En una ya larga lucha por el control en el ejercicio del poder han venido ventilando sus diferencias de manera pública y abierta. Los monopolios en la cúpula no dan tregua entre sí y convierten la batalla por los espacios político electorales en un penoso cochinero, de cuya batalla sólo surge lodo y genera vergüenza al interior y exterior de éste país.
Como que ya estamos llegando a los extremos; casos como el del gobernador con licencia de Veracruz Javier Duarte y otros más, muestran el grado de perversión que se practica en las alturas y que es motivo de repudio y condena popular, porque se ofende la dignidad de los gobernados, que en una absoluta mayoría, enfrenta condiciones económicas dramáticas.
Seguramente por esas razones es que el presidente del CEN de la red de Jóvenes por México, agrupación priista, Pablo Angulo Briseño, ha solicitado a la dirigencia nacional de su partido cerrarle la entrada a esa institución a los corruptos, hipócritas y mentirosos que usan las siglas para enriquecerse.
La observación y demanda no están nada mal, tampoco se falta a la verdad. Sin embargo, habrá que ver quién le pone el cascabel al gato, porque si esa medida se ejerciera a rajatabla, el Revolucionario Institucional se quedaría casi sin cuadros distinguidos.
Claro, no es un asunto privativo del tricolor, desafortunadamente la maldad y la perversidad se encuentran en todos lados y el resto de los partidos no escapa a ello, porque además, ya se acabaron las militancias definidas y permanentes, los personajes de ese mundo se mueven de acuerdo a sus intereses y a las tendencias electorales.
Hay rostros que por mucho tiempo disfrutaron de privilegios en el ejercicio del poder, por la vía del PRI que de pronto se volvieron “democráticos” y hasta fundaron nuevos partidos y siguen ocupando espacios en las estructuras de gobierno o en las cámaras de senadores y diputados federales.
Un ejemplo de lo anterior es Manuel Bartlett Díaz, actual senador, coordinador del grupo parlamentario del Partido del Trabajo. Su caso es inédito, porque ahora se dice de izquierda cuando a él se atribuye que "se cayera" el sistema de conteo electoral en las elecciones del 6 de julio de 1988 a fin de quitarle el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en aquella polémica contienda. Se desempeñaba como Secretario de Gobernación en el régimen de Miguel de la Madrid Hurtado.
Pero como él, pululan por todos lados cientos de personajes que han hecho de la política su modus vivendi y la mayoría vive en la opulencia, con base en el erario público, así que quitarlos de en medio sería una acción titánica, porque además, en buena medida, son ellos los que toman las decisiones.
Lo señalado por el joven priista Angulo Briseño es la absoluta realidad: la falta de pulcritud de la mayoría de quienes “representan” al pueblo y en todos los partidos, nos tiene en condiciones graves, pero limpiar la casa no es para nada cosa menor, hay que enfrentarse a un poderoso monstruo de mil cabezas, la corrupción se observa en todos lados y desde arriba hasta el piso, pasando por los tres poderes y niveles de gobierno.
Es más fácil que los poquitos buenos salgan a que los malvados suelten el hueso. Primero se mueren en la raya, porque además, se escucha grosero, pero no están acostumbrado a trabajar, a ganarse la vida con el sudor de su frente
Sin embargo, por algo lo habrá dicho el muchacho, ojalá que se haga el intento, que ya es mucho agradecer.
CUAUTLA: EL PAGO DE FACTURAS AJENAS
En otro orden de ideas, en Cuautla, como ocurre en la mayor parte de los ayuntamientos, el alcalde Raúl Tadeo Nava viene pagando facturas ajenas, pesadas deudas heredadas por su antecesor, Jesús González Otero. Uno de esos gordos pasivos es a causa del incumplimiento de la administración anterior en el pago de prestaciones a sus empleados, pués les quedó a deber unos tres aguinaldos y muchas quincenas.
Pero lo anterior no tendría mayor relevancia si no fuera porque, de acuerdo a denuncias de funcionarios actuales de esa comuna hechas llegar a esta casa editorial, aún sin tener el derecho legal, los miembros del cabildo anterior, incluyendo a González Otero, sí se pagaron sus tres meses de aguinaldo.
Ya incluso se busca la manera de llamarlos a cuentas, porque ocurre que intentando no ser evidenciados, usaron prestanombres para "bajar" el dinero. Cada regidor, síndico y alcalde, tenían entre dos o tres “aviadores” dados de alta en la nómina, como supuesto personal de confianza, y fue a través de ellos que lograron obtener en promedio 120 mil pesos por esa prestación, porque cada uno tenía un salario de 20 mil pesos.
Otro paquete igual de difícil de cubrir por este gobierno municipal es el referente a prestadores de servicio.
Aquí no se pagaron compromisos a empresarios del área de diseño, papelería e imprenta y cuyos afectados recurrieron a los tribunales competentes, como en el caso de los expedientes 45/2015 y 497/2016.
La cosa tampoco termina ahí, porque en materia de laudos Cuautla enfrenta 444, que representan un reclamo de más de 72 millones de pesos e incluso, nueve de ellos vienen ya con orden de destitución para el presidente Tadeo Nava que, todo indica, no encuentra la forma de superar la adversidad y busca afanosamente negociaciones con los demandantes a fin de salvar el cuero.
De manera global, la alcaldía se encuentra descapitalizada, su presupuesto actual no alcanza para cumplir los compromisos y para el 2017 las cosas no cambiarán mucho.
Sin embargo, quienes sufren las consecuencias son los gobernados, porque igual que en la mayoría de los municipios, no hay obras pública, mientras las necesidades de la población se van acumulando gradualmente. Pero no se aprecia voluntad como para aplicarle la ley a los responsables. Como que son uno más de los casos de omisión e impunidad tolerados por el sistema gubernamental.