Ante una nutrida audiencia sentada bajo “Nómada” la Carpa Escénica, Teatro Artimañas, a través del papel único y protagónico de Sergio Guevara en escena como el Capitán Naufragio, presentó la obra teatral Ron de Arena, en el marco de las actividades culturales de Morelos como estado invitado a la XLIII edición del Festival Internacional Cervantino en la ciudad de Guanajuato.
A las 20:00 horas del miércoles 21 de octubre, “Nómada”, la Carpa Escénica ambulante propiedad del actor y realizador Sergio Guevara situada en la Plaza Allende de la capital de Guanajuato, albergó una función de Ron de Arena, la historia de un hombre cualquiera que, pese a vivir albergado en la mentira, intenta reemprender el viaje hacia naufragios necesarios para encontrarse en el fondo de sí mismo.
Con dramaturgia de H.R. Luna y bajo la dirección de Cecilia Andrés, Ron de Arena echo mano de elementos escenográficos deslumbrantes: olas de mar en movimiento, barcos a la deriva, un viejo amor mecánico que se movía con independencia sobre tres pequeñas ruedas en su base, fantasmas y apariciones sobrenaturales portadoras de sabiduría oculta y desoladora sobre la naturaleza efímera de los estadios de la vida.
“Nunca nadie entenderá a nadie”, expresó una aparición al Capitán Naufragio durante uno de sus extravíos, “la comprensión es algo fuera de este mundo”.
Ron de Arenapropone el hecho de que habitamos la mentira. En mayor o menor grado, asegura, todos nos engañamos a nosotros mismos y a los demás. Tratamos de, quizá, sentirnos cómodos y ocultar el miedo profundo que la existencia nos provoca.
En esta civilización fundada y desarrollada en la ausencia de verdad y riesgo, nos descubrimos atados a un hogar, una oficina, un cheque quincenal, un crédito bancario, un matrimonio, un oficio.
Condenados a muerte lenta por asfixia que toman sus comidas puntualmente, se asean, copulan, reproducen, crean, trabajan en u entorno ficticiamente seguro y confortable.
Tenemos miedo del naufragio en cualquier aspecto de la vida que se trate. Ante ese miedo de estrellar cuerpo y mente ante el amor, la pasión, la rebeldía, la libertad, sucumbimos una y otra vez sin notarlo siquiera; vivimos la prolongación de una cita a ciegas con el mundo.
“Lo único que podemos hacer, sin ánimo de ser ejemplo de nadie –dijo Sergio Guevara en entrevista para la Secretaría de Cultura sobre la finalidad de exponer esos temas en su obra teatral-, es explotar el derecho a jugar eternamente, todo el tiempo, pase lo que pase, estés donde estés, a la edad que sea.”
Sergio Guevara, dueño y promotor de “Nómada” la Carpa Escénica, también ahondó en la naturaleza de su proyecto creativo al decir: “Esta carpa existe por el afán de tener un teatro propio. Siempre he sido pata de perro, siempre he estado viajando. Me agrada la idea de desarmarlo todo y volverlo a armar. Me gusta esa aventura de sentirme parte de un lugar distinto en el que muchas veces es el lugar que estoy.
“Me gusta esta locura de poderte sentir parte de una identidad diferente, a una tradición distinta. Me gusta esa idea. Ron de Arena nació porque hubo un momento en el que tuve ganas de, otra vez, borrar una frontera, en este caso la del teatro de títeres. Siempre he estado tratando de encontrar nuevos espacios en los que los muñecos puedan existir.
Por eso es “Teatro Artimañas”, porque trabajo solo y sólo tengo dos manos, pero ese reto me fascina. Quería sumergirme en la cara más oscura de la moneda con Ron de Arena y quise ver hasta dónde me llevaba esto. Hablé con Cecilia Andrés y Rogelio Luna porque desde que los conozco supe que haríamos algo juntos. Me salí del biombo de los títeres, me mudé a vivir a su casa y trabajamos durante meses para contar historias inspiradas en mi caminar por Latinoamérica, que empezó cuando salí de Argentina hace veinticinco años.”