Y en gran parte era cierto… hasta hace muy poco tiempo.
Si algo he podido descubrir en los últimos 18 meses es que cuesta trabajo encontrar el espacio idóneo para trabajar cuando se ha dejado la vida de empleado. Que ya no hay más salas de juntas agendadas y reservadas con el proyector por una asistente ejecutiva que además convocaba a la junta y te preparaba el café. Que ya no hay colegas a un lado para decirles ¿Cómo ves esta idea?, ¿cómo te suena y sobre todo, que ya no hay quien pague mis viajes a hoteles de lujo donde podía trabajar en sofisticados centros de negocios.
Sin embargo, desde que decidí emprender e iniciar una empresa totalmente nueva, me acerqué al mundo de los Coworking. ¿Que eso con qué se come? bueno, pues se trata de espacios no sólo dignos y funcionales, sino agradables, divertidos e inspiradores para trabajar por tu cuenta, pero siempre en buena compañía.
¿Qué tiene que ver un espacio de oficina compartida con los viajes y por qué estoy escribiendo de esto en una columna de viajes? Pues justamente porque una de las grandes ventajas que tiene integrarte a una comunidad de coworking es que, en algunas, obtienes una visa para muchos países del mundo.
Existen dos programas muy famosos en el mundo de los coworkers que te permiten escaparte a algún destino turístico con tu familia, disfrutar las vacaciones y también, acceder el tiempo que necesites a un espacio de coworking para estar al día y no dejar todos esos pendientes en tu ciudad. El programa se llama Coworking visa y funciona en muchos países del mundo.
¿Cómo funciona? pues si cuentas con una membresía en algún Coworking sabrás que muchos te mencionan que existen espacios similares con los que tienen convenios en todo el mundo. ¿Eso para qué sirve? Pues porque en tu membresía sueles tener derecho a trabajar tres días sin costo adicional en cualquiera de esos espacios mientras viajas.
Esto resulta sumamente útil si tu empresa está vinculada al mundo virtual, al desarrollo de aplicaciones tecnológicas, las redes sociales o la interacción virtual. Significa que puedes trabajar desde cualquier lugar del mundo. Si tienes familia, no tendrás que incomodarlos llevando tu laptop a todos lados, dejando que los niños la llenen de arena o mandando emails desde tu smartphone. Con tres o cuatro horas de trabajo efectivo en cada uno de esos tres días, podrás disfrutar de tu destino sin dejar de producir dinero en tu empresa.
Puedes organizar una junta efectiva por videoconferencia desde una sala completamente equipada, en medio de un destino de playa o mientras tu familia hace la odiosa fila para entrar al museo de Louvre en París.
Ahora, para los casos más extremos como los de los viajeros incansables y apasionados, esta puede ser la fórmula perfecta para conocer el mundo sin dejar de emprender. ¿No es el sueño de muchos de los viajeros de closet poder aumentar su kilometraje al mismo tiempo que trabajan y ganan dinero?
Actualmente existen muchos oficios que nos permiten trabajar a distancia, simplemente usando un dispositivo con acceso a internet. Incluso yo he hecho trabajo de oficina en viajes largos simplemente con una tablet o un iphone.
Afortunadamente también existen cada vez más empresas que saben que el mejor trabajador no necesariamente es ese que tiene un grillete puesto a un escritorio y que la productividad está ligada con la satisfacción y la felicidad que encuentras en lo que haces.
Los emprendedores, que como característica principal tienen su potencial para resolver problemas de forma innovadora, capacidad para enfrentar sus miedos y asumir los riesgos de ello, tienen una visión diferente del mundo y justo por ello no sólo quieren conocerlo y viajar, también se lo quieren comer a mordidas.
Si para algo ayudan los espacios de Coworking, incluso en tu misma ciudad, es para compartir con otros emprendedores afines, para dejarse empapar por la lluvia de ideas de otras personas que como tú, han comenzado a ver el mundo con otros ojos.
¿Se puede viajar mientras estás desarrollando tu emprendimiento? ¡Claro! y si tienes una Coworking Visa además vas a conocer a otros que como tú, están haciendo cosas nuevas pero también gustan de experimentar, relacionarse y disfrutar de la vida.
Algo súper padre de estos espacios para Coworkers viajeros es que de verdad, nadie anda por allí pescando ideas innovadoras para robarlas. Cada quien está tan ilusionado y satisfecho con su propia idea emprendedora, que escuchan y conocen la tuya para encontrar inspiración, para aportarte lo mejor de su propia experiencia y, en el mejor de los casos, para propiciar alianzas benéficas para todos los involucrados. Economía colaborativa, que le llaman.
En un espacio de Coworking viajero, encontrarás seguramente un universo multidisciplinario donde estarás rodeado de diseñadores, programadores, bloggers, escritores, productores de foto, video, arte, profesionales del e-commerce, consultores de negocios, de desarrollo humano, expertos en social media, en fin, toda una gama de mentes creativas e innovadoras de las cuales siempre se puede aprender.
¿El mundo es grande? sí pero si tus ganas de devorarlo también lo son, no dejes que cuatro paredes y un grillete te impidan degustarlo. Conoce, aprende, disfruta, emprende y sobre todo ¡no dejes de viajar!