Bajo el Volcán

Evidencia de lo otro, muestra del arte abstracto de Teresa Rubio, en galería de la UAEM

En sus pinturas, “pueden manifestarse libremente los gritos y susurros que cada uno de los visitantes alberga en su fuero interno”

Una docena de acrílicos sobre tela correspondientes a la serie De lo otro (2014), es el contenido de la exposición Evidencia de lo otro, que la pintora mexicana Teresa Rubio presenta en la galería “Víctor Manuel Contreras” en la torre de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). 

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La muestra de la obra abstracta de esta artista fue inaugurada en ese recinto la tarde del pasado miércoles 12 de agosto,  en donde la mirada del espectador es llevada a reconocer Otros vislumbres, Otras profundidades, Otros reinos, Otras sutilidades, Otras revelaciones, Otros reflejos yOtros aires.  

El maestro de origen suizo Roger von Gunten –con quien comparte el espacio de exhibición- ha escrito que el arte de Teresa Rubio es, como ella misma dice, “el testimonio de una constante búsqueda e indagación acerca de la doble pero complementaria individualidad de la imagen pictórica. Ésta aunque compuesta de formas, colores y diversas técnicas de factura, no ha de verse como un mero ensamble estético de elementos visuales sino como un organismo imaginario autónomo que, además de su configuración formal, encierra una realidad onírica que se sustrae a la observación directa y sólo revela su naturaleza ante la contemplación de un espectador atento e intuitivo.”

Podemos hacer un experimento que muestra de manera contundente esa dualidad de percepción racional y respuesta vivencial –agrega el pintor-: “si miramos durante cierto tiempo una superficie verde para cerrar luego los ojos, veremos aparecer en la obscuridad un vivo color rojo, producido por nuestro cerebro con el fin de compensar y completar el estímulo cromático anterior (el verde) con su color complementario que resulta ser el rojo, y así restablecer la totalidad acromática de la pareja verde/rojo. 

“Veremos que el hecho de mirar un color determinado con los ojos abiertos es una experiencia de orden común; compatible con cualquier número de personas que verán todas lo mismo, mientras la creación de su color complementario en la retina de nuestros ojos constituye una vivencia personal participativa.”

Von Gunten reflexiona que uno de los aspectos más notables de la obra de Teresa Rubio “corresponde a la posibilidad (y hasta necesidad) de que el espectador participe activamente en la percepción y apreciación de la realidad otra encriptada y codificada en las componentes visuales de sus pinturas. 

“Estas siempre bellas, precisas y elocuentes composiciones, nunca encierran nuestra imaginación en la jaula de un hecho plástico consumado en forma de un centro de acción, una figura protagónica o una escena prefabricada. Al contrario, las obras de la artista ejecutadas con vibrante vitalidad crean espacios, entornos sonoros y silenciosos en los cuales pueden manifestarse libremente los gritos y susurros que cada uno de los visitantes de esta exposición, a su modo y entendimiento, ha de albergar en su fuero interno.

“La veracidad de esta obra es el medio con el que se mide su mensaje”, concluye el artista europeo en sus apreciaciones.

Otras de las piezas que pueden contemplarse en esta exhibición son Otros firmamentos, Otros desafíos, Otras amplitudes, Otros resplandores y La otra orilla.

Dentro de la sala de exposición, un texto de Henry Dyson, responsable de Bellas Artes en la Universidad de Durham en Inglaterra, es el encargado de la presentación de la muestra. 

Ese autor señala que “con maestría en el uso de la pintura, una sensible composición, tono, uso exquisito del color y formas que parecen joyas, los cuadros de Teresa estimulan al observador a ver el mundo aparentemente escondido de la tensión creativa y los valores estéticos inherentes  a la Naturaleza. 

“A menudo, las imágenes parecen un tesoro de valiosas gemas de ámbitos desafiantes, imaginativos y misteriosos. Todo arte es esencialmente abstracto y, a mi parecer, la obra de Teresa es pintura abstracta en su mejor expresión, pues aquí las cosas intuidas y observadas se nos presentan de maneras desconocidas y lo que uno pensaba que le era familiar repentinamente se ve como un descubrimiento refrescantemente nuevo y apasionante.

Añade que esas pinturas “están basadas en una observación sensible y una reflexión seria de lo que parece subyacer bajo la superficie de la realidad. Teresa se aproxima a los fenómenos naturales  con una apertura deleitosa en el juego siempre cambiante, de materia y energía, respondiendo con el corazón, la mente, los ojos y las manos antes de compartir su visión personal en la pintura. Es una aproximación esencialmente espiritual a la hazaña artística. Con espontaneidad y disciplina, produce su arte con habilidad meticulosa.  

Por último, define que el arte de Teresa Rubio afirma su vida “explorada”,

“como una artista que genuinamente contempla las realidades más profundas del Ser y Llegar a Ser y expresa exitosamente en sus pinturas, los resultados de una búsqueda esencialmente mística.”

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