Uno de ésos, quizás el más importante por su trascendencia, es el referente al Mando Único policiaco, los acuerdos signados pasarán a mejor vida con fecha 31 de enero, por eso desde la administración pública estatal andan bastante apresurados, buscando por todas las vías posibles, incluyendo aquellos no muy amigables, “convencer” a los ediles entrantes de que acepten el convenio.
Ayer mismo el secretario de Gobierno Matías Quiroz Medina reunió al mayor número de alcaldes electos para reiterarles que lo mejor, es que ratifiquen los acuerdos a fin de poder enfrentar las embestidas de la delincuencia, pero no avanzó mayor cosa, ni con los de casa, es decir los perredistas.
Uno de ellos dijo a La Unión de Morelos, al término del encuentro, que la mayoría absoluta, a excepción de dos que tres que ya están comprometidos como el de Jiutepec, Manuel Agüero Tovar, a quien le compraron la comuna, le dijeron al funcionario estatal que se tenía que comenzar desde abajo, es decir con reuniones con cada uno de los cabildos entrantes y después ir hacia arriba.
Aunque hubo quienes mantuvieron su posición de rechazo, desde luego quienes no acudieron fueron los del ayuntamiento capitalino, porque el presidente municipal en turno, Cuauhtémoc Blanco Bravo. mantiene su postura de no al Mando Único
Y a ese punto vamos, como ya es cosa de semanas para que el trienio actual concluya, comienza a verse cierta desesperación en Palacio de Gobierno estatal, el futbolista empieza a ser blanco de todo tipo de descalificaciones en el ánimo de ir desprestigiándolo y presionándolo para que acepte dicho modelo policiaco.
Hace muy bien con no caer en el juego, lo más prudente es aplicarles aquella máxima de Don Quijote de que los perros ladran, luego entonces cabalgamos; caer en el juego de los dimes y diretes no sería nada inteligente, hay que dejar que se desgarren las vestiduras solos.
Pero en esas estamos, se le acusa de no ser político y carecer de experiencia en cuestiones de ejercicio público y gubernamental, pero algo que significó mucho para que él lograra apabullar a sus adversarios, sobre todo al candidato del gobierno en turno, fue precisamente ese argumento: no ser político.
Y particularmente en este momento, para la mayoría de los ciudadanos, la expresión “política” es sinónimo de engaño, corrupción, falsedad, doble discurso, simulación y todas las agravantes que usted quiera agregarle, por eso no quieren saber nada de ellos.
Tampoco queremos decir que todos sean iguales y que no existan cuadros valiosos y con vocación de servicio, pero a lo mejor se encuentra uno por cada 100 y ya será mucho, así que no ser político tampoco equivale a fracasar, mejor hay que esperar a que el Cuau comience a ejercer el mandato para ver hacia dónde se dirige.
¿Qué el elector habría decidido mal?, si así llegara a ser, de todos modos él no tiene la culpa, tampoco los que votaron a su favor, son otra vez, esos políticos marrulleros, vende patrias, demagogos, que mantienen a este país y al estado sumido en la pobreza y la marginación, los que con sus malas acciones han decepcionado a la colectividad, obligándola a buscar distintas opciones. Pero como anticipan algunos compañeros del gremio, a Blanco Bravo le van a arreciar los golpes desde las trincheras de gobierno estatal, por ahí va la cosa.
VINICIO, ¿BORRÓN Y CUENTA NUEVA?
Y continuando con el tema de la política, ya viene apareciendo con mayor continuidad el secretario general de la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM), Vinicio Limón Rivera, ya se “destapó como aspirante al gobierno estatal por la vía independiente, que no ciudadana, porque sigue perteneciendo a un partido político.
Pide incluso que por sus acciones, frontales ahora contra ese instituto político, lo expulsen, porque seguramente prevé que con ello, le harían el “caldo gordo”, por eso quizás la dirigencia estatal guarde silencio y lo siga dejando que continúa con su estrategia.
Se queja del trato que en esa trinchera le han dado, sin embargo, más bien les debe prácticamente todo, de manera antidemocrática continúa como dirigente del sector obrero, cual franquicia heredada a un pequeño núcleo consanguíneo, desde los tiempos de quien fuera otro dirigente eterno del cetemismo Fidel Velázquez Sánchez, dejó la silla hasta que falleció. Éste va por el mismo camino, como ocurrió con Manuel Montalvo Medellín, su cuñado.
Incluso, la representación que tiene en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es parte de los espacios conseguidos al amparo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), porque obedece a recomendaciones y apoyos de personajes de las esferas políticas de primer nivel.
Por la falta de liderazgo en el sector obrero, la FTM fue perdiendo las cuotas políticas que le daba el partido en cada proceso electoral, hasta llegar casi a cero. Desde hace años, el Nuevo Grupo Sindical lo fue despojando de miles de agremiados, hasta ponerlo contra la pared.
Y en la justa del 2012, el propio Vinicio llamó a sus huestes a sufragar por una fórmula a la gubernatura contraria al instituto al que pertenece, es decir, hasta deslealtad, porque no se sintió satisfecho con lo que exigía para poder jalar con los suyos.
Habla de la corrupción de sus aún correligionarios de militancia partidista y se erige asimismo como el puro, quien ofrece salvar a los morelenses de la delicada situación en la que nos encontramos, o sea como que trata de aplicar un “borrón y cuenta nueva” en su propio pasado. Una especie de renacimiento en el que logró purificar todas sus culpas, para dar inicio a una nueva trayectoria, algo que no será nada fácil.