El muralista explica que se trata de dos obras al fresco, hechas al temple, uno es el escudo del estado, obtenido del mural que hizo Diego Rivera en el edificio de la Secretaría de Educación Pública de la Ciudad de México, y el otro de la toponimia de los 33 municipios del estado de Morelos. Ambos miden cinco metros de alto por tres metros y medio de largo.
Saiz Zorrilla, nacido en 1948 en la Ciudad de México y criado en Ciudad Victoria, Tamaulipas, explicó que la técnica es al temple porque es la usada, por excelencia, por los muralistas mexicanos: “Consiste en preparar el muro, se le da un tratamiento y se le aplica polvo de mármol y pigmento con yema de huevo, es una técnica milenaria, de la época de los egipcios; la usó Orozco, Rivera, el Doctor Atl (Gerardo Murillo Cornado), se acostumbra en los murales clásicos. Permite que la imagen dure mucho tiempo con los colores vivos”.
También dijo que, en el mercado, estos murales tiene un costo comercial de varios miles de pesos por metro cuadrado, pero que él y los demás pintores y ayudantes no cobrarán por el trabajo:
“Sabemos que el gobierno y la población pasan por una situación económica difícil, por eso no cobraremos un peso. Venderemos obra, las subastaremos, pediremos cooperación para juntar material. Es un regalo que queremos hacerle al pueblo de Morelos, así queremos demostrarle nuestro cariño y agradecimiento”.
“Estamos esperando el momento adecuado para proponer la elaboración de estos dos murales en el Palacio de Gobierno, confiamos en que el gobernador y su esposa aceptarán este regalo que los pintores queremos hacer al pueblo de Morelos”, expuso.
También hay para las Juntas
También dijo que en el edificio que alberga las Juntas locales de Conciliación y Arbitraje en la avenida Morelos en el Centro de Cuernavaca, están proyectando otros murales: “Queremos hacer la historia del movimiento obrero en Morelos, y particularmente el de la agroindustria. Hemos estado platicando con historiadores y otras personas que nos han dado la pauta para diseñar, ya dentro de poco acabaremos el diseño y buscaremos a las autoridades para proponerles estas pinturas”, dijo.
Incansable muralista de las alturas
Silverio platica de estos y otros proyectos desde su “Taller de pintura del pueblo y para el pueblo”, fundado en 1979, localizado en las alturas de la nave del Mercado Adolfo López Mateos, en el centro de la ciudad. Allí, en esa comba de más de 30 metros de altura, el maestro anduvo colgado por muchos años, tarántulo, pintando el mural más grande del mundo de más de mil metros, borrado por la mano de fuego de dos incendios que casi acaban con este centro de abastos diseñado y construido hace más de medio siglo por el arquitecto Mario Pani.
Desde 1974, en que Silverio llegó a Cuernavaca becado por Tamaulipas a La Tallera, de Siqueiros, se comenzó a vincular con el pueblo dando clases gratuitas de pintura, en un taller del que al día de hoy han salido grandes pintores de talla nacional e internacional; también ha participado en diferentes proyectos pictóricos. Uno de ellos es el de pintar vírgenes en ayates o costales usados.
“Pintar vírgenes de Guadalupe es un proyecto mío, lo generé con la idea de ayudar a las madres trabajadoras, desvalidas, mujeres adictas. Son pinturas de la Virgen de Guadalupe, en acrílico u óleo, para que las vendieran y se hicieran de un recurso; ya han hecho varias y se han ido a Estados Unidos, con la comunidad de morelenses que radican en la Unión Americana, y han sido resultados favorables, cada virgen representa 500 dólares o mil”, detalló.