Manolo llevó en todo momento una buena relación con los personajes de los primeros niveles del gobierno estatal. Cuando hubo necesidad de romper con su propia fracción para favorecer algunas iniciativas enviadas por el poder ejecutivo, no dudó en hacerlo y seguramente eso fue alimentando el entendimiento.
Pero se presentó un factor adicional que obligó a los estrategas electorales de la administración estatal y del Partido de la Revolución Democrática a aplicarse a fondo antes de que se les cayera el escenario en este municipio, que comenzaron gobernando con Silvia Salazar en el 2012.
Buena parte de sus cuadros decidieron abandonar la trinchera amarilla y engrosar las filas del nuevo partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que instala ahí sus reales y busca, en lo que toca a Morelos, convertir ese territorio en laboratorio electoral del 2015. Si en algún espacio de la entidad las nuevas siglas tienen esperanza de cosechar buenos resultados, es aquí, porque la alcaldesa y el senador Rabindranath Salazar Solorio encabezaron la desbandada perredista.
A partir de ahí, podría decirse que el PRD como tal quedaba sin pies ni cabeza en Jiutepec; bajo aquellos escenarios, estaban perdidos de antemano y había que hacer algo para buscar equilibrar la balanza y fue entonces cuando habrían comenzado los mayores acercamientos con Manolo. La propuesta era que encabezara la fórmula a la comuna, pero por el perredismo.
Se entiende que hubo arreglos y pactos que a estas alturas están definidos, por eso es que la postura de bases priistas en esa localidad ya preparan un documento que presentarán a la dirigencia estatal tricolor a fin de que formalice la expulsión del aún legislador de su bancada, que en realidad nunca funcionó como tal, porque desde el principio de la administración se observó el coqueteo, y sus tendencias a favorecer al régimen eran claras.
Todavía hasta hace unas tres semanas atrás encabezó un evento en conocido restaurante del centro de Cuernavaca, acompañado de Guadalupe Tovar, su prima y de Rafael Reyes Reyes, todos aspirantes a la alcaldía, para anunciar que irían en bloque, que decidirían la candidatura con base en una consulta abierta y quien la ganara tendría el respaldo de los perdedores, pero era sólo una estrategia para seguir manejando sus intereses muy personales.
El caso es que como quiera que sea, el personaje en cuestión recupera las esperanzas del PRD en ese espacio; de ninguna manera están dispuestos a permitir que Morena les arrebate el control, antes estarían dispuestos a ceder el poder a otro partido, incluso al PRI, pero jamás a las huestes de Andrés Manuel López Obrador.
Pero los priistas se quedan sin un aspirante, es decir, ahora irán contra él, ¿Qué tanto les afecta? Seguramente en alguna medida, porque el señor cuenta con economía solvente, de tal manera que tiene con qué ir a la campaña, independientemente de que en los acuerdos con PRD y gobierno debió amarrar un paquete financiero adicional, es decir, por dinero no hay problema, habrá que ver cuál es la reacción del electorado.
Hay pues dos que le quedan al Revolucionario Institucional: Lupita también tiene recursos para moverse, pero sólo hay un inconveniente, ya perdió la comuna ante Salazar Hernández en el 2012, y habrá que ver si eso no se le refleja, o en todo caso, le cede el lugar a Rafa.
¿Cómo irían en Jiutepec? Bueno, si Manolo está apalabrado, sería el candidato del PRD. Por Morena está perfilado quien ya fue edil hace unos años, Adolfo Barragán Cena, a quien se le considera un político con carisma y atracción, por eso se advierte que ahí podrían ganar por lo menos dos o tres regidurías.
El PRI se decidiría entre Lupita y Reyes Reyes. Del Partido Acción Nacional poco se sabe; todavía no enseñan sus cartas, pero se antoja que no tienen mucho que hacer.
Pero ahí hay otras posiciones importantes, como la diputación federal y dos locales y se reporta del tricolor que al Congreso de la Unión se perfila Vianey Nájera, que cuenta con liderazgo en buena parte de los sectores, sobre todo el obrero, que en esta parte de la entidad es importante, y ella viene de las filas cetemistas.
Y ya en medio de la especulación en torno al caso Manolo, se menciona que decidió dejarlos porque le exigían 20 millones por la candidatura. Aunque puede ser un rumor echado a caminar por él mismo para justificar su actitud.
De la manera que sea, ya desde el CDE se tiene pleno conocimiento de los acuerdos que hizo con gobierno y ahora sólo pedirán que renuncie a esas filas que lo habían llevado a la diputación federal en el trienio anterior.
Lo anterior indica que será una elección bastante complicada y de equilibrio de fuerzas, la representación en el cabildo va a ser muy pareja entre esas tres fuerzas políticas.
Ahora la atención se sigue centrando en Cuernavaca, aquí las mediciones no han cambiado desde hace meses, el PRI va con Matías Nazario Morales o Maricela Velázquez, el PRD con Jorge Messeguer; el PAN con Luis Miguel Ramírez o Javier Bolaños Aguilar; Morena con Raúl Iragorri Montoya y Movimiento Ciudadano con el diputado federal José Francisco Coronato Rodríguez. De entre ellos tendrá que surgir el sucesor de Jorge Morales Barud en la alcaldía capitalina.
Y todos andan muy metidos en un trabajo territorial por el voto ciudadano, incluso en el periodo vacacional siguieron haciendo recorridos y ya los veremos aparecer con mayor fuerza con motivo del día de reyes, en una competencia igualmente cerrada entre varias fuerzas, porque tampoco se aprecia una definición por anticipado.