“El principio más importante para desarrollar
e-learning vivaz es no ver el diseño de
eLearning como diseño de información,
sino como diseño de una experiencia.”
-Cathy Moore-
Durante la semana recibí mensajes y llamadas telefónicas de amigas y amigos que se dedican a la docencia. Me comentaron que efectivamente les cayó de sorpresa esto de tener que hacer su labor a distancia aplicando el “e-learning” o aprendizaje en línea. Me mencionaron que les ha costado mucha dificultad implementar este tipo de enseñanza a través de las redes. Muchos no saben cómo. Ha habido mucho desgaste emocional e intelectual, problemas con los estudiantes y, sobre todo, en el caso de la educación inicial, discusiones y peleas con los papás. Afortunadamente este ciclo prácticamente ha concluido, pero se tiene que tomar en cuenta que enseñar en la era de internet significa que debemos enseñar las habilidades de mañana desde hoy.
Todos los que nos dedicamos a la docencia hemos tenido errores en el “cómo”. La verdad es que estamos repitiendo, en la mayoría de los casos, un error típico, llamémosle así. Los maestros creemos que debemos llevar el aula a internet y desde ahí, enseñar. Sin embargo, debemos pensar que la enseñanza en línea tiene otra metodología, otras herramientas para el proceso enseñanza-aprendizaje y, que, por tanto, no debemos repetir el modelo de la enseñanza en el aula.
Y en el caso de los catedráticos universitarios, la gran mayoría se atiene a su experiencia para enseñar. Muy raramente encontramos en ellos conocimientos pedagógicos. Ante todo, tenemos que reconocer que, hasta ahora, la enseñanza en las aulas se basa en la presencia y la oralidad. Sin embargo, debemos hacer notar que la enseñanza en línea no puede ser igual.
En el Congreso Universidad 2006 celebrado en la Habana, el rector del Sistema Virtual de la Universidad de Guadalajara (UDG), Manuel Moreno, señaló que “alguien nos tendrá que perdonar en el futuro por haber encerrado a nuestros jóvenes entre cuatro paredes durante muchos años, para hacerles repetir mecánicamente teoremas genéricos”. Se decía -en realidad, todavía se dice- que la función de la escuela es la de transmitir conocimiento. Sin embargo, ahora, y con la nueva realidad que estamos enfrentando, la función de la escuela tiene que ver con la idea de explorar para llegar al conocimiento.
Iremos, es necesario, haciendo la transición del pizarrón a la pantalla de la computadora. Ese ambiente que todos todavía vivimos en el que el profesor o la profesora llega al salón, acomoda sus libros sobre el escritorio, carraspea un poco esperando el silencio de los alumnos para comenzar la clase, comienza a hablar del tema, escribe algo en el pizarrón o pintarrón, o tal vez cuenta un chiste para hacer más interesante su clase, se esfuerza por lograr la comprensión del tema por sus alumnos, casos excepcionales, por supuesto, pero seguramente los hay, tendrá que ir modificándose poco a poco. Aunque mi sentir es que toda esa nueva tecnología del e-learning o aprendizaje en línea ya debería haber despegado desde hace mucho tiempo, y fue la pandemia lo que lo adelantó.
Ahora, debido a la necesidad de ser parte de estas nuevas tecnologías de la información y comunicación, se han dividido en dos los modelos de enseñanza. El que tenemos actualmente, denominado: Modelo transmisivo-memorístico (siempre fue mi queja desde niño) y el nuevo modelo orientado al aprendizaje.
Veamos las características del primero: el profesor es instructor, pone énfasis en la enseñanza, juega un papel aislado, suele aplicar los recursos sin diseñarlos, su didáctica está basada en la exposición y con carácter unidireccional, sólo la verdad y el acierto proporcionan un aprendizaje, restringe la autonomía del alumno, puede utilizar o no las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación)
El modelo que debemos seguir a la brevedad, que es el orientado al aprendizaje, tiene como características las siguientes: el profesor es un mediador, se pone énfasis en el aprendizaje, el profesor se integra al equipo docente, diseña y gestiona sus propios recursos, la didáctica está basada en la actividad, la investigación y con carácter bidireccional, utiliza el error como fuente de aprendizaje, fomenta la autonomía del alumno y el uso de nuevas tecnologías está integrado en el currículum. El profesor tiene competencias básicas en las TIC.
Como vemos, la educación tiene todo un reto por delante en el que toda la sociedad debe incorporarse porque, como decía Bel Kaufman: La educación no es un producto: puntuación, diploma, trabajo, dinero, en ese orden; es un proceso, uno que nunca termina.