Ojalá que sólo se trate de rumores y especulaciones, pero la realidad es que en el ambiente pululan toda clase de comentarios que advierten de una jornada poco tranquila. Ya habíamos comentado que se afirma que la semana anterior arribaron a Cuernavaca 100 “sicarios” de Guerrero y 300 “mapaches” de Tijuana para intentar inducir el voto hacia tal o cual candidato.
Que esos sujetos atacarán puntos clave del adversario, robarán urnas y cuando sea necesario, provocarán violencia para anular casillas. Que en diversos puntos de la ciudad hay verdaderos búnkeres repletos de despensas para desde muy temprana hora comenzar a entregarlas a quienes voten por sus colores partidistas.
Más aún, que en algunas partes de la capital ya se empezaron a filtrar mensajes, especialmente en redes, de la oferta del pago de voto hasta por tres mil pesos, por lo menos, eso surgió en torno a la colonia Alta Vista, pero que en promedio anda en los dos mil pesos, algo histórico, porque recordamos que en elecciones pasadas, a lo más que se llegó es a los mil, pues ahora están más cotizados.
Claro, el reclamo recurrente es contra el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), porque se le acusa de venir conduciéndose parcialmente a favor de uno de los partidos en lucha por ganar el proceso. Aquí desde el principio se criticó a la actual titular, Isabel León Trueba, porque se le atribuye militancia en la izquierda.
Pero de último momento se ha dicho que algunos sectores y organizaciones presionan con todo a sus agremiados a fin de obligarlos a votar por quienes los cabecillas o dirigentes quieren, casi específico, el del Nuevo Grupo Sindical, Bulmaro Hernández Juárez. Ya algunos comerciantes del primer cuadro de la capital han confesado que el señor los tiene amenazados para tal efecto, aunque uno de ellos dijo que “nos vinieron a imponer unos pegotes en nuestros puestos de venta, pero la realidad es que no vamos a aceptar estas imposiciones”.
Igual ocurre en lo que toca a la burocracia, que la mayoría de los secretarios de despacho les vienen pidiendo hasta las credenciales de elector a los empleados a fin de que sufraguen por una fórmula en particular, algo que tampoco se había presentado con tanta contundencia en procesos anteriores.
Por eso decimos que todas estas acciones, más las que se puedan agregar, pronostican una jornada dominical este fin de semana que entra, suficientemente movida, porque sobre todo los partidos que consideran tener posibilidades de ganar la principal plaza en disputa, el ayuntamiento capitalino, se están moviendo a máxima velocidad.
En conclusión, las señales que apreciamos por todos lados parecen evidenciar con claridad que esta elección no se distinguirá por ser un evento democrático y de libre determinación de los electores para votar por los candidatos que quieran, por el contrario, pudiera pasar a la historia como una de las más pervertidas y eso nos llevaría a pensar que quien gane llegaría con altos grados de ilegitimidad. Como que vamos en reversa en esto de la democratización.
Y después del domingo ¿qué?
Tristemente tendríamos que pronosticar un clima no menos preocupante después del domingo, con una serie de reclamos y denuncias ante los tribunales electorales, incluso con serias posibilidades en el intento de judicializar los resultados, hay quienes buscan como último recurso para evitar la derrota, que esas instancias decidan al triunfador, o en su caso, la misma anulación.
Bueno, ya en estos momentos el Tribunal Estatal Electoral y la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales tienen mucho trabajo que sacar, porque hay materia suficiente como para que se entretengan un buen rato. Ahora el bloque de partidos, Nueva Alianza, Revolucionario Institucional y Acción Nacional, hicieron una denuncia común en el sentido de que 19 funcionarios públicos de gobierno estatal, entre secretarios de despacho y subsecretarios, aparecen como representantes del PRD de las mesas de casilla, algo verdaderamente insólito.
Entre otros, aparecen la titular de Obras Públicas, Patricia Izquierdo Medina, el secretario de Desarrollo Sustentable, Topiltzin Contreras McBeath, la de Desarrollo Social, Blanca Estela Almazan, sólo por citar a algunos. Y que a diferencia de otras justas, esta vez el Impepac nunca oficializó la recepción de las boletas electorales que se utilizarán en la elección. Esto debió darse el 23 de mayo, pero ocurrió hasta el primero de junio
Con todos estos elementos es previsible que los resultados, en lo que toca a la capital del estado, sean severamente cuestionados, que buena parte de las casillas sean impugnadas y que afloren conflictos pos-electorales por todos lados, dando muestras de que las instituciones responsables de generar un clima armónico y de trato civilizado para estimular la participación ciudadana, no cumplieron hasta el momento con su cometido.
Por lo tanto, serán las responsables de entregar cuentas a los ciudadanos que continúan luchando por lograr algún día elegir concienzudamente a sus autoridades y representantes populares. En pleno siglo XXI la mayoría de la población sigue siendo objeto de violación en el ejercicio de sus derechos civiles.
Luego de cada elección, hay siempre denuncias por todos lados que se prolongan por algunas semanas, porque hay quienes se resisten a perder, así sea a la buena, pero esta vez pareciera que habrá mucha tela de donde cortar, por los extremos a los que se está llegando con tantas artimañas en juego. El estado de cosas no es como para echarle más leña al fuego, pero en la disputa por el control del poder y del dinero, como que todo es válido.