“La percepción del cliente es tu realidad.”
-Kate Zabriskie-
Estamos llenos de sofismas y eufemismos en la vida. Y nosotros, la sociedad en general, caminamos por caminos de contento y/o confusión depende de cómo nos vaya. Cuando era pequeño y me quejaba de algo, mi madre me decía que todo el mundo hablaba de la feria depende de cómo se divertía en ella.
Hay quienes dicen que lo que vivimos actualmente nunca había sucedido. Escucho comentarios de mis amigos y conocidos. Algunos viven desesperanzados, otros ya emigraron a otros estados u otro país, otros lo están pensando y algunos más hemos decidido seguir aquí en nuestra tierra, esta tierra que nos vio nacer y en la que tenemos nuestras raíces.
Algo tenemos que hacer para lograr la paz y la concordia. Esperamos volver a los tiempos en que podíamos caminar por nuestras calles tranquilamente y saludar a nuestros vecinos y vecinas como lo hacíamos antes. Cuando todos nos conocíamos. Cuando todos nos saludábamos…
Los hechos que se suceden a diario nos desalientan, nos dan temor. Los y las que tenemos hijos estamos preocupados todo el día. Y a nuestro corazón regresa la calma y el sosiego cuando nos avisan que ya están en casa. La violencia en las calles no nos deja vivir. Y mucho menos las malas noticias tanto en los medios de comunicación como lo que se publica en las redes sociales. Estamos inundados de malas noticias.
El jefe de la Oficina de la Gubernatura, José Manuel Sanz Rivera, dijo hace algunos días que han sucedido eventos mediáticos que hacen aparecer a Morelos como un estado en crisis de inseguridad, al tiempo de aseverar que ésta "ha ido a niveles más bajos con referencia a otros estados".
Cuando se habla de eventos mediáticos, obvio es que se refiere, de manera principal, a las redes sociales, que son las que se enteran y difunden más rápido que los medios tradicionales. Pero ya no podemos dar un paso atrás. Este es el mundo que nos ha tocado vivir. Todo es tan rápido que no nos damos el tiempo de reflexionar. Nos vamos llenando de miedo ante lo que sucede y nos llenamos de paranoia. La percepción de lo que sucede puede ser más elevado de lo que es la realidad. Y ante la percepción, la gente puede tomar decisiones sin sustento. Sin embargo, la percepción también es importante porque es la que nos da la sensación de bienestar o malestar.
Y es justo por estas razones que el estado debe de ir un paso adelante. Es como lo que menciono en el epígrafe que encabeza esta columna. La percepción del cliente es tu realidad. Si yo vendo un producto que es increíblemente bueno, pero mi cliente tiene dudas o no lo convence, entonces tengo que convencerlo de que lo que está comprando es lo mejor que ha hecho y que tendrá una satisfacción del 100%.
Y esto es exactamente lo que tiene que hacer el estado. Que se hable bien de él. Que la población sienta que se entrega completamente a su trabajo en beneficio de ella. Que la gente sienta que todos los integrantes de la clase política están ahí para llevarlos por buen camino. No permitamos que el miedo llene el alma de la gente. El miedo es lo peor que puede tener una persona. En algún lugar escuché que la persona más peligrosa es la que está llena de miedo; esa es a la que hay que temerle mucho más. Es mi opinión muy personalísima, por supuesto.
Vivimos en un mundo muy complejo en el que hay que adaptarse a las nuevas reglas del juego. Nunca vamos a satisfacer a todos. Con alguien vamos a quedar mal. Pero en el caso del juego social. Hay que trabajar al cien y darlo a conocer.
Estoy seguro que nadie quiere el mal para el vecino. Pero no es lo que sentimos los miembros de la sociedad al escuchar, ver y sentir lo que sucede en las calles. Sentimos que la inseguridad y la violencia es la que reina. Señores del gobierno, hagan que mi percepción de lo que sucede en mi entorno cambie para que me sienta mejor. Hay quien defiende tanto a la realidad y menosprecia a la percepción… y hay quien dice que el mundo no existe. Existe lo que los sentidos nos dicen sobre el mundo. Estudiemos la realidad, comprendamos la percepción porque los dos conceptos nos permiten un buen vivir.