Por la crisis económica solicitó dos préstamos para solventar gastos.
Marcos Antonio, quien trabaja como operador del transporte público, dice que hace más de un mes recibió una sanción económica porque un pasajero que no llevaba puesto el cubrebocas subió a su unidad y más adelante se encontró con uno de los operativos de la Secretaría de Movilidad y Transportes (SMyT) para verificar que se cumplan con las medidas de higiene básicas, implementadas por la pandemia del covid-19.
El entrevistado refiere que pagó mil 400 pesos por esa multa.
Asegura que durante su jornada laboral se ha encontrado con personas que no usan el tapabocas que, cuando les niega el servicio, responden de manera agresiva, con frases como: “¿por qué me niegas el servicio?” y “de nosotros vives”.
“Actualmente la gente está haciendo caso porque dijeron que ya es una obligación usar el tapabocas y porque hay operativos por parte de transportes, pero antes no se ponían el cubrebocas y cuando les decíamos que no los podemos llevar se portan groseros y nos dicen que de ellos vivimos, se molestaban por negarles el servicio”.
Para el operador del transporte colectivo es injusto que ellos paguen las multas cuando un pasajero no lleva puesto el tapabocas. Por eso aplaudió la decisión de los legisladores locales de sancionar a las personas que se nieguen a cumplir con las medidas de prevención contra el covid-19, como el uso del cubrebocas.
De su labor, platica que por la emergencia sanitaria hay poco servicio, por lo que hace unos meses solicitó dos préstamos para solventar gastos en el hogar y comprar lo necesario para la alimentación de su familia, porque sus ingresos como chofer del transporte público son insuficientes y apenas alcanzan para entregar la cuenta a su patrón y pagar el combustible.