Más aún, vista la jornada superficialmente, como que sólo se registraron incidentes menores; sin embargo, a medida que pudimos profundizar más en lo que venía ocurriendo entre las principales fuerzas de ambos bandos, se observaron sucesos interesantes.
Por ejemplo, se conoció el dato de que los amarillos pusieron a operar una flotilla nada despreciable de dos mil taxis para ofrecer transporte a sus simpatizantes. Éstos estuvieron asentados en tres puntos: los Citlalli, en la colonia Satélite, entre las calles Burgos y Adelfa; otra base en la calle H. Preciado, en lo que se conoce como puente Cuernavaca 2000, y un tercero en Santa María Ahuacatitlán.
Se aprecia que entre ambas trincheras existió siempre y a lo largo del proceso, una especie de infiltración mutua, de tal forma que en el cuartel tricolor se advirtió que “debido a la desventaja de los perredistas, éstos han considerado la posibilidad de buscar reventar la elección con el robo de casillas durante el encuentro de futbol México-Brasil.”
Considerando ésta señal, se aventuraron y con microbuses taponearon las entradas y salidas a las unidades de taxis que se encontraban en la Satélite, incluso se advirtió del temor de que se desatara la violencia, aunque finalmente parece que no ocurrió nada. Sin embargo, paralelamente se solicitó el apoyo de la Policía Federal para ir a poner guardia a lo que consideraron eran cinco o seis fortalezas del Mando Único para equilibrar fuerzas, y todo indica que funcionó.
Pero por ahí al filo de la una de la tarde, las fuerzas tricolores atraparon a una media docena de taxis acarreando gente a votar, les decomisaron el dinero que llevaban y ello obligó a Ben hur Hernández Bringas, hijo del dirigente del Nuevo Grupo Sindical, Bulmaro Hernández Juárez, a pedir tregua: en una llamada a uno de los operadores del PRI, le indicó que “ya no queremos más problemas, lo único que pedimos es que liberen nuestras unidades”.
Es decir, así fuera como reacción, los estrategas de ambos candidatos sostuvieron un duelo durante las 10 horas que duró la votación y al final, como suele ocurrir, cada fórmula se declaró ganadora. Velázquez Sánchez fue la primera en aparecer en rueda de prensa, casi simultáneamente, por el retraso que hubo en el caso de ella, hizo lo propio Cuauhtémoc Blanco Bravo y unos minutos después, el aspirante del PRD, Jorge Messeguer Guillén.
LA PELEO EL CUAUH
Y quien peleo con dignidad hasta el final fue el aspirante del Partido Social Demócrata (PSD), Cuauhtémoc Blanco Bravo. Aún con un vacío en lo que se refiere a sus representantes de casilla, al momento de redactar esta columna parecía colarse al segundo lugar, con una suma de votos bastante interesante, que amenazaba con remontar al primero.
Se aprecia que lo engañaron, porque en su declaración ante los medios, cuando acudió a votar, se mostró bastante molesto, porque dijo que no tenía representantes de la mayoría de las casillas, información que le dieron de última hora, claro. Es decir, le fallaron sus operadores, algo que veníamos advirtiendo con mucha anticipación.
Algunos de sus más cercanos colaboradores confiaron al reportero que el diputado local y ex alcalde capitalino Manuel Martínez Garrigós no habría cumplido el compromiso hecho con el futbolista de ofrecerle parte de las estructuras que conserva en la capital, porque muchos de quienes debían estar custodiando el voto suyo no llegaron.
Aún así, entrada la noche se le situaba como el que cerraba fuerte. Por eso él continuaba sosteniendo que se había llevado la victoria, pero ya conocemos este tipo de reacciones: mientras las cifras no sean oficiales, aquellos que están cerca del triunfo tienen que mantener las expectativas.
Y los que en esta capital parecían estar peleando con dignidad en lo que se refiere a la disputa por las diputaciones locales eran los panistas. En los primeros conteos de casillas mantenían expectativas de triunfo en dos distritos. Hacemos hincapié en ello porque se llegó a considerar que se estaban relegando mucho y que no tenían nada que hacer.
Claro, en lo que tiene que ver con la presidencia municipal, sí se veían atrás hasta altas horas de la noche. Su candidato Luis Miguel Ramírez Romero andaba por la cuarta posición, lo que mostraba ya una derrota inevitable. No obstante, en el resto del estado tampoco pintaba mucho en la pelea por las restantes 32 alcaldías y 14 legislaturas locales, pués su fortaleza continúa siendo Cuernavaca.
Hoy lunes, con certeza, ya tendremos mucha claridad respecto a quién se lleva la comuna capitalina. El Impepac tendrá ya un buen avance del conteo general que cada candidato está obligado a reconocer, porque en una democracia hay que saber perder, pero de cualquier manera, aparecerán una serie de quejas e impugnaciones que tratarán de cambiar la tendencia final, sobre todo de parte de quienes se sienten detrás.
Sin embargo, lo más trascendente de esta jornada dominical nos parece que fue su desarrollo en aparente tranquilidad. Es decir, la sangre no llegó al río y con eso es suficiente aunque, claro, el abstencionismo volvió a llevarse las estadísticas, ya que se continuaba estimando la participación en menos del 40 por ciento.
Pero a nivel de lucha de gubernaturas, el famoso “bronco”, candidato independiente a la primera magistratura de Nuevo León, se alzaba con el triunfo y con una ventaja irreversible; el PRI recuperaba el gobierno de Guerrero, que estaba en manos del PRD, y Michoacán también se lo llevaban los amarillos. Pero aún Oaxaca pudo desarrollar sus elecciones no obstante las resistencias.