Por lo menos podemos hacer referencia a las administraciones de Remigio Álvarez Andrés, Dante Figueroa Castelar y Héctor Figueroa, recientemente depuesto por el edil Jorge Morales Barud con el propósito de buscar mejorar la capacidad, operatividad y eficiencia de este organismo de tanta trascendencia, ya que es el responsable de abastecer de agua a la capital estatal.
Con esa encomienda llegó Braulio Fabela Beltrán, quien, por lo que señalan algunos funcionarios menores del SAPAC, encontró la casa al revés, con finanzas prácticamente en quiebra, deficiencias históricas y una problemática creciente que se fue acumulando al paso de los años, por falta de compromiso de quienes tenían la responsabilidad de cumplir con la encomienda dada.
El nuevo director sin embargo parece dispuesto a cambiar la historia, porque además se comprometió ante el edil a entregar un sistema en mejores circunstancias y sólo tiene tres meses para ello. Es decir, de aquí al 31 de diciembre deberá resolver una serie de necesidades y enfrentar conflictos bastante pesados en diversos puntos de la ciudad, donde los pozos comienzan a sufrir desajustes por falta de mantenimiento.
No hay mucho de donde agarrar para recuperar los equipos, bombas e instalación o sustitución de redes de abastecimiento, que es otro conflicto de mucha dimensión y origen de cuantiosas figas del vital líquido que no deben seguir, porque el agua comienza a escasear, independientemente de que su calidad tampoco es la mejor, ya que esas fugas también significan ingreso de contaminación a las tuberías.
A Fabela Beltrán, como dice el dicho, le tocó “bailar con la más fea”, porque sin deberla, está tapando todos los hoyos que le dejaron sus antecesores y deberá hacerlo en tiempo récord, debido a que quienes ya vienen empujando a través de la comisión de entrega-recepción del nuevo cabildo que tomará protesta en enero, quieren todo en su lugar.
Y como que el SAPAC es un ente simbólico, por tratarse de la prestación de un servicio de primera mano para la ciudadanía, eso lo convierte en una caja de resonancia que incluso puede ser tomado como referencia para medir la eficiencia administrativa y funcional del ayuntamiento, por eso no es poca cosa y quien está al frente, se encuentra como “chivo en cristalería”, todo mundo lo vigila y cualquier falla en el suministro de agua en cualquier punto de la metrópoli, siempre llegará ahí. Por eso resulta tan significativo que por fin, se le esté dando la trascendencia y atención que se requiere a fin de evitar cortes y deficiencias en el suministro.
REVÉS A RAFAEL REYES EN JIUTEPEC
Y ayer, la sala superior del Tribunal Electoral de la Federación emitió la resolución definitiva en relación a las elecciones municipales por el ayuntamiento de Jiutepec, misma que favoreció al perredista Manuel Agüero Tovar, cuyo triunfo había sido impugnado por el aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rafael Reyes Reyes.
El agraviado, acompañado por el dirigente estatal del tricolor Rodolfo Becerril Straffon, dio a conocer su postura, señalando que aceptará los resultados, porque se dan en última instancia, no obstante dijo estar seguro de que el Tribunal Estatal Electoral ni siquiera se tomó la molestia, de cumplir con el ordenamiento que le había hecho el Tribunal Regional del Distrito Federal en torno a que profundizará en el tema del financiamiento y gasto de campaña del ahora edil electo.
Sólo agregó que el PRI en ese municipio mantendrá una posición irreductible de observancia en el buen ejercicio de los recursos presupuestales y anticipó que “ya el nuevo cabildo prepara una solicitud al Congreso local, a fin de que se les autorice la contratación de un crédito por 120 millones de pesos, desde luego que nosotros no apoyaremos esta intención de endeudar a la presidencia municipal por muchos años”.
Es decir, de buena o mala gana, debió admitir que los recursos legales no prosperaron, a pesar de que había elementos y pruebas que mostraban el derroche y desaseo con el que se condujo el proceso electoral en dicha localidad. La quema de la urna, diría, era motivo para una investigación, búsqueda de los responsables y aplicación de la ley. Sin embargo, el suceso quedó ahí, como si no hubiera pasado nada, recordó Rafa Reyes.
Con esta resolución, se vienen agotando las controversias derivadas de las elecciones del pasado 7 de junio, no obstante queda el paquete mayor, Cuernavaca, que de la misma manera está impugnada por el propio PRI y cuyo dictamen se espera en una o dos semanas. Aquí el proceso legal busca la anulación de los resultados, a fin de ir a una nueva elección. Hay que recordar que el candidato del Partido Social Demócrata (PSD), Cuauhtémoc Blanco Bravo, logró superar a su más cercano perseguidor, la candidata tricolor Maricela Velázquez Sánchez, por más de siete mil sufragios.
Sin embargo, el tricolor consideró que la jornada dominical de ese 7 de junio se vio manchada por incontables irregularidades que mostraban coacción del voto, y compra del mismo, independientemente de deficiencias en el conteo de paquetes electorales. Pero del mismo modo, los priistas reconocen que el menos responsable de todo lo anterior era el aspirante del PSD, porque ni siquiera contaba con la estructura de partido o capacidad económica para inducir los resultados a su favor. Hay quienes calculan que por ahí a mediados de octubre, los tribunales federales en la materia van a resolver este tema, por eso comienzan a correr todo tipo de versiones al respecto.