“Perfección en los medios,
confusión en los fines”
Albert Einstein
Decía Carl Rogers: “Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y estático, viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo, los altibajos emocionales, porque ése es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante.”
Si la vida fuera estática sería terriblemente aburrida. Ya sabríamos cómo actuar, cómo mirar a la gente, qué decir. Pero la verdad es que la vida trae aparejadas muchas cosas que nos harán recapacitar y pensar dos veces lo que estamos haciendo. A veces tenemos temores infundados. A lo desconocido, a la incertidumbre a aquello que nos da miedo enfrentar.
Todo esto es normal. Y ante lo que estamos viviendo, que en este caso son las próximas elecciones, como sociedad nos estamos enfrentando a una verdadera tormenta de publicaciones en las que con tanto que nos dicen nos van infundiendo miedo. Si votas por tal candidato, el país se derrumba; si votas por aquel otro, nos van a seguir robando… Esta es una tendencia que demuestra lo bajo que puede llegar una contienda en la que deberían prevalecer las propuestas, la visión del futuro, la mejoría que como comunidad deseamos y no las infamias, la denostación que se está mostrando.
Todos los días me llegan por las redes o vía whatsapp, videos y mensajes en los que se habla mal de todos los candidatos. Nadie se da el tiempo de investigar si son verdad o no, contribuyendo con esto a la cultura del desprestigio y de la denostación. Nos estamos enfrentando entre nosotros mismos hasta el grado de acabar con las amistades que siempre habíamos tenido. Los enfrentamientos entre los que comparten estos mensajes llegan a los insultos más bajos por defender a sus candidatos. Yo mismo he compartido estos mensajes para ver la reacción de mis amigos y conocidos. Y sin embargo, no contesto de la manera ominosa en que lo hacen ellos.
Pero analizando todo esto detenidamente, ¿quién o quiénes son los verdaderos responsables de estos ataques perversos? ¿A quién le interesa que nosotros como miembros de esta comunidad nos enfrentemos y que tengamos miedo? Hay varias hipótesis, entre ellas el gobierno, para continuar con el statu quo; los partidos políticos, que desprestigian a sus oponentes para que ganen sus candidatos; los medios de comunicación, que defienden sus intereses; las empresas que tienen intereses dentro de la política. En fin, hay varias entidades cuyos intereses son que los votantes nos inclinemos hacia un lado u otro de la balanza. ¿Y con qué fin lo hacen? Para causarnos miedo. Konrad Lorenz decía que la ansiedad con miedo y el miedo con ansiedad contribuyen a robarle al ser humano sus cualidades más esenciales. Una de ellas es la reflexión.
No permitamos que nos controlen. Hay que analizar, reflexionar, deducir, pensar y repensar todo lo que nos dicen, leemos o escuchamos. Dos, tres, cuatro y mil veces. Y además, cuando toda esta historia de las elecciones acabe, pidamos a nuestros legisladores que la verdad se haga ley. Que no se digan mentiras, que no se oculte la verdad. La verdad duele pero la democracia nos debe llevar a una honestidad sin maquillaje. Ya no quiero tener miedo. Ya no quiero que me infundan temor. Quiero tranquilidad para mí, para mis hijos y para mis nietos. ¿Acaso me moriré sin ver un mejor país? ¿Acaso acabaré diciendo que en México nunca habrá posibilidades para vivir mejor, para vivir en paz, para vivir con justicia social, para vivir sin miedo? Desde niño he vivido en medio de la manipulación mediática. ¿Se seguirá cumpliendo lo que dice Noam Chomsky? La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica porque destruye cerebros.
Yo quiero un mejor país. Estoy seguro que tú también quieres lo mismo. Vayamos pues en su búsqueda.