Aunque claramente estas noticias podrían referirse a nuestro país, tendríamos que matizarlas; en particular, nuestros jóvenes se van a engrosar preferentemente las filas de la delincuencia que las del desempleo universitario. ¿Qué será peor?
Hace algunas semanas, les comentaba que en Haití la mayoría de las personas capacitadas lo era en disciplinas sociales y humanidades y que había un raquítico interés por las ciencias naturales, exactas y las ingenierías; hecho que, en mi opinión, es una de las causas de la actual pobreza de ese país. Es más, de acuerdo con un estudio conjunto del Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los países del norte de África al igual que Haití producen más licenciados en ciencias sociales y humanas de los que necesitan. Por supuesto, que las ciencias sociales y humanas son muy importantes, pero cuando una comunidad, una sociedad o un país, no prepara a un sector de su población en áreas científicas y tecnológicas se autocondena a la dependencia tecnológica eterna. El balance entre los aspectos sociales, humanos y científico-tecnológicos es fundamental. Ahora que si deseamos un desarrollo sustentable, se requiere el conocimiento y comprensión de las interacciones de la sociedad y economía con el ambiente.
Creo que en México no hemos perdido este balance, pero nuestra situación puede ser peor: estamos claudicando en la preparación de nuestros jóvenes; nos hacen falta científicos, ingenieros, humanistas, en fin personas preparadas en todas las áreas del conocimiento para que puedan tomar decisiones con fundamento.
De esta manera, las actividades que involucren aspectos sociales, científicos y tecnológicos en un marco donde se valore el entorno ambiental deben ser promovidas y más entre nuestros jóvenes.
En esta columna se ha mencionado mucho las bondades del sistema científico-tecnológico del estado de Morelos, que se mide con estándares internacionales. En mi opinión, la comparación con similares en el ámbito internacional permite tener certeza sobre la calidad del trabajo. Les comento que en México ya estamos teniendo actividades que son reconocidas a nivel internacional. En esta ocasión, me refiero a un festival de cine ambiental: Cinema Planeta (www.cinemaplaneta.org), festival que se celebrará del 11 al 19 de marzo en Cuernavaca y del 22 al 27 de marzo en la Cd. de México, que ya tiene reconocimiento nacional e internacional después de sus primeras dos ediciones. Este festival, además de presentar propuestas artísticas muy interesantes, aborda desde diferentes perspectivas la problemática ambiental enfatizando las relaciones sociales involucradas y, como algo diferente, está interesado en interaccionar con el sistema científico. En particular, ha invitado a la Academia de Ciencias de Morelos a discutir y resaltar o en su caso cuestionar la problemática ambiental planteada en las películas durante las presentaciones para jóvenes.
La propuesta parece ser muy interesante: amalgamar aspectos artísticos, sociales, ambientales y científicos en un festival de cine ambiental, la acción suena retadora, y considero lo más importante, puede ser prometedora para nuestros jóvenes. Esto es sólo un ejemplo; consolidemos y construyamos más actividades para nuestra población.