“No podemos resolver problemas
usando el mismo tipo de pensamiento
que usamos cuando los creamos”
Albert Einstein
Hemos hablado en este espacio de la importancia que tiene la nueva ley de justicia alternativa en nuestro estado de Morelos. Vivimos una etapa de la vida del ciudadano en la que los conflictos legales ya no pueden dejarse al arbitrio de un juez. Ya no debemos vivir esa paradoja legal en la que hay un vencedor y un perdedor en el juicio. La “verdad legal” ya no es suficiente. Requerimos de una nueva forma de resolver los conflictos humanos. Una forma en la que sean las mismas partes en conflicto, y a pesar del mismo, las que encuentren una solución amigable, en lo que se pueda; que sea voluntaria, colaborativa, controlada, confidencial, imparcial, neutral, equilibrada y segura. Esta forma como se aprecia en lo anterior, ya existe y se llama mediación. Hace un año se dieron los primeros pasos para la creación de esta nueva ley. Ya hay dos generaciones de mediadores egresados del diplomado impartido por la Escuela Judicial del Poder Judicial del estado de Morelos. De hecho, después del primer diplomado se creó la Asociación de Mediadores Públicos y Privados del Estado de Morelos con la finalidad de organizar actividades tendientes a dar a conocer los beneficios de la mediación y promover la nueva Ley de Justicia Alternativa, que hasta ahora, después de un año de iniciado el diplomado y la propuesta de ley, sigue siendo pospuesta en detrimento de la ciudadanía.
La mediación es un medio que nació en Estados Unidos después de la segunda guerra mundial y se empezó a formalizar en los años setenta promovido por lo que se llamó “Movimiento ADR” (Resolución Alternativa de Conflictos por sus siglas en inglés) y que culminó en la Ley de Mediación Uniforme de 2001.
Como se puede apreciar, estamos a años luz de esta “nueva” forma de resolución de conflictos que existe desde hace tiempo en otros países. Ya mencionamos también que los últimos estados de nuestro país en los que hace falta su implementación son Morelos y Guerrero.
Siempre ha existido el argumento, aunque no siempre es así, de que los jueces no siempre actúan con justicia, se menciona que hay intereses que mueven la balanza de la justicia al que tiene más, al que tiene privilegios. Sin embargo, es a través de la mediación que las partes en conflicto pueden encontrar una mejor solución con la ayuda de un(a) mediador(a) que los guíe para encontrar una solución adecuada para ambas partes.
Por otra parte, la mediación ayuda a hacer más ágiles las acciones de la ley, debido a que al existir otra alternativa para la solución de conflictos, los juzgados tendrán una carga más ligera en los casos y todo podrá ser más fluido. Con la implementación de la Ley de Justicia Alternativa tendremos una justicia realmente expedita. Todos los conflictos podrán resolverse en el menor tiempo posible sin atravesar el suplicio que conlleva llevar todas las etapas de un juicio.
La nueva ley que viene urge para que podamos llegar más rápido a un estado emocional equilibrado ante los conflictos que atravesamos. Imagínese usted, el juicio de divorcio de unos amigos les llevó cuatro años, tiempo en el que el estado emocional tanto de él como el de ella estuvo en profunda crisis. Con esta nueva ley, y con la disposición de ambas partes, todo podría solucionarse en tiempo récord.
El conflicto es parte de la naturaleza del ser humano. No es algo inventado. Es parte de las decisiones que tomamos en nuestro diario caminar. En nuestro diario actuar en la vida. En la convivencia con los demás. Es mi apreciación que nadie es malo(a) de origen. Los conflictos se van creando porque todos somos diferentes. Porque todos tenemos intereses diferentes. Porque tenemos ideologías y visiones del mundo diferentes.
Por eso urge esta nueva ley. Esta traerá un nuevo paradigma en la resolución de conflictos y una nueva forma de apreciar y solucionarlos que nos llevará a un nuevo elemento que aportará a la cultura de la paz.