Muchos conflictos enfrentó durante los más de tres años que fungió como titular de salud, seguramente el más difícil para ella, fue la confrontación con el dirigente del sindicato del ramo Gil Magadán, quien siempre mantuvo su posición en el sentido de que en esa dependencia se cometían serias irregularidades en lo que tiene que ver con la compra de medicamentos, donde se invierten sumas millonarias.
En su oportunidad, su pareja Ariel Homero López Rivera dijo que ella, de acuerdo a las estructuras funcionales de la secretaría, no tenía injerencia alguna en lo que tenía que ver con las adquisiciones, porque conforme a las normas internas, había una junta de gobierno o consejo de administración que era el competente y por lo tanto, de haber anomalías, entonces la responsabilidad caería en ellos.
Pero una fuente informativa cercana al gobernador, quien por cierto aseguró que quien la sustituirá será la actual titular de los servicios de salud Patricia Mora, dijo a La Unión de Morelos que la doctora Vesta ya había intentado separarse del cargo en diversas ocasiones, sin embargo el gobernador logró siempre convencerla de que no lo hiciera, pero en esta ocasión y a fin de que eso no pudiera pasar, decidió hacerlo del conocimiento general.
Vesta ya había desempeñado cargos públicos en el pasado, durante el gobierno de Jorge Carrillo Olea fue directora General del Hospital del Niño Morelense, se le considera una profesional en su materia y una persona muy recia en su trabajo, sin embargo las cosas se le salieron de control desde hace tiempo. La fuente informativa antes mencionada comentó que lo que más le molestaba, era que sin ser responsable de algunos posibles manejos económicos incorrectos al interior de los sistemas de salud, era quien pagaba las consecuencias por señalamientos permanentes en su contra. Aunque también se empezó a impulsar la versión de que optó por la renuncia, porque recibió una atractiva oferta de chamba en la Ciudad de México.
Pero ayer, ningún funcionario aceptó ofrecer información sobre el hecho, el secretario de gobierno Matías Quiroz Medina, a quien compete aclarar este tipo de temas, a través de sus voceros transmitió a los medios informativos que no llegaría a Palacio, es decir que seguramente el asunto será ventilado el lunes próximo. Pero sí se sigue dando por hecho que será la actual titular de los servicios de salud, Patricia Mora, quien se quede al frente.
Claro, de inmediato aparecieron todo tipo de especulaciones. Algunas fuentes informativas oficiales decían que será un doctor, procedente de Jojutla, de militancia perredista, el que asumirá la dependencia; otros que no, que el diputado local Jaime Álvarez Cisneros pedirá licencia en el Congreso para regresar al gabinete, ahora como secretario de gobierno porque sería el actual funcionario Quiroz Medina, en su calidad de médico, el que sustituya a Vesta.
Pero no importan los motivos de la renuncia, el caso es que personal de la secretaría sí sostiene que estos tres años fueron lamentables, por el visible mal manejo de los recursos presupuestales, compra de equipos médicos de mala calidad, insuficiencia de cuadros de medicamentos en clínicas y hospitales, porque nadie sabía hacia dónde se canalizaban cientos de millones de pesos que debían ser para ofrecer un buen servicio a la sociedad.
Con todos esos antecedentes, lo menos que debiera pasar es la aplicación de una auditoría, pero por un organismo externo o por lo menos de la Federación, porque la Contraloría General del estado y la carabina de Ambrosio son lo mismo, es una instancia complaciente y más bien orientada a encubrir cualquier evidencia de corrupción en todas las áreas gubernamentales, es en esencia un “elefante blanco”.
Ese fue el origen del pleito con el sindicato, porque seguramente desde dentro es más fácil darse cuenta de todo lo que ocurre, finalmente el personal médico tiene datos de primera mano, porque para el buen desempeño de su labor, cada vez contaban con menos instrumentos y sobre todo de ínfima calidad, eso sí facturados a precio de primer mundo, porque de esa manera se vienen dando los desvíos, de acuerdo a las referencias.
Y el líder sindical debe tener muchos elementos de lo que ha estado sosteniendo, porque cuenta con el respaldo de la absoluta mayoría del personal, a eso se debe que a pesar de los esfuerzos que desde muy arriba se hicieron para quitarlo de en medio, nunca lo lograron. Es decir médicos, enfermeras y auxiliares están con él, porque saben que le asiste la razón y primero se tuvo que ir ella.
Como quiera que sea, sí fue algo sorprendente que decidiera salir del equipo porque se le consideraba una de las más sólidas en su posición, igual que otras de sus compañeras del gabinete. Ahora, quien, se afirma, está de regreso, es el ex secretario de desarrollo agropecuario Roberto Ruiz Silva. Desde finales del año pasado se insistía y se señala que en unas semanas más retomará esa misma responsabilidad, que porque el actual Pedro Pimentel Rivas no ha dado el ancho.
Ahora bien, la sustitución de mandos tampoco será la solución al caso de la Secretaría de Salud, quien llegue tendrá que continuar permitiendo un manejo discrecional de recursos del presupuesto, porque el control de las finanzas ahí no corresponde al titular, la estructuración de competencias se diseñó de tal manera, que pareciera llevar precisamente ese fin, facilitar las cosas muy en particular en lo que tiene que ver con la compra de insumos, mediante la entrega de contratos a empresas determinadas, por eso se advierte que en nada aunque se cambie de secretario.