La obra, “producto de mi preocupación social”, dice su creador
Exhiben en La Casona, en Cuernavaca, la muestra colectiva Repudiar la represión, homenaje a la pieza“Una gente como yo, que ha estado trabajando en la pintura, en el grabado, cerca de seres pensantes, pues estaba indignadísimo; entonces mi reacción fue hacer un grabado que desde ese momento le puse Libertad de expresión.
”El grabado más reconocido, nacional e internacionalmente, del artista mexicano Adolfo Mexiac es, sin duda, el titulado Libertad de expresión. Esa obra cumple en 2014, 60 años de haber sido creada.
El mes pasado, una reproducción de esa pieza fue el obsequio que el periódico cultural De largo aliento, entregó a sus lectores.
En Cuernavaca, donde radica el maestro Mexiac desde hace décadas, fue inaugurada el sábado 8 de noviembre la muestra colectiva Repudiar la represión. Homenaje a los 60 años del grabado Libertad de Expresión del maestro Adolfo Mexiac, en el Museo La Casona Spencer, en Cuernavaca.
Dentro de esa exposición participan la Facultad de Artes de la UNAM, El Nido (Estado de México), La Peña José Marti (D.F.), Tebac (Tlaxcala), Escuela de Cultura Popular ``Martíres del 68" (D.F.), TIR (D.F.) y artistas de Cuernavaca: Adolfo Mexiac, Patricia Salas, Alejandro Aranda, Dany Hurpin y Xerxez Díaz.
Hace más de 10 años hablamos sobre ese trabajo con Adolfo Mexiac. Esto es un fragmento de lo que dijo entonces a Bajo el volcán.
Coordinación de “Bajo el volcán”.
El coraje y la indignación fueron las motivaciones que, hace cincuenta años, impulsaron las manos del artista plástico michoacano Adolfo Mexiac (1927), para darle forma al que se convertiría en su grabado más famoso: Libertad de expresión, pieza en donde se ve la desesperación de un rostro indígena por querer hablar pero no lo puedo hacer al tener la boca aprisionada por eslabones de una gruesa cadena y un candado.
Esas mismas emociones, pero nacidas de sectores sociales de México y muchos otros países del mundo, transformaron a esa imagen en un icono: se impuso como bandera para enarbolar movimientos populares, sin que el pintor y muralista se lo hubiera imaginado en el momento en que lo creó.
En entrevista con Bajo el volcán -y luego de estar casi tres años fuera de Cuernavaca-, Adolfo Mexiac cuenta la historia de esta poderosa figura y las dos razones para ser creada: la invasión de los Estados Unidos a Guatemala en 1954 y, en ese mismo año, las consecuencias políticas que tuvo el homenaje póstumo a la pintora Frida Kahlo, en el Palacio de Bellas Artes.
“El grabado es producto de mi preocupación social –dice el artista de 76 años-; yo trabajaba en 1954 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En ese año los norteamericanos invadieron Guatemala y nosotros estábamos muy cerca de los acontecimientos: veíamos pasar aviones con cierta regularidad, obviamente militares, eso nos tenía inquietos, con mucho coraje, porque ningún país tiene derecho a intervenir en las decisiones de otro.
“Entonces esa fue una de las razones de este grabado, pero además, coincidió con la muerte de Frida Kahlo: cuando la velaron en el Palacio de Bellas Artes, Diego Rivera –su marido- le puso encima (del féretro) la bandera de su partido, el comunista y eso dio origen a represalias, a que corrieran al director de Bellas Artes, y todas esas cosas.
“Y una gente como yo, que ha estado trabajando en la pintura, en el grabado, cerca de seres pensantes, pues estaba indignadísimo; entonces mi reacción fue hacer un grabado que desde ese momento le puse Libertad de expresión, como una alegoría al asunto, y utilicé como modelo a un muchacho tzotzil.”
Relata que, una vez terminada, mandó ésa y otras piezas a las ferias del libro que ya se hacían en México, y a las exposiciones organizadas por el Taller de Gráfica Popular (TGP), y cuando acudió a un Festival de la Juventud a Viena, en 1959, intercambió sus obras con otras delegaciones de diferentes países con quienes tuvo contacto.
Fue así que “los compañeros franceses lo utilizaron después, en 1968, en carteles del movimiento de ese año, y por el lado del TGP, como hubo exposiciones en muchos países, principalmente socialistas: Checoslovaquia, Polonia, URSS, China, entonces se popularizó mucho, después ya me ubicaban fácilmente por ese grabado.
En 1968 se utilizó también aquí, en México, yo estaba cerca de todo ese movimiento, y me preguntaron si lo podían usar, yo respondí que sí, y se ha utilizado en movimientos chicanos, en muchas partes, ya yo no sé ni dónde anda”.