Pero lo que ocurre en el caso de algunos consejos electorales como el de Temixco, es para llorar, francamente es inadmisible el grado de ignorancia en materia que deberían ser depuestos del cargo, dirigir una elección es una alta responsabilidad y lo menos que como ciudadanos tenemos que reclamar, es gente capaz y comprometida con la legalidad y la democracia.
Analizábamos la denuncia pública que acaba de hacer quien fuera precisamente consejero presidente de lo que era el Instituto Estatal Electoral (IEE), en su versión anterior, Óscar Granat Herrera, a quien el consejo electoral de Temixco le negó el registro como candidato a diputado local por el V distrito, porque incumplía requisitos legales en lo referente al tiempo que ha transcurrido desde que dejó esa posición, en diciembre del 2012.
La norma específica que deben haber transcurrido dos años luego de ello para poder participar en un proceso electoral, el hombre lleva dos años cuatro meses, pero los “lúcidos” consejeros se sacaron de la manga que estuvo al frente del IEE hasta septiembre del 2014, hágansela buena, igual podría cobrar un año más. Y el argumento es sólo que “como es ampliamente conocido, Granat Herrera no puede ser candidato por incumplimiento de reglas”.
¿Es que ni siquiera son capaces de recurrir a algunas fuentes confiables, sobre todo documentales en materia de información para no dar palos de ciego? Es de considerar que el aspirante no tendrá problema alguno, tras interponer el recurso correspondiente ante el Consejo General del Impepac, al final tendrán que corregir el error, pero ¿qué necesidad hay de hacer estos panchos?
Y pensar que son esos personajes quienes conducirán el proceso, ciertamente que estamos mal y en todos lados, porque como decíamos inicialmente, el Impepac también ha dado mucho de qué hablar, porque pareciera que el grueso de esos consejeros desconocen el derecho electoral.
Algunos abogados decían por ejemplo que ¿con base en qué norma fueron aplazando los términos del registro de los candidatos a los distintos cargos de elección popular? Esa es una falta muy grave que jamás se había presentado. Y se hacía hincapié en que la ley y el derecho electoral, en el caso que nos ocupa, fija claramente los tiempos.
Es decir, al 15 de marzo los partidos políticos tenían que presentar todas sus propuestas, a partir de aquí, el Impepac contaba con ocho días para hacer las revisiones necesarias y negar o validar los registros. Sin embargo, violando esos plazos, por sus pantalones fueron posponiendo las fechas, con el garlito del tema de la equidad de género.
¿En qué parte de las normas se les faculta para hacer lo anterior?, si las hay, pues que las expongan, a lo mejor somos nosotros los ignorantes, pero tendrían que aclararlo. Pero lo que esos profesionales del Derecho señalaban es que “la falta en referencia puede originar que una vez concluido el proceso electoral, cuando a algún candidato registrado fuera de tiempo se le entregue la constancia de mayoría, con mucha razón alguno de sus adversarios perdedores lo puede impugnar e invalidarle el triunfo por culpa del órgano electoral”.
Si en realidad ello es así, habría que ver la gravedad de la falta, estaríamos en el riesgo de continuar padeciendo imprudencias en lo sucesivo y los señores no están ahí para comenzar a aprender, son pagados y bastante bien como para admitir esos tropiezos, se les debe exigir más seriedad en su desempeño.
No obstante, como también mencionábamos, desde el interior del Impepac hay quienes acusan a los consejeros de actitudes soberbias, reiteradas decisiones sin sustento legal. En general, una actitud de perdona vidas frente a todos, como si realmente supieran lo que vienen haciendo.
Es ahí donde se tiene que actuar con el ejemplo, porque nos encontramos en una coyuntura bastante complicada, lo menos que se dice es que el abstencionismo podría llegar al 70%, por la desilusión y desconfianza del electorado hacia los partidos e instituciones, por los pésimos resultados que le han venido dando quienes logran obtener cargos de representación popular.
Las instancias electorales deben por lo tanto ser garantes de confianza y seguridad, en el sentido de que nuestro voto será respetado y valorado cabalmente a la hora de hacer la contabilización de los mismos y como que no estamos precisamente viendo eso, más bien todo lo contrario.
Ya era suficiente con aquello de que para nada se trata de una instancia formada por ciudadanos sin compromisos con partidos políticos ni instancias gubernamentales, comenzando por Ana Isabel León Trueba, consejera presidente a quien se le liga con cierto instituto político y de ahí en adelante todo está igual, por lo menos los partidos considerados grandes PRD, PAN y PRI están representados ahí para cuidar sus propios intereses, no los del electorado.
Pero si a lo anterior le agregamos toda clase de acciones de inconsistencia, ¿a dónde vamos a dar?, como ciudadanos continuamos siendo víctimas del engaño, la traición, la simulación, todo está diseñado para que se aplique aquello de “que todo cambie, para que nada cambie”.
Sin embargo y también hay que decirlo, somos precisamente nosotros como ciudadanos los que no hemos sabido defender nuestros derechos, seguimos tolerando cualquier agresión a las leyes sin oponer la menor resistencia, habría que ir articulando y diseñando estrategias de lucha popular para frenar a los incapaces, someter al orden a los indisciplinados y voraces, hacer valer el principio de imparcialidad y de igualdad en la competencia electoral, porque es la demagogia, el dinero y el poder lo que induce triunfos artificiales, por eso acabamos con representaciones y autoridades ilegítimas.