En 2010, el danés Thomas Vintenberg nos mostró un retrato crudo sobre la familia, como casi en todas sus cintas, en donde los personajes se destruyen entre sí de manera que los que nos proyectan es algo verdaderamente fuerte, algo que nos quedará en la mente por un buen tiempo, pero que también nos lleva a reflexionar sobre el camino de nuestras vidas y si realmente hemos tomado el camino correcto.
Submarino es una cinta basada en la novela homónima el escritor Jonas T. Bengtsson. En ella, el director uno de los impulsores del Dogma 95, nos cuenta la trágica historia de dos hermanos que han sido marcados por una infancia dura al lado de su madre, que padece de alcoholismo.
Nick acaba de salir de la cárcel, vive en un pequeño apartamento en Copenhague, pasa la mayor parte de su tiempo recordando el episodio que marcó su niñez y la de su hermano.
En ese crudo episodio, en el que su madre sale de casa; Nick y su hermano más pequeño se alcoholizan hasta perder la razón y olvidan atender a su pequeño hermano de un par de meses. Al despertar, a la mañana siguiente, el pequeño no respira y ellos no saben qué hacer, están solos y no hay nadie que los ayude.
En su adultez, Nick no puede olvidar este episodio y lo que ha sido de su madre, que ha muerto a causa del alcohol. Su hermano es un desempleado expendedor de drogas y adicto a ellas que vive junto con su hijo, al que no puede mantener.
Él, por su parte, trata de buscar una salida a sus males, pero los duros recuerdos del pasado son más desoladores y fuertes de sobrellevar para alejarlo de las malas decisiones.
En esta ocasión el director nos lleva por un camino un poco menos confuso como en Festen o tal vez su última cinta La Caza, ya que el drama se desarrolla de forma fluida, lo que le lleva a percibir sus emociones en cada uno de los momentos trágicos de los personajes, gracias a la bondades del Dogma 95, que al carecer de luces y banda sonora fija la atención y resalta las actuaciones de los protagonistas, en esta ocasión de Nick y su hermano- ya que nunca se menciona su nombre-.
La película fue bien recibida por la crítica, ganando varios premios y nominaciones en Dinamarca. En 2010 fue estrenada en el Festival de Cine de Berlín, mientras que en México se exhibió en algunos cines hasta un año después.