Aquí le hemos insistido mucho en que las cosas han venido complicándose cada vez más, sobre todo en lo que tiene que ver con la exigencia de fuertes cantidades como "derecho de piso" (extorsión) , a todo tipo de negocios, de parte de los grupos de la delincuencia organizada, sin que se observe alguna reacción de parte de la Comisión Estatal de Seguridad para impedirlo.
No hay freno alguno para los delincuentes, con todo descaro están ampliando su espacio de influencia y causando graves problemas a la planta productiva. Ya no sólo van contra aquellos negocios medianos o grandes, cualquier puesto de chicles o garnachas tiene que entrarle con su respectiva cuota o se atienen a las consecuencias.
Hasta hace poco, la región sur poniente de Morelos era la de más alta incidencia en esa modalidad de extorsiones, pero la parte oriente es hoy territorio sin ley, lo que ha obligado a habitantes de Zacualpan de Amilpas, Yecapixtla, Totolapan o Tetela del Volcán, incluyendo a Cuautla, a poner un ultimátum al gobierno del estado.
Es decir, si en el mes concedido no hay una respuesta visible, empezarán a trabajar con grupos armados de auto defensa y con la advertencia de que ya no darán ni un centavo a los malosos, pues mejor invertirán el dinero en armamento.
Para acabar pronto, no nos equivocamos cuando sostenemos que el mando Único ha sido un rotundo fracaso y que no hay incapacidad gubernamental para enfrentar a los malosos, o existen complicidades que impiden avanzar en esa materia. Reiteramos, nosotros sostenemos que es lo último, los acuerdos con grupos de la mafia no permiten meter al orden a los cabecillas.
Y si la actitud sigue siendo de desprecio, las autodefensas se van a generalizar, porque la maña ya opera fuertemente en plazas que antes se consideraban pacíficas, como la misma capital del estado, donde el cobro de cuotas de seguridad viene en crecimiento.
Por eso anticipamos que la administración estatal pudiera comenzar a perder el control y a ser rebasada por la decisión popular de generar sus propias condiciones para defenderse de los delincuentes. Sería el acabose. Sólo faltaba que tuviéramos que echar mano de las armas de fuego para poder hacernos justicia por propia mano ante la complicidad oficial.
Si ya el Estado de Derecho se encuentra quebrantado, imagínese a lo que podemos llegar. Simplemente la autoridad como tal perdería razón de ser y viviríamos en medio de una batalla campal, todos contra todos, pero por lo visto, no estamos lejos de eso.
Lamentablemente falta seriedad y humildad oficial para aceptar el estado de cosas; desde el gobierno se insiste en que estamos tranquilos y que no pasa nada, sólo que entre ellos no se ponen de acuerdo y las mentiras salen a flote en las primeras de cambio.
Un compañero que labora en el ayuntamiento de Xochitepec comentaba que hace una semana y medio más o menos, la presidenta estatal del sistema DIF-Morelos encabezó un evento en esa localidad.
Sin que viniera al caso, comenzó a referirse al secuestro del menor en Yautepec y aseguró que era otro invento de los medios de información, que no había nada de eso. Pero destaca que al día siguiente, en su twitter, el gobernador Graco Ramírez subió la información en el sentido de que el menor había sido rescatado. Es decir, era cierto, pero han venido negando la realidad de las cosas y por eso nadie les puede creer.
Sobre el clima de inseguridad en toda la entidad, la cantaleta es la misma, no pasa nada, la delincuencia está a la baja, el trabajo ha dado resultados y sólo se dan casos aislados. El problema es que ya se llegó al cansancio social y la paciencia se termina: O cumplen con su responsabilidad constitucional de salvaguardar nuestras garantías, o el pueblo se arma de valor para desterrar a los delincuentes.
El riesgo es que entremos en un ambiente de ingobernabilidad más grave del que ya padecemos, incluso con algunas víctimas inocentes, porque los maloras no bajarán los brazos por las buenas, pero igual y al final, se logra apaciguar la entidad.
Por lo pronto, bajo el concepto de rondines comunitarios, ciudadanos de muchos pueblos, colonias y comunidades han empezado a desarrollar tareas de prevención y vigilancia en lo que pudiera convertirse en auto defensas al corto plazo.
Igual y la preocupación y la lumbre les llega a los aparejos a nuestros funcionarios policiacos, por eso es que volvemos a presenciar contingentes de militares y hasta marinos en algunos puntos del estado. Se destaca que han venido incluso haciendo detenciones de policías locales presuntamente coludidos con la maña.
Particularmente se habló de una incursión en Temixco mediante la cual se sometió a algunos agentes del municipio y que estarían en investigación. Sólo de esa forma podríamos avanzar un poco, porque está demostrado que las corporaciones estatales ya no dan para más.
Por eso es que las más recientes detenciones de presuntos capos del narcotráfico se han dado por la vía de la Policía Federal y del Ejército Mexicano, como que en el estado ni por enterados se dan de lo que está ocurriendo y es lo mejor, porque con toda seguridad, son los que le soplan a los delincuentes para que se den a la fuga.
Las cosas continúan mal, esto no tiene solución inmediata con los mecanismos y estrategias locales, algo muy fuerte tendrá que ocurrir para que se recomponga la situación, difícilmente como sociedad podemos aguantar más irresponsabilidades y simulaciones de los servidores públicos. O Graco se pone las pilas, o que decline por incapacidad manifiesta, es lo menos que se le debe reclamar, porque de otra forma, el estado comenzará a sufrir más consecuencias: la planta productiva está al borde del colapso por el asedio de la delincuencia.