Si bien vía la Secretaría de Gobernación se ha aceptado hacerle algunas revisiones, en lo sustancial, se mantiene y ahora con el respaldo de los jefes de las entidades.
Lo anterior, seguramente vendrá acompañado de reacciones por parte del ala radical del magisterio, aquellos identificados con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con fuerte presencia en Oaxaca, Michoacán o Chiapas.
Sin embargo, se parece estar aprovechando el fin de año escolar para reforzar las líneas de acción en defensa de la nueva ley, aunque aquí en Morelos algunos líderes de la CNTE advirtieron que de no encontrar respuesta a sus reclamos en la materia, buscarían movilizar a sus bases a fin de que no arranque el próximo ciclo escolar.
Pero conforme a lo que se ha logrado conocer respecto a las razones de fondo de los movimientos de resistencia es que vienen anclados a intereses de carácter electoral y ello hace casi imposible lograr un acuerdo con las esferas gubernamentales.
O sea, en Palacio Nacional no se chupan el dedo, saben perfectamente cuáles son los fines de quienes han mostrado rebeldía y desobediencia en el acatamiento de las nuevas reglas en materia de educación. Tienen clara la película en el sentido de que es el aspirante presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, quien orienta las acciones a seguir a fin de poner en evidencia las debilidades del régimen en turno.
El tabasqueño sabe que va por su última carta, buscar la presidencia en las elecciones del 2018 y para él no hay mañana, si se le escapa por tercera ocasión, su deseo de gobernar a este país se habrá frustrado; por eso dará la pelea por las vías que sean, aún desafiando las instituciones.
Si bien es cierto que en casi la mitad de los estados de la república se han dado manifestaciones del magisterio en contra de la reforma educativa, son escasamente representativas, salvo en las entidades inicialmente mencionadas. Seguramente por eso y con el fin de irle cerrando los caminos a AMLO, es que los gobernadores decidieron sumar fuerzas.
La absoluta mayoría de los partidos y de aquellos que tienen aspiraciones presidenciales no quieren ver a Obrador en las boletas electorales de la justa en puerta, ya que ha demostrado ser un personaje muy peligroso en ese sentido y la pretensión es evitar que llegue con posibilidades.
A los que ejercen el poder les queda todavía un buen tramo para maniobrar en materia educativa, deben tener ya estrategias y cálculos para medir la fuerza de reacción de los inconformes, pero seguramente le apuestan a su cansancio. El nivel de protesta ya es menor hoy que hace algunas semanas y el periodo vacacional les viene muy bien a los operadores oficiales.
Pero todo indica que más que la intención de echar abajo las modificaciones, lo que está en juego es la batalla por la presidencia de la república en la justa entrante y AMLO se va a morir en la raya. Lo que vemos es un juego de estrategias entre gobierno y rebeldes.
LÍMITES TERRITORIALES, IGNORANCIA OFICIAL
Por otro lado, luego de intentos de algunas instancias de gobierno en administraciones anteriores para recuperar miles de hectáreas del estado de Morelos, ocupadas por vecinos de entidades como Puebla o el Estado de México, el tema simplemente se quedó ahí, sin ser atendido.
Hace unos días, un ex funcionario de una de las dependencias federales que tienen que ver con el asunto, refería que es verdaderamente penoso que las instancias gubernamentales del estado que tienen que ver con el asunto, desconozcan sus respectivas competencias y sigan permitiendo el abuso a los morelenses.
Y puso el ejemplo de mil hectáreas que mantienen en posesión habitantes de la comunidad de Ocuilan, del Estado de México. Ahí, recordó, hace poco se suscitó un grave problema: como los manantiales que abastecen de agua a Huitzilac están dentro de esas mil hectáreas, los de aquella población simplemente cortaron el flujo del vital líquido.
Dice que el Ayuntamiento de Huitzilac le pidió asesoría y con las manos en la cintura se destrabó el asunto, porque pudimos demostrar que los ojos de agua estaban del lado de Morelos y además, que un recurso como ese es propiedad de la nación.
No obstante, agregó que a pesar de esas evidencias mostradas en el litigio, ninguna autoridad del estado se interesó en iniciar el procedimiento legal que corresponde para recuperar las mil hectáreas y dice que por lo que ha podido darse cuenta, es por ignorancia, ya que hay quienes no conocen su estado y no tienen idea de dónde están parados.
Es un problema añejo pero real, y Morelos tendría que hacer algo porque entre ocupaciones por el Estado de México y de Puebla, son dos o tres mil las hectáreas que se encuentran en manos ajenas, por incapacidad gubernamental o falta de interés para demostrar ante las instancias competentes que ese territorio nos pertenece.
Pero es en lo tocante a las mil hectáreas de Ocuilan donde habría que proceder con más interés, porque a decir de éste ex funcionario federal, en ese lugar se encuentran los yacimientos de agua que alimentan a Huitzilac, parte de Cuernavaca, Temixco y Miacatlán.
En las administraciones de Jorge Morales Barud -que fue un periodo de dos años- y luego con Sergio Estrada se hicieron algunos intentos, y eso porque se generaron movimientos de habitantes en municipios como Temoac o Tlaquiltenango, pero los gobiernos siguientes debían darle seguimiento al tema y no lo hicieron.
No hay la más mínima intención al respecto, pero porque se desconoce del asunto; la mayor parte de los recursos humanos de las instituciones actuales son gente que viene de fuera, de tal forma que no tienen antecedentes históricos de lo que pasa.
Bueno, se decía a La Unión de Morelos, que de acuerdo a antecedentes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hay bienes comunales no reconocidos, uno de ellos, el de Santa Catarina, pero eso tampoco lo saben a fondo ni los comuneros.