Con el semáforo amarillo no aumentan los ingresos de los choferes.
Gonzalo Ramírez trabaja desde hace ocho años como chofer en la Ruta 13, cuyo destino principal es a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), sin embargo, señala que por la pandemia del covid-19 y la suspensión de clases presenciales el pasaje ha disminuido en más del 50 por ciento, debido a que desde hace cinco meses no hay clases en las escuelas ubicadas en el campus Chamilpa de la UAEM.
Dice que a diferencia de otros años, cuando los autobuses bajaban de la avenida Universidad a su máxima capacidad, hoy si acaso 30 personas toman el servicio en las calles cercanas a la máxima casa de estudios. Además, para llegar a la base de la Ruta 13 que se ubica a un costado de la UAEM los choferes deben hacer el recorrido por las inmediaciones de la universidad, lo que representa un gasto adicional.
"Hemos visto que últimamente hay más gente en las calles, pero para nosotros lo fuerte son los estudiantes y ahorita que las clases son en línea, muchas de las unidades circulan medio vacías y aunque el semáforo cambió a color amarillo no nos beneficia, yo creo que veremos el cambio hasta que pase a verde".
El entrevistado refiere que por la contingencia sanitaria, en la Ruta 13 solo trabajan 65 de sus 89 unidades. La ventaja que tienen los operadores es que su patrón les aumentó de cuatro a cinco los días de trabajo a la semana, para que puedan generar un poco más de ingresos.
De su labor, señala que además de las afectaciones que ha dejado la pandemia, en los últimos meses también han observado un incremento en los asaltos a mano armada en el transporte público. Sin embargo, la mayoría no presenta demandas ante la Fiscalía General del Estado (FGE) porque difícilmente detienen a los asaltantes.