Y como hoy día los sistemas de comunicación lo facilitan todo, pues ya anda por ahí circulando el video en el que se enfrentaron entre sí, grupos internos durante una discusión posterior a los acuerdos mediante los cuales se asignaron las comisiones, por cierto, cediéndole todo el poder al Partido de la Revolución Democrática (PRD), vía su representación.
Uno de los que sacó la casta y puso a muchos de sus “compañeros” en su lugar, fue el legislador Jesús Escamilla Casarrubias.Les echó en cara su falta de seriedad y particularmente la deshonestidad con la que se condujeron en las primeras de cambio. Es decir, lo menos que les dijo fue que eran unos vendidos.
Y como la razón le asistía, pues prácticamente los calló a gritos; los aludidos sólo agachaban la cabeza, no podían mirarlo a los ojos.
Qué lamentable, porque lo que estamos viendo es un apresurado sometimiento del Poder Legislativo a las fuerzas políticas del partido en el gobierno y en términos más específicos, no hay equilibrio de poderes porque los señores diputados –en su absoluta mayoría, aunque hay excepciones- decidieron entregar la plaza antes de salir al ruedo.
Y mire que comenzaron a aparecer, previa toma de protesta y asunción de la representación, con discursos que mostraban un cambio de rumbo en comparación con la legislatura saliente, pues en este momento nos desdecimos, porque todo indica que eran puras llamaradas de petate, lo que querían era cotizarse más y seguramente lo lograron. Sin embargo, son ya objeto de crítica y de divisionismo en su interior, porque aquellos que no vendieron sus consciencias, los van a traer a salto de mata.
Y si las señales y evidencias al respecto no fueran suficientes, baste con ver el comportamiento que tuvieron ayer, cuando durante la sesión uno de los diputados propuso la comparecencia del comisionado de seguridad pública Jesús Alberto Capella Ibarra, el resultado fue negativo: 14 votaron en contra, sólo 13 a favor.
Lo anterior indica que buena parte de los “opositores” apoyaron la defensa que el grupo parlamentario perredista hizo del funcionario público y entonces el punto no prosperó. ¡Fíjese nada más!, el resultado de las propuestas ya muestran un cambio radical en el posicionamiento de la mayoría legislativa.
Y esto apenas comienza, estamos todavía en pañales, los señores están arrancando un periodo que se alarga tres años, en los que no se podrán esperar mayores resultados, por las circunstancias que los envuelven. Sin embargo, sí estimamos que quienes tendrán que dar reiteradamente la nota informativa más valiosa, serán aquellas dos o tres voces discordantes, que por las razones que sean, se mantuvieron al margen de los arreglos, así sea a costa de ser arrinconados por sus propios “compañeros”.
AJUSTES, ¿HASTA DÓNDE?
En otro sentido informativo, con todos los impactos que el país viene recibiendo a partir de desajustes económicos internacionales, todavía pudieran aparecer más sorpresas en lo que tiene que ver con la caída de ingresos y tendencias del Producto Interno Bruto (PIB), que llevan a la administración federal a ajustarse cada vez más el cinturón.
Ya para que se decidiera reducir la nómina a nivel Federación casi por 16 mil plazas, es porque no hay mucho margen de maniobra para sortear el magno problema, que desde luego no es privativo de esos niveles, las repercusiones alcanzarán con la misma fuerza a las entidades y aquí seguramente se habrá de hacer lo propio.
Claro, con mucha anticipación, en el gobierno de Morelos se dispuso de la baja de 601 plazas en la burocracia, se pusieron a caminar programas de austeridad diversos, como en gastos de representación de servidores públicos, servicio de telefonía o consumo de gasolina, por lo que se puede apreciar, las medidas podrían resultar insuficientes y entonces no se descarta que se le vuelva a pegar a las nóminas.
Por lo que dijo un subsecretario de Hacienda local, se antoja que se asumirán decisiones adicionales, de otra manera las cosas no cuadrarán a la hora de cumplir con compromisos derivados del ejercicio del poder estatal, seguramente algunas dependencias se verán reducidas en sus presupuestos.
Pero si lo anterior le pega a las entidades, tampoco los municipios escapan, porque las estructuras del poder público forman una cadena, que cuando crece la economía, beneficia a los tres niveles, pero cuando disminuye, los maltrata por igual.
La cosa es que vemos menores márgenes de maniobra en los ayuntamientos, hoy mismo muchos de ellos buscan afanosamente darle vuelta al delicado asunto de laudos vencidos, no hay dinero para pagarlos, sólo deudas y más compromisos.
Este asunto no viene solo, viene una pesada carga financiera hacia el fin de año, el pago de prestaciones a los trabajadores, sobre todo el aguinaldo. Se prevé que muchos ediles que ya se van, dejarán parte de la carga a quien los sustituye.
Ahora hay que sumarle una disminución también a sus participaciones estatales que los dejará más fríos y eso seguramente muchos no lo podrán enfrentar. Claro, aquí el temor es que surjan todo tipo de conflictos, derivados de una inactividad municipal frente a los ciudadanos, comenzando por la ausencia de obras e inversiones. Pero también desde dentro, porque a menor recurso, se requerirá adelgazar personal y esto va alimentando el círculo vicioso, despidos que tendrán que liquidarse para no llegar a laudos y sin dinero en la bolsa, sí que el futuro se asoma preocupante para todos.