Con gentileza te trata
de “mi jefe” o de “patrón”
te da la prueba y te llevas
dos, tres litros de jalón.
Tradicional el menrú
a orilla de carretera
lo vende en su covachita,
de calidad, pa’ que vuelvas.
Desde temprano en su mesa
ves la fruta acomodada
mamey, piña, fresa, mango
lo prepara de volada.
El curado, en licuadora,
lo confecciona allí mismo
con higiene ante tus ojos
como si hiciera un esquimo.
No sabe fuerte ni gacho
se siente en la probadita
con amplia ansia lo bebes
más que pulque, una cremita.
A este compa tú lo encuentras
llegandito a Tres Marías
del De-efe, por la libre,
por la gasolinería.
Aunque maguey ya no hay mucho
por tanta modernidad
fiel sigue este comerciante
a lo que es tradicional.
Diario lo ves, tempranito,
llegando del tinacal
con el néctar de los dioses
felicidad del mortal.
El pulque de estas llanuras
es de calidad, sin mancha,
y viene garantizado:
cinco litros te emborrachan.
Ecológica bebida
pa’ no beberla de a poca
y aunque estés bien fumigado
te relaja y no te aloca.
Echándome uno de nuez
en mi buen jarro, no en copa,
brindo con Huitzilopochtli,
también con Tezcatlipoca.
Que la reina Xóchitl dijo
sabedora de su suerte:
“a nadie, nadie, se PULQUE
por la causa de mi muerte”.
De ustedes ya me despido
con calma y no a la carrera
compren pulque en Tres Marías
juntito a la carretera.
No se crean que en Huitzilac
sólo existen delincuentes
también hay cosas muy buenas
como el delicioso neutle.