Si algo siempre me sorprende (y me desespera) en un avión es que la gente tarde tanto en bajar. En mucho eso se debe a que pareciera que el equipaje de mano cada vez es más grande. Nadie usa nada de lo que lleva en esas maletitas de 12 kilos, nadie se levanta durante el vuelo a abrir los compartimientos de equipaje, pero al momento de bajar, esas maletas se vuelven la pesadilla que hace eterno el descenso.
No puedo evitar preguntarme ¿pues qué tanto trae la gente? Yo incluso en viajes largos trato de llevar siempre poco equipaje. Curiosamente en todos estos años, nunca he viajado en estricto sentido como “mochilera” pero sí he aprendido a que viajar ligero siempre trae consecuencias felices.
Por ello hoy quiero compartir algunos consejos para viajar ligeros, qué llevar en el equipaje y como pasarla en grande sin tener demasiado apego a las cosas que se llevan o se traen.
Investiga sobre tu destino
Saber un poco del clima, del terreno y de las condiciones culturales del destino que visitas te hará más fácil la elección de tu equipaje. No tienes que llevar todo “por si llueve, por si hace frío, por si hace calor, por si vas de fiesta, etc…” Trata de llevar ropa apropiada para el clima y una sola pieza por si hay algún cambio imprevisto (un impermeable ligero, un sueter térmico, unos pantalones largos, una bufanda ligera, etc.)
Haz la maleta con cabeza
Los mochileros siempre deben tener presente al momento de empacar que ese peso, literalmente, pasará mucho tiempo en su espalda. Pero aún si no eres estrictamente un mochilero, y si tu maleta tiene ruedas, ¿qué pasaría si éstas se averían? Tengo unos conocidos que hicieron un viaje de una semana a Londres y parecía que se irían por meses. Y para colmo, su maleta que pesaba 25 kg se averió de una de las ruedas y tenían que cargarla para todos lados. Una pesadilla.
Así que aunque tu maleta tenga rueditas, piensa antes de empacar. ¿Necesitas 40 pares de calcetines? Aún cuando tu viaje sea muy largo, en todos los países del mundo lavan la ropa ¿no? ¿En serio llevarás 10 libros para no aburrirte en los aeropuertos? Y si ese es el caso, seguro eres de las personas que no resiste la tentación de explorar las librerías locales entonces ¿con cuantos vas a volver? ¿ya calculaste el peso de tu espíritu lector? Se que los románticos aman el papel pero para eso se inventaron los e-books. ¿Cremas, jabones, gel? En todos lados hay farmacias y supermercados donde podrás comprar estos productos. Créeme, incluso podrás conocer mejores marcas. Hasta en los rincones de la selva yo he llegado a comprar champú de bolsita en las tienditas de los pueblos.
Lleva un candado
Si tu viaje es largo y no dispones de mucho presupuesto, tal vez tu mejor opción sea Coachsurfing o bien hostales donde tendrás que compartir habitación con desconocidos. En la mayoría de estos lugares podrás dejar tus cosas en lockers, lo mismo en los aeropuertos, por si quieres ir a conocer alguna ciudad o pueblo cercano mientras sale tu vuelo de regreso o tu siguiente conexión. En esos casos también llevar poco equipaje y de un tamaño pequeño resulta una ventaja. Lleva tu propio candado y así podrás salir a caminar tranquilo sin temer por tus pertenencias.
Atesora momentos, no souvenirs
Nunca me ha gustado traer souvenirs. Nada me duele más que pagar 4 o 5 euros por imán para el refrigerador de mi madre. Quisiera tener dinero para llevarla a conocer esos lugares y no para que su refrigerador le recuerde lo grande que es ese mundo allá fuera, ese que ella no conoce. No soporto las tiendas de souvenirs, llenas de clichés y de “recuerdos” de cualquier destino, pero hechos en China. Hay cosas que te gustaría traer pero no podrías, como la comida (hay leyes que son estrictas para transportar productos perecederos). Ahí vale la pena dejar salir a ese fotógrafo hipster que todos llevamos dentro y tomar fotos de lo que vas probando. Algo que a mí me funciona es entrar al supermercado y comprar algunos ingredientes locales que se que no podría conseguir en mi país. Algunos dulces de marcas tradicionales del país en el que estoy y hasta algunos panecillos empacados son el tipo de souvenirs que me harán prolongar mis recuerdos a través del paladar, y me significarán más que un imán en la nevera.
No escatimes la memoria
Y sí, hablo de la de tu cabeza y de la de tu cámara. Hoy en día más que comprar cosas, el poder grabar momentos, personas, aventuras te dará mayores satisfacciones así que no olvides llevar muchas tarjetas de memoria para tu cámara, limpiar el disco duro de tu computadora portátil y tener espacio suficiente en la nube para que puedas compartir, incluso en tiempo real, las maravillas que estés viendo al viajar.
Compra cosas únicas
No digo que no compres nada, por supuesto que no. Lo que digo es que pienses muy bien que cosas puedes comprar que realmente signifiquen un recuerdo de aquel hermoso viaje. A mí en lo personal me gusta comprar sabores (vino, queso, especias, dulces), olores (perfumes, inciensos), sonidos (suelo comprar a los músicos callejeros sus discos), texturas (me gusta traer al menos una prenda de ropa hecha en el país al que viajo), miradas (soy de las que compra libros, sobre todo de arquitectura o fotografía local).
¿Qué estás esperando para salir a vivir la vida ligero de equipaje?