Por eso nos llama la atención que ayer familiares suyos ofrecieran una rueda de prensa en la que mostraron poca credibilidad en la teoría oficial y más bien estimaron que pudo ser un intento de secuestro, porque además, traía únicamente 14 pesos en el bolsillo y una cadena de oro, de lo cual no lo despojaron, entonces ¿Cuál fue la realidad?
La familia está muy molesta y razones sobran para ello. Sostienen que “son tres años de vivir en medio de la inseguridad, la omisión y las complicidades de las autoridades competentes con la delincuencia” y todo indica que les asiste la razón.
Incluso advierten que buscarán hacer llegar su queja directamente a la presidencia de la República, porque igualmente señalan que las expresiones de inconformidad en el estado son menospreciadas por el gobierno y sus instituciones.
Gradualmente, por este y otros casos más, se observa que de nuevo, los grupos organizados del delito están rebasando a las autoridades. Cada vez se actúa con mayor violencia y saña ante la pasividad gubernamental, estamos regresando a coyunturas de barbarie como en el pasado reciente.
El Grupo de Coordinación Morelos (GCM) acaba de sostener una reunión, ojalá que haya sido para hacer una valoración respecto a lo que está pasando, porque los malosos se le vienen subiendo a las barbas al famoso comisionado de seguridad, Jesús Alberto Capella y, como los peleadores a punto de caer, ni las manos mete, con todo y su Mando Único.
Como que han estado dando “palos de ciego”, ya ve lo que habían dicho respecto a un doble asesinato en Yautepec, que se habían ahogado, sólo que después los encontraron decapitados y amarrados, cosa que evidenció que en muchas de las ocasiones los voceros oficiales no saben lo que dicen.
Pero éste caso de García Moreno es particularmente preocupante, porque la familia está dispuesta a llegar a donde sea a fin de lograr que por lo menos se dé con los responsables, ya que hasta el momento, como pasa en prácticamente el 98 por ciento de casos graves, no hay pistas de los criminales.
Otra expresión de la familia que llamó la atención, es aquello de que hay un hartazgo y también con ello parecen reproducir puntualmente el sentimiento que priva en la opinión pública mayoritaria, pero que a nivel de gobierno se busca desestimar.
Pero ¿es que ante el ambiente desatado de delincuencia, el estado como ente de gobierno no va a reaccionar?
Como que la población se está cansando de ser ignorada y hasta perseguida sólo por reclamar la protección de sus derechos ciudadanos, y eso es muy arriesgado para las mismas instituciones, ¿no le parece?
Por eso sería conveniente preguntarnos ¿cuánto tiempo más vamos a aguantar esta situación?, pareciera que vivimos en dos mundos distintos, si usted le pregunta a los responsable de nuestra seguridad sobre el tema, lo menos que le dicen es que vivimos en un lecho de rosas, pero como ciudadanos pensamos que estamos en el mismo infierno.
Todo lleva a considerar que la estrategia del Mando Único policiaco no logró los objetivos esperados y que ha fracasado, pero las autoridades se niegan a aceptarlo, se aferran a un discurso que está lejos de la realidad y en tanto no admitan el error, los paganos seguiremos siendo nosotros, porque no se modificarán las estrategias de combate.
Es difícil entender cómo es que las fuerzas policiacas de los tres niveles de gobierno no sean capaces de detener la ola de violencia que se prolonga ya por años, porque necesariamente deben saber quiénes son los cabecillas de los grupos que fomentan el terror en diversas regiones de Morelos.
Sería ingenuo pensar lo contrario, cuando disponen de una serie de instrumentos hasta tecnológicos para el desarrollo de investigaciones. La pregunta en todo caso sería ¿y por qué no proceden en contra de ellos?
La obligada respuesta es, porque no quieren y entonces, ¿qué es lo que les impide actuar?, la intuición es que hay complicidades.
Pero no serían ya tanto de los agentes policiacos, sino de los mandos medios y superiores, que son finalmente los que orientan y dirigen el combate, si es que se le puede llamar así, porque todo parece un simulacro; los malillas se siguen riendo de ellos, cometiendo los delitos a la luz del día, mostrando que no hay autoridades que los frenen.
POR ALUSIONES, RESPONDE SICILIA
En otro tema, el pasado 29 de los corrientes, durante el evento en el que se inauguraron las instalaciones de la Comisión de Auxilio a Víctimas, los voceros oficiales señalaron que se le habían entregado 500 mil pesos al escritor Javier Sicilia para un trabajo especial en materia de víctimas del delito.
Por alusiones, el señor ya contestó y aclaró que quienes lo acusan faltan a la verdad, porque el dinero se entregó a la Secretaria de Cultura de Morelos y también a la del Distrito Federal, que en todo caso, que a esas instancias se les pida cuentas sobre los recursos.
Pero el poeta, que desde luego no iba permitir tal calumnia, agregó que “en gobierno andan muy enojados, porque les molesta que sigamos exigiendo que saquen las manos de las fosas de Tetelcingo en Cuautla y buscan venganza con quien se ponga enfrente”.
Incluso adelantó que en lo referente al texto sobre las víctimas de la delincuencia, ya está prácticamente listo y estaría saliendo a la luz el mes entrante, pero reiteró que él no ha recibido un solo centavo del dinero del que se habla y lo que se intenta, es calumniarlo. Sí que el señor estaba bastante enojado, lanzó dos o tres expresiones de pocos amigos y no es para menos, se le exhibió en público, como se hizo con las comisionadas de auxilio a víctimas.