandonados. Sin esperanzas. Vivían sin agua, sin luz, de manera muy precaria. Esta joven se sentía violentada por toda la sociedad. Me comentó que había ido a buscar trabajo en una empresa. Y sabía que no podía pedir gran cosa, así que solicitó trabajo para hacer las labores de limpieza de los baños.
Mientras hacía la entrevista, le pidieron su certificado de preparatoria, a lo que ella contestó que sólo había terminado la primaria. El entrevistador le dijo que entonces no podía tener el empleo porque el certificado era un requisito. Esta joven replicó que necesitaba el trabajo, que por favor le ayudara. Cuestionó al joven aquel preguntándole por qué era necesario tener dicho certificado si sólo iba a limpiar los baños. Es un requisito contestó aquel, alejándose de ella y pidiéndole que se retirara del lugar o llamaría a seguridad.
No puede haber paz si no logramos tener una manera digna de vivir. Piénsalo. Trabajemos juntos para vivir con paz y en paz. Aprendamos a vivir en armonía. Hay que recordar que, como decía Pau Casals, que somos como la hoja de un árbol, y el árbol es toda la humanidad. No podemos vivir los unos sin los otros, sin el árbol.