En este año, la incidencia ha crecido un 30% en comparación con el 2017, señala el líder de la Uclat; el mayor número de casos ocurre en Jiutepec, Emiliano Zapata y Temixco.
En lo que va del presente año, el asalto a unidades del servicio de transporte sin itinerario fijo (taxis) ha crecido en un 30% respecto al año anterior, particularmente en municipios como Jiutepec, Emiliano Zapata y Temixco, indicó el dirigente de la Unión de la Clase Trabajadora, David Maldonado Martínez.
Dijo que entre Jiutepec y Emiliano “opera una pareja que simulan ser matrimonio, piden el servicio a colonias o comunidades lejanas y poco pobladas, donde la mujer amenaza al taxista con el arma, mientras el sujeto sustrae todo lo de valor; la ventaja es que hasta ahora no han llegado a cosas mayores”.
Mencionó que ante la ausencia de vigilancia, se ha recurrido a un apoyo mutuo entre compañeros a través de una comunicación permanente entre sí y, sobre todo, una vez que se contrata algún servicio, se da cuenta al resto de quienes circulan por la zona respecto a los destinos.
Luego abundó en el sentido de que también se viene registrando un elevado nivel de robo de vehículos. “De acuerdo a las investigaciones y rastreos, la mayoría van a parar al estado de Guerrero, como Filo de Caballo, Tierra Colorada y Garrapata, donde la compra-venta de éstos se da sin ningún problema”, dijo.
“La marca más cotizada es la Nissan, aunque tampoco se distingue, sobre todo si se trata de modelos recientes o en buen estado. Lo más prudente es evitar aceptar viajes a lugares poco concurridos o alejados de las zonas urbanas, no obstante, los hechos se dan a cualquier hora del día y donde sea, porque ya conocen muy bien el territorio donde cometen los delitos.
“Temixco y Zapata son lugares muy apropiados para los delincuentes, porque se encuentran a corta distancia de los límites con Guerrero, hacia donde se dirigen en la mayoría de los casos, en cuanto a robo de autos se refiere, y además tienen accesos por donde es poco probable que la Policía los llegue a ubicar”, señaló.
Un taxista siempre anda en la indefensión y, sobre todo, en desventaja, manifestó, porque nunca sabe cuándo puede ser víctima del delincuente, que actúa por sorpresa y casi nunca solo. “Cuando eso sucede, la sugerencia es no oponer resistencia para evitar poner la vida en peligro”.