La escasa seriedad de las autoridades educativas ha llevado muchas veces a choques y el sindicato magisterial se ha visto obligado a sacar a sus huestes a la calle, a fin de forzar el cabal cumplimiento oficial en lo que se refiere al pago de salarios y prestaciones, que suelen ser escamoteadas y “jineteadas” por quienes manejan el presupuesto educativo.
Todo indica que ya luego de muchos jaloneos entre ambas partes, casi se llega a la regularización en el tema, pero no ha sido una tarea fácil de lograr, la dirigente del SNTE, Gabriela Bañón Estrada, ha debido meter presión a fin de poder responderle a sus representados.
Habría que reconocer que la lideresa mantiene, a pesar de tantos problemas, bajo control a una organización sindical combativa, que por el propio nivel intelectual y de conciencia de los maestros, no está dispuesta a aceptar el atropello, así venga de los niveles superiores del ejercicio del poder.
Salvo alguna coyuntura medio difícil, que se presentó en la entidad en lo más ríspido de las protestas nacionales en contra de la reforma educativa, Bañón ha podido mantener el ambiente en calma, sin embargo, eso tampoco significa que las cosas se estén manejando bien en el IEBEM, sigue habiendo indicios de serias irregularidades, que a lo mejor, por no ser de injerencia directa de los profesores, no generan mayor conflicto, pero que sí se antoja dan muestra de que se sigue haciendo negocio a nombre de la educación.
Nos referiremos a un tema que es polémica entre educadores, el relacionado con Escuelas al 100, que evidencia serias irregularidades y que debería merecer una investigación a fondo para poder saber si hay gato encerrado.
La Unión de Morelos cuenta con el testimonio de algunas directoras de planteles y lo que mencionan parece irregular. Una de ellas decía que concursó para dicho programa y logró la asignación de 1.5 millones de pesos.
Hace mucho dice estar presionando para que le construyan una o dos aulas más, porque hay sobrepoblación infantil. A su juicio, con esos recursos le alcanzaba para un salón, sólo que desde el sector educativo le dijeron que no, que el dinero era exclusivamente para remiendos, o sea, pintura, renovación de pisos, aunque no estuvieran mal y otros trabajos sin importancia.
Es decir, los fondos se manejan desde las instancias oficiales y a su arbitrio, van condicionados a tal o cual acción, incluso les indican en qué negocios hay que comprar los materiales y cuánto deben costar. Ellos mismos tienen las empresas que desarrollan los trabajos y lo que se puede terminar en un mes, puede durar más de un año, no hay seriedad.
Bueno, incluso en torno al caso, ya hay la intervención del presidente de la mesa directiva del Congreso de la Unión, Javier Bolaños Aguilar, quien seguramente tras algunas quejas, convocó a directoras de escuelas con programas al 100 para que le platicaran lo que pasaba sobre el asunto y ahí en la Cámara de Diputados le explicaron más o menos lo que arriba le describo.
El diputado acabó sugiriéndoles que si ellas no estaban contentas con la aplicación de esos fondos, rechazaran los pagos, no firmaran y exigieran una investigación. Más o menos en eso andan las cosas en este momento, pero la realidad es que ahí debe estarse dando una desviación cuantiosa de dinero que debería ser mejor aprovechado.
Estamos en el entendido de que por intervención del legislador federal Bolaños Aguilar, ya se comienza a indagar porqué el programa se presta a tantas irregularidades y seguramente se va a encontrar el meollo del caso.
Bueno, también aquí la Sección 19 del SNTE debería echar un vistazo, no estaría por demás desarrollar alguna investigación para llamar a su corrección y sus maestras tienen todos los elementos para lograr resultados casi de inmediato.
A nivel estado, deben ser muchos los millones de pesos que Escuelas al 100 ejerce y cuyo dinero termina en la basura, porque no se utiliza para cosas sustanciales, lo único que se busca es justificar con facturas su aplicación, no existe interés alguno por mejorar la infraestructura de educación, algo muy raro viene ocurriendo en ese sentido.
Ya le decíamos, con lo que les tocó, decenas de planteles pudieron construir más aulas, pero no les permitieron más que repintarlos y con pintura de ínfima calidad, porque la que estaba era mucho mejor que la actual. Una directora decía que en su caso, aún no terminan de pintar y ya donde iniciaron está peor que antes.