“Todo hombre herido
se ve forzado a la metamorfosis.”
-Boris Cyrulnik-
Son muchos temas los que convergen en mis reflexiones de hoy, y también muchas dudas. Por ejemplo, las narrativas que traemos como seres individuales, la disonancia cognitiva o cognoscitiva, la cultura de la violencia en que vivimos, la resiliencia como cualidad innata, la armonía social que no hemos logrado, y, en fin, estoy en un maremágnum tremendo.
¿Cómo podemos comenzar? Mi respuesta definitiva es: implementando las herramientas necesarias para desarrollar una cultura de paz desde las políticas públicas y de ahí a la familia, las escuelas, a las fábricas, a la comunidad en general. Las organizaciones que se dedican a la salud mental, hacen maravillas, pero esa información y trabajo no permea a la sociedad en general. Considero, que la manera más global, sería a través de esa implementación de políticas públicas con ayuda de todos los medios de comunicación para crear una nueva forma de desarrollar valores y formas de comportamiento adecuadas para vivir en armonía.
¿Y si no es así no podremos llegar a la cultura de paz? Seguramente sí. Pero nos llevará más tiempo. Y entonces, ¿qué hacemos? Pues habrá que seguir cada uno de nosotros aportando y luchando desde nuestras trincheras. No podemos quedarnos con los brazos cruzados viendo cómo se nos cae a pedazos nuestra sociedad en general, y nuestras familias en particular.
Vayamos construyendo nuestras propias herramientas y deconstruyendo con ellas a nuestras familias y a nuestro entorno de convivencia. Si vivimos en la cultura de la bronca y la violencia, comencemos por erradicarla de nuestro entorno familiar y social. Aprendamos nuevas formas de comunicarnos y de solucionar nuestros conflictos.
Los conflictos siempre van a existir porque cada uno de nosotros tiene su propia manera de ver el mundo y de interpretarlo, y obviamente, esto puede ocasionar diferencias entre nosotros y ellos, los que piensan diferente. El conflicto no debe ser sinónimo de pelea o batalla, debemos verlo como una oportunidad para mejorar lo que nos sucede o lo que no nos está funcionando, o con lo que no estamos de acuerdo. Pero siempre para mejorar.
Por esa razón, los nuevos paradigmas de convivencia nos ayudarán a mejorar nuestra sociedad. Y es, en este sentido que la mediación se ha implementado en nuestro estado de Morelos para resolver nuestros conflictos de una manera más civilizada y coherente dejando atrás la cultura de la violencia.
Tenemos que considerar que cuando surge un conflicto interpersonal, generalmente se aborda con una gran carga emocional, y, por tanto, además de no querer perder esa disputa, la queremos solucionar a nuestro modo. La abordamos convencidos de que solamente “ganando” nos llegará la paz. Pero no siempre es así. En muchas ocasiones, el deseo o la búsqueda de la supuesta victoria afecta terriblemente y le da una carga negativa a la solución. No se debe buscar sólo el bien personal, sino el bien común, y por eso es importante pensar y repensar las actitudes y emociones con que abordamos un conflicto para encontrar la solución (o soluciones, a veces hay más de una) más adecuada.
Si hay personas que quieran seguir en la cultura de la violencia, y tengan una desavenencia difícil con alguien, seguirán enfrascados en “solucionarla” a través de más violencia o en hacer demandas ante un juez para “ganar” en una controversia que, muy probablemente, si se ve desde un ángulo diferente, podría ser solucionada de manera pacífica, empática, amigable y civilizada, con un esquema ganar-ganar, entre otras cosas. Y estoy seguro que esa forma de solucionar reintegraría los lazos de amistad o familiares lastimados, o por lo menos los podría regenerar para seguir conservándolos.
Con esto, nos damos cuenta que la gestión de un conflicto no necesariamente se tiene que hacer ante una instancia judicial. La mediación nos ofrece esta alternativa. Y puede ser extrajudicial, es decir, antes de que exista una demanda, o intrajudicial, es decir, cuando ya hay una demanda de por medio, pero se elige darle solución a la controversia por medio de la mediación.
Nuestra sociedad está herida. Muy lastimada. Urge una metamorfosis. O como dijera Bob Marley: “No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que te queda”.
El desarrollo de la resiliencia y la implementación de la mediación, son parte de las herramientas necesarias para construir una cultura de paz para el buen vivir.