Según el estudio “Vacation Deprivation”, elaborado por Expedia, 42% de las personas en México sentimos que nos hacen falta más vacaciones. Sí, leyeron bien, casi la mitad de la población económicamente activa de este país tiene como un síndrome de abstinencia de descansos pagados.
Siempre he sentido que me equivoqué de país al nacer en México, por un montón de cosas, pero si hay algo que les envidio a mis amigos franceses son sus veranos. Las tardes en las terrazas parisinas, los picnics en los parques y bosques que rodean París, las escapadas a la Costa Azul, o a cualquier lado pues, bueno que hasta sus playas artificiales a la orilla del Sena, que por cierto fueron inauguradas la semana pasada.
Y es que Francia, junto a España, Alemania, Finlandia, Italia, Emiratos Árabes y Brasil son los países que más días de vacaciones tiene al año en el mundo, unos 30 aproximadamente. La media mundial según el estudio es de 25 días y la europea está arriba por uno, es decir, 26 días al año para descansar.
En Asia, quienes menos días de vacaciones tienen al año son los chinos, que cuentan con 14 y en Europa son los irlandeses que tienen sólo 21.
Los mexicanos recibimos 15 días de vacaciones por año según la media, y trabajamos 45.7 horas semanales —unas 2,246 horas anuales— lo que equivaldría a 93.5 días al año, claro sin contar fines de semana y que tenemos la maldita costumbre de dormir, comer y vivir un poco cuando salimos de nuestra vida workaholica.
Lo cierto es que estas cosas están cambiando también en mucho, porque la misma cultura laboral está cambiando. Al haber cada vez menos empleos formales, lo cierto es que conozco personas que trabajan por su cuenta o empresarios que jamás descansan o que pasan al menos periodos de 5 años sin tomarse un sólo día libre (porque hasta en fin de semana llevan trabajo a casa). ¿Nos estamos volviendo locos?
Ahora, en el privilegiado mundo del godinato mexicano, es decir esos que tienen prestaciones de ley y tienen vacaciones resulta que de todos modos hay masoquistas que no se toman las vacaciones, ya sea por ganar dinero extra o bien solo por esta tremenda enfermedad del siglo XXI: la adicción al trabajo. Según el estudio sólo el 80% de los mexicanos disfruta de sus vacaciones en su totalidad, el resto las va “acumulando”, algo que en realidad no en todas las empresas es posible.
Y claro pues cuando se tiene apenas una semana libre después del primer año de trabajo y luego se va sumando un día por año cumplido, para poder irme a disfrutar de los veranos con mis amigos franceses, necesitaría haber trabajado más de dos décadas para tener los mismos días de vacaciones al año y haberlos acumulado todos.
México está en penúltimo lugar en cuanto a conciliación entre vida laboral y familiar, según Expedia. Y así quieren que no nos den infartos prematuros.
¿Por qué esto es un tema que debe preocuparnos? bueno pues porque la violencia social está directamente vinculada al nivel de estrés de sus habitantes.
Más allá de que tener tiempo es imprescindible para poder viajar y así mantener activa la industria millonaria del turismo, y no depender tanto del dinero que llega del extranjero, lo cierto es que los mexicanos necesitamos vacaciones por algo mucho más sencillo y vital: para ser felices.
Las vacaciones, aún si no salimos de casa y sólo las usamos para pasear por nuestra ciudad, ayudan a mejorar la vida personal y profesional. Y no sólo se trata de empleadores tiranos que no nos dan vacaciones, sino de que nosotros mismos no consideramos importante el descanso como parte de nuestra vida cotidiana.
Entonces, las vacaciones de verano de nuestros hijos, lejos de darnos gusto, nos dan terror. Desde mayo empezamos a buscar desesperados cursos para mantener entretenidos —y sobreestimulados y cansados— a nuestros pequeños monstruos a los que ya no aguantamos después de la segunda semana.
Claro que también esas vacaciones se han ido reduciendo, porque mientras la gente de mi generación que iba a la primaria —en la hermosa década de los años 80— tenía más de dos meses de descanso en el verano, lo cierto es que ahora los niños con trabajo alcanzan un mes. ¡Ah pero eso sí! cada último viernes de mes los chamacos se quedan en casa y nos meten en el embrollo de no saber qué hacer con ellos mientras nuestra vida de trabajadores adictos continúa sin detenerse.
35% de los trabajadores en todo el mundo no toma todos los días que le son asignados de vacaciones al año. El 50% de los adultos empleados encuestados, siguen sintiéndose privados de las vacaciones, frente al 64% que sienten que merecen más días de vacaciones de los que reciben en sus empresas.
Lo increíble es que es en los países donde más vacaciones tienen, donde más sienten la privación. Claro pues es que no puede extrañarse lo que no se conoce.
En México en promedio, la gente toma 12 días de vacaciones al año, esto repartido entre los periodos más comunes que son semana santa, verano y fiestas decembrinas, nos daría un promedio de 4 días por periodo. ¿Qué clase de viaje podemos hacer con eso? Por supuesto por eso son tan exitosos —y caros— los viajes con todo incluido en resorts donde nos atascan de mala comida, bebida barata que nos hacen creer que es gratis pero que en realidad nos están vendiendo carísima.
¿En serio queremos seguir viviendo así? Yo no… así que no se como pero este verano quiero irme al menos dos semanas a vivir a otra ciudad, con hijos, perro y computadora, sí porque los freelance no descansamos jamás (a menos que tengamos una maravillosa planeación financiera que yo por desgracia no tengo)… pero al menos poder cambiar de aires siempre se agradecerá. ¡Felices viajes! y por favor, tomen sus vacaciones y sean felices, la vida es muy corta y tenemos que comernos el postre.