Lectura 3 - 5 minutosStudent Energy nace en Canadá con la idea de crear un movimiento de estudiantes comprometidos con fomentar la transición hacia un futuro energético sustentable. Como visión, tienen el objetivo de educar, motivar y unificar a los futuros líderes del sector en cuestión. Para lograrlo, desde el 2006 realizan cumbres anuales en distintas partes del mundo.
La cumbre de este año se llevó a cabo en Bali, la isla con más afluencia turística de Indonesia. En esta cumbre, más de 600 universitarios de 120 países nos reunimos para discutir el panorama energético mundial. El lema de la cumbre fue “Conectar lo desconectado”, haciendo alusión al 1.1 billones de personas que no tienen acceso a la energía. La frase se presta a muchas interpretaciones, sin embargo, los asistentes fuimos testigos de una gran conexión: La formación de una red amistosa de colegas dispuestos a enfrentar los retos del presente con una visión global y multidisciplinaria. Entre los asistentes me encontré con abogados, economistas e ingenieros de todo tipo de ramas, quienes analizaban las problemáticas desde su punto de vista profesional y cultural.
Una característica de los eventos de Student Energy es que son cumbres organizadas por estudiantes, para estudiantes. Es sorprendente la capacidad del equipo de jóvenes encargados de coordinar el evento, ya que la calidad de éste fue ejemplar. Hilman Syahri, el presidente de ISES 2015, nos platicaba que su Universidad (ubicada en la ciudad de Bandung) se encuentra a 1,160 km de Bali, por lo cual coordinar un evento a esa distancia al principio parecía una tarea imposible. Yo comprendo a Hilman, ya que cuando me enteré de que habría un congreso de energía en el Sudeste de Asia, ni siquiera me cruzó por la mente la posibilidad de participar. Al parecer, ambos teníamos retos con los cuales lidiar. A mi historia sumo el caso de muchos otros colegas quienes hicieron todo lo que se encontraba en sus manos para asistir a la cumbre. Fue con satisfacción cuando vimos la culminación de nuestros logros al ser partícipes de la séptima edición de la Cumbre Internacional de Estudiantes en Energía.
Las temáticas de las conferencias fueron diversas ya que versaban desde la investigación de biocombustibles de tercera generación, hasta el empoderamiento de la mujer en el sector energético. Tras tres días de aprendizaje, discusión y reflexión, se concluyó que la transición energética sustentable es un tema que debe estar presente de manera prioritaria en la agenda de cualquier nación. Nos comprometimos a motivar dicha transición desde nuestros países de origen, pero ahora con una visión global. Asimismo, se realizó consciencia acerca de llegar a acuerdos internacionales, como es el caso de la XXI Conferencia sobre el cambio climático que se llevará a cabo en París a finales de este año. Como la cumbre, dicha conferencia es una excelente oportunidad para trabajar en equipo por un objetivo en común.
En México también existen grandes retos. Nuestra geografía nos permite aprovechar los recursos naturales de manera sostenible para propiciar una generación de energía limpia. Además, contamos con instancias académicas de alto nivel en donde la docencia e investigación giran en torno a la innovación tecnológica del país. La preparación de profesionales capacitados para enfrentar dichos retos en un futuro cercano es la apuesta de hoy en día. Mi participación en la cumbre fue posible gracias a la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología del estado de Morelos. Así como mi pasión por temas de energía la atribuyo al Instituto de Energías Renovables de la UNAM. Es por ello que estoy comprometida con mi país y con el mundo para conectar lo que se encuentra desconectado.
Siempre se nos ha dicho que la juventud es la responsable de cambiar al mundo, refiriéndose a un futuro en el cual nos encontraremos como tomadores de decisiones. Sin embargo, la cumbre me demostró que el futuro está aquí y que los jóvenes somos capaces de enfrentarlo. Somos una generación con la obligación de solucionar los errores de nuestros antecesores, rompiendo los estereotipos impuestos e innovando mentalidades en torno al cambio. En la actualidad, la falta de educación ya no es una limitante y debemos utilizarla como un arma para el desarrollo de nuestros países. Considerar nuestras realidades como una misma, ya que los desafíos energéticos que enfrentamos son de carácter universal y por ende su solución debe ser colectiva, y sobre todo compartir el conocimiento ya que ahí se encuentra la clave hacia el progreso.
Estefanía Villavicencio Montoya
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