"Estas actividades ayudan mucho a ir creando consciencia, no solamente entre la población común y corriente, sino también en la gente que hace la crítica, la teoría, en los académicos, que se den cuenta que lo que estamos haciendo es una posibilidad de incrustarse, de aportar elementos en la cultura universal.”
El hecho de que, en este mundo globalizado, hay jóvenes indígenas que sienten vergüenza de hablar sus lenguas originarias, no es algo gratuito.
“Todos los medios de comunicación están, todos los días, bombardeando con un mensaje de que lo bueno es lo que están mostrando, es la cultura global; entonces, si no estás inserto en ella estás mal.
“No hay campañas para que los jóvenes fortalezcan su identidad, para revalorar su lengua, su cultura. Hay actividades como ésta, pero que tampoco llegan a más población, entonces está muy reducido el ámbito donde ellos pueden tener mayor información de lo que son y asumirlo con orgullo, revalorarse, asumir su identidad, y eso es parte de un proceso en el que hay que trabajar”.
Así lo señaló el escritor oaxaqueño Juan Gregorio Regino, tras ofrecer un recital poético, en lengua mazateca, titulado Ngata’ara Stsee, Qué siga lloviendo, la tarde del martes 20 de mayo en el Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO), en Cuernavaca.
El ganador del Premio Nezahualcóyotl en Lenguas Indígenas (1996), ha presentado su obra en Estados Unidos, América del Sur y en países de Europa. Por eso se le cuestiona cómo ha sido recibido en aquellas latitudes.
“No quiero hablar mal de lo que es la sociedad y la cultura mexicana, que podríamos decir que es muy malinchista –responde el autor-, pero creo que en otros países están sedientos de cosas nuevas, de cosa innovadoras y no están viendo lo indígena como lo primitivo, como lo exótico, como lo raro, sino como una cultura, como un arte, como una propuesta seria, innovadora, que puede alternar con cualquier otra expresión cultural o artística del mundo”.
En el extranjero están abiertas estas posibilidades, añade el poeta, “en México está costando trabajo, no hay mucho ese aprecio por lo que somos, sino más bien una negación o un prejuicio que están ahí, en medio, y además, todavía incluso lo que hacemos no alcanza el estatus de literatura, hay esos prejuicios y esa es la realidad”.
Por eso, destacó que actividades como la desarrollada en el MMAPO, “ayudan mucho a ir creando consciencia, no solamente entre la población común y corriente, sino también en la gente que hace la crítica, en la gente que hace la teoría, en los académicos; que se den cuenta que lo que estamos haciendo no es un experimento, que es una cosa seria, probada en otros lugares y que es una posibilidad de incrustarse, de aportar elementos en la cultura universal”, sostuvo.
-¿Es decir, qué todo esto es más revalorado afuera que dentro de nuestro país?
-Desgraciadamente así es.
*LA ESCUELA ES EL CAMINO
En el marco del Día Mundial de la Diversidad Cultural, Juan Gregorio Regino añadió que para cambiar esa situación, “la escuela es el camino: los niños están libres de prejuicios, están en la mejor edad para aprender que somos una sociedad multicultural, multilingüe. En otros países las lenguas son obligatorias; en la Comunidad Económica Europea, por ejemplo, su política lingüística se basa en el conocimiento de tres lenguas, una lengua local, una nacional y una internacional”.
Eso quiere decir, explicó, que en México tendríamos que aprender una lengua local: en el estado de Morelos el náhuatl, el español y el inglés o el francés, que es la lengua internacional.
“Eso haría a los niños con una capacidad con habilidades, con mayores herramientas para desenvolverse, es decir, estamos dejando pasar una gran oportunidad para que nuestros niños, potencialmente, tengan más elementos. Estamos negando esa posibilidad al estar negando la inclusión de esas lenguas en la currícula de la educación básica”, subrayó.
*LOS MEDIOS DEBEN ABRIRSE A LA DIVERSIDAD SOCIAL
De igual modo, continuó, los medios de comunicación deben de tener un mayor compromiso con la sociedad, con la diversidad, con los pueblos, y en ese sentido tienen que abrir espacios.
“Nos encontramos con experiencias que ya están mostrando el camino, porque de otra manera los pueblos no tienen esos espacios, pero además, en la propia Ley General de Derechos Lingüísticos, que reconoce a las lenguas indígenas como lenguas nacionales, en uno de sus artículos establece las obligación del Estado de abrir espacios oficiales para mostrar a las lenguas indígenas.
“Creo que hace falta mayor conocimiento de esta ley, mayor sensibilidad y eso haría más modernos a los medios, más contemporáneos, más incluyentes. Ellos tienen que dar cuenta de la diversidad de la sociedad, tienen un papel muy importante, fundamental, para llegar a sus lectores o a su auditorio y mostrar esta realidad de lo que es México”, enfatizó.
Reiteró que espacios para actividades culturales como los recitales en lenguas originarias, “son muy importantes para visibilizar la presencia indígena, y no la que podemos encontrar a menudo en cualquier lugar, en cualquier contexto, sino la presencia también de su arte, de su cultura, de todo este bagaje que trae consigo y que solamente en estos espacios encuentra lugar para difundirse. Estos espacios ayudan a sensibilizar a la sociedad de que no somos una cultura homogénea, sino un abanico de posibilidades, de colores, un crisol de luz, de sonidos, de diversidad”, finalizó.