La semana pasada se llevó a cabo en Tepoztlán un evento sobre chamanismo y medicina tradicional, que fue ampliamente difundido por el gobierno del estado en todos los medios de comunicación, incluidos anuncios espectaculares, abundantes inserciones de prensa y sobre todo en la televisión en horario “triple A” (a la hora de mayor audiencia, durante el noticiero nacional nocturno más visto). No recuerdo ningún otro encuentro o congreso desarrollado en Morelos, de los varios que se llevan a cabo cada año en diferentes disciplinas, que haya tenido tal difusión pagada por el gobierno estatal. Me pregunté qué tendría de especial un encuentro de chamanes y busqué una definición en la enciclopedia “Wikipedia” y encontré lo siguiente:
“El chamán (del idioma tungu, de Siberia, xaman o schaman, y éste del verbo scha, "saber"), es un individuo al que se le atribuye la capacidad de modificar la realidad o la percepción colectiva de ésta, de maneras que no responden a una lógica causal. Esto se puede expresar finalmente, por ejemplo, en la facultad de curar, de comunicarse con los espíritus y de presentar habilidades visionarias y adivinatorias... Entre sus funciones están comunicarse con los espíritus para corregir los errores de la comunidad a la que pertenecen, por lo cual también restauran la armonía entre el hombre, su mundo espiritual y el mundo físico.”
El lector podrá creer o no en los poderes mencionados y podrá o no confiar en la curación de algún mal (incluido el de amores...) basada en las prácticas del chamanismo. Lo que me intriga es que este tipo de actividades reciban una inusitada publicidad por parte del gobierno del estado, en particular por la Secretaría de Turismo. En un artículo anterior (ver: http://sites.google.com/site/semueveunion/home/Anteriores/2011/110713.pdf) comenté en esta columna sobre los resultados de una encuesta que llevó a cabo el INEGI y el Conacyt sobre la percepción pública de la ciencia en nuestro país, y uno de los hallazgos fue que, de forma mayoritaria, la población mexicana “confía en la fé y poco en la ciencia” y que cerca del 40% de la población mexicana encuestada en realidad piensa que los ovnis son naves tripuladas por extraterrestres y no distingue la diferencia entre la lucrativa pseudociencia que es la astrología y la sólida ciencia que es la astronomía. En ese sentido, parece que mi duda original se disipa: la enorme visibilidad que se le dio a este encuentro de chamanes debe obedecer a un criterio estrictamente turístico-comercial. Desde luego que promover el turismo en Morelos es algo que debemos hacer y que se debe hacer intensamente; sin embargo, hay muchos otros campos de la actividad que se llevan a cabo en nuestro estado que tienen un amplio potencial turístico. En nuestro estado se llevan a cabo regularmente congresos científicos del mayor nivel nacional e internacional, incluido uno, por ejemplo, sobre toxinas de animales ponzoñosos, área en la que los investigadores que trabajan en Morelos son líderes mundiales y que han desarrollado, por citar un ejemplo, los mejores y más efectivos antivenenos contra la picadura de alacrán. Sin embargo, no recuerdo ningún anuncio espectacular ni promoción televisiva en horario estelar de ese congreso (ni de ningún otro que haya tenido que ver con las ciencias naturales, aquellas que no pueden recurrir a argumentos sobrenaturales para explicar el mundo y la naturaleza). Sin embargo, Morelos podría convertirse en un lugar muy atractivo para organizar muchos más congresos, nacionales o internacionales, si hubiera una política clara de fomento en ese sentido. Esta actividad arrojaría una derrama económica sustancial al estado y contribuiría también a dar una imagen de Morelos que vaya mas allá de la magia, el buen clima y las indudables bellezas naturales, arqueológicas y arquitectónicas con que contamos.
En la página oficial del encuentro de chamanes se lee que entre sus objetivos estuvo el de “...fortalecer el respeto por este tipo de prácticas...”. En mi opinión y dados los resultados de la encuesta del INEGI-Conacyt, en nuestro estado lo que realmente se necesita es una mejor apreciación y respeto por los conocimientos científicos, por las metodologías de la ciencia y por el conocimiento de los atractivos científicos de nuestro estado, representados por los casi 40 centros de investigación, la actividad de cerca de dos mil personas dedicadas a la investigación y el entusiasmo que le ponen a su trabajo. Desde aquí, me atrevo a proponerle al secretario de Turismo del estado que, con el fin de promover el turismo científico de nuestro estado, se pudiera divulgar ampliamente el video producido por la Academia de Ciencias de Morelos (con recursos obtenidos por concurso en el fondo mixto Conacyt-gobierno del estado de Morelos) titulado “Morelos: los caminos del conocmiento”, del cual puede verse una versión corta en: http://www.youtube.com/watch?v=2WG6878229A.
1 comentario
Hey
Doctor Galindo, soy una exdiplomante, no se si me recuerda, maestra del… Compartelo!