Explica por qué para ella, la pintura es catártica, “porque saco mis demonios, mis corajes y mis frustraciones; me encierro, me pongo a pintar en la primera expresión, y después ya puedo pintar con la gente, ya puedo sacar mi pintura y estar platicando y pintando”.
En cambio la escultura, acota la creadora de arte, “es la parte lúdica, la parte juguetona, la parte de mis ángeles. Mi escultura es divertida, es la parte cotorra, simpática de mi personalidad”, enfatiza.
En estos días, el Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC) presenta la exposición Crippangies... más allá del diluvio, conformada por pequeñas piezas escultóricas en bronce, representaciones de animales singulares, porque los especímenes presentan una corpulencia mayor a la habitual, pero que al mismo tiempo les da una distinción particular y, sobre todo, despierta una emoción especial en el espectador.
-Algo que llama la atención de las miradas es que sus obras son representaciones de animales, pero mucho más robustas, ¿admitiría influencia de Botero?
-No, porque los de Botero son gordos, seres humanos y animales, en la pintura y la escultura también. Y a estos yo les digo “gordibuenos”, porque son voluptuosos, están petacones, pechugones, tienen cintura. Te dan ganas de abrazarlos, a mí me dan ganas, son como sensuales y a la vez gorditos, juguetones, alegres.
*TAMBIÉN ME REMITE A LAS LÁGRIMAS
La tarde de la inauguración en el museo, la sala en donde se exhiben las esculturas estuvo atestada de un público numeroso que, además de recorrer los pedestales en donde fueron colocadas las bellas piezas, se acercó a saludar a la expositora, a conversar con ella y a tomarse la foto. Por esas razones, se busca a la artista días después y acepta conversar de manera telefónica.
-¿De dónde viene el título de la exposición? ¿Es una referencia de tipo personal o tiene que ver con el relato bíblico de Noé y los animales del arca?
-Es una metáfora. El diluvio lo tomamos como parteaguas en la religión. Yo lo tomo como lo que fue en mi vida: un evento muy fuerte. Todo mundo los tenemos: problemas, el diluvio también me remite a las lágrimas, el esfuerzo, lucha y demás. Y que a pesar de eso, del diluvio, siempre se rescatan cosas buenas, como son mis crippangies, animales que destacan mi parte lúdica.
*DIJE NO, A LOS NOMBRES COMUNES
-Estas piezas también llaman la atención porque tienen nombres de personajes bíblicos, ¿por qué los bautizo así?
-Porque yo creo que siempre para un artista, ponerle nombres a los cuadros o a la obra en general, a veces nos resulta difícil y va a haber algunos como “Abstracto número 1” o “Sin título”, entonces a mis crippangies les puse nombres así porque el primer animal que yo fundí fue un toro: le puse “Adán”, porque “Génesis” ya está muy choteado, y dije “no” a todos esos nombres comunes.
Yo no pienso el nombre hasta que tengo la figura. Todo esto es con mucho respeto a las religiones. La primera figura que hice fue toro-luna, no fue la primera que fundí, fue la primera que hice de toda la colección; entonces dije: si es un toro-luna va a ser Eva. Y así cada uno tiene su historia.
*TRABAJO CON LOS INSTRUMENTOS DE DENTISTA
-Usted también se ha expresado a través de otras disciplinas de la plástica, como la pintura, ¿qué es lo que le ofreció la escultura para entrar a trabajarla de lleno?
-Mira, eso lo tengo desde chica, yo no lo había concientizado, pero todo mundo usamos plastilina y pintamos de chicos. En mi caso, cuando yo me cansaba de jugar con mis hermanos, que eran puros hombres y eran puros juegos bruscos, yo me ponía a jugar plastilina, era chica, de 6, 8 o 10 años.
Entonces pasa el tiempo y yo lo hago a un lado sin querer, inconscientemente, me dedico a la pintura. Y cuando llego al taller de escultura pues lo saco; aparte mi papá era dentista y esculpía dientes, parece mentira pero trabajo con los instrumentos de mi papá, mi papá ya murió. Yo trabajo con los instrumentos de dentista. Yo no uso los instrumentos normales de escultor.
Yo sigo pintando y voy a seguir pintando toda la vida, pero la escultura es otra forma de expresión, porque aparte de hacer esto hago vitrales, pinto en piedra, pinto en tela, pinto en paredes, pinto en todos lados.
Mi escultura es divertida. Y es otra manera de expresarme y siempre estoy buscando cómo hacer, nuevas técnicas, siempre estoy estudiando.
*HOMENAJE A GUERREROS, PERO FUERTES
-Después de esta colección de crippangies, ¿va a seguir ampliándola o hasta ahí va a llegar?
-No, mis crippangies ya son parte de mí, son mis hijos. Obviamente voy a hacer otras cosas, me pongo en mente lo que voy a hacer: voy a hacer un homenaje a la gente que lucha contra el cáncer, porque mi papá murió de cáncer, y tengo muchos amigos y amigas que desgraciadamente tienen esto. Y es como una catarsis también y un homenaje a ellos, que sí son unos guerreros, pero fuertes. Yo creo que lo haré en la escultura.
*SON LO QUE PODEMOS RESCATAR DE LAS LÁGRIMAS
-¿De qué manera invitaría al público a acercarse a ver la muestra que presenta de crippangies?, ¿qué se va a encontrar en caso de que asista?
-Se va a encontrar una serie de animales que tienen reminiscencias etruscas, romanas, griegas, y es la parte alegre, lo que podemos rescatar del trabajo, de las broncas, de las lágrimas o del esfuerzo también tan fuerte. Se van a encontrar piezas muy simpáticas porque son juguetonas, tienen movimiento. Bueno, yo amo a mis hijos.