Irán a esa aventura, entre otros, Jaime Álvarez Cisneros, secretario de Turismo; Julio Mitre Cendejas, titular de Economía; Roberto Ruiz Silva, Secretario de Desarrollo Agropecuario, y Adriana Díaz, titular de la Secretaría de Desarrollo Social.
En lo que corresponde a Álvarez Cisneros, el señor tiene la promesa de su partido, Movimiento Ciudadano, de llevarlo nuevamente, ya sea al Congreso de la Unión, o a la legislatura local. Es decir, parece que no tiene problema alguno, porque es un personaje muy cercano al líder nacional de M.C. Dante Delgado Rannauro.
Pero en lo que corresponde a los otros tres, Roberto, Julio y Adriana, ya desde el interior del perredismo surgen voces de inconformidad, porque consideran que los aludidos no cuentan con los merecimientos suficientes como para representar a su instituto, primero como candidatos y luego como posibles representantes populares de la izquierda.
Es decir, que no se descarta que surjan conflictos internos en la lucha por los espacios, ya que hay perredistas con décadas esperando que se les haga justicia partidaria; han trabajado duramente en tiempos difíciles y sembrado como para poder cosechar y no bajarán las manos tan fácilmente.
Ruiz Silva fue parte del gabinete del ex gobernador panista Marco Antonio Adame Castillo, era el delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Naturales, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de ahí pasó a Desarrollo Agropecuario; en lo que respecta a Mitre Cendejas, pues viene de familias priistas, su padre, Julio Mitre Goraieb fue muy cercano al ex gobernador Antonio Riva Palacio, fue alcalde capitalino y titular de Oficialía Mayor en aquellos tiempos. El hijo se dedicó a los negocios, de donde fue jalado al equipo de Graco Ramírez Garrido.
Adriana Díaz tampoco es una figura muy identificada con los perredistas: encabeza una dependencia con mucho contacto ciudadano y quizás eso le pudiera dar algunas ventajas; no obstante, desde el partido se le ve como extraña y es ahí donde surgen los problemas.
Tanto Mitre como Ruiz Silva estarían buscando una diputación local, éste por el primer distrito con cabecera en Cuernavaca, el otro por el quinto distrito. A decir verdad, no se aprecia un liderazgo importante como para que garanticen triunfo, sin embargo, en su carácter de funcionarios públicos pudieron tener algunas ventajas sobre posibles adversarios internos.
Aquí en la capital, son varios los que quieren ir por una curul federal, entre éstos, el diputado local Carlos de la Rosa Segura, quien ya incluso se inscribió, aunque se dice por ahí que ya casi lo han bajado del caballo. Otro compañero suyo, Héctor Salazar Porcayo, también aspira a la misma posición, está muy identificado con la clase trabajadora, viene del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Más aún, la legisladora local Teresa Domínguez ha hecho un trabajo intenso con esa misma finalidad de buscar la diputación federal que, ahora se señala, será para Mitre Cendejas.
Claro, el gobernador seguramente va a tener mano, por eso buscó controlar los espacios de decisión en la dirigencia estatal del PRD, empezando por el presidente, José Luis Correa Villanueva. Ya nadie se opuso a que el ex Secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén se adjudicara de manera directa la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca. Igual y los grupos y las corrientes le respetan su intención de colocar a otros de sus colaboradores, pero advertimos, parece que habrá resistencias.
Para empezar, habría que ver cómo reacciona el senador Fidel Demédicis Hidalgo. Hay quienes sostienen que ya limaron asperezas, ya ve que durante mucho tiempo el temixquese anduvo pegándole con todo al mandatario, pero no consideramos que ceda los espacios tranquilamente.
Por lo menos ya algunos más decidieron alejarse del bloque con el que jugaron en las elecciones del 2013: el también senador Rabindranath Salazar Solorio, la alcaldesa de Jiutepec Silvia Salazar Hernández y el propio Porcayo están ya posicionados en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y van a jugar con Andrés Manuel López Obrador y son lugares libres para el perredismo.
Pero son todavía muchas las corrientes que quedan y que demandarán sus respectivas cuotas para poder jalar parejo, no es nada sencillo ponerse de acuerdo cuando los intereses están de por medio, pero Ramírez Garrido tiene una ventaja, como Jefe del Poder Ejecutivo puede ofrecer algunas posiciones en la administración pública a cambio de que le permitan colocar a sus piezas estratégicas con las que desea jugar en las cámaras, tanto local como federal, en los siguientes tres años de su gestión.
Nos queda claro que la prioridad es volver a tener la mayoría de diputados en el recinto legislativo local, como ocurre actualmente, pero no se ve fácil la tarea, ya el PRD enfrenta un severo desgaste y más luego de lo ocurrido con los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero.
Aún así, por las buenas o por las malas requiere ganar un buen número de distritos locales para poder, desde ahora, ir abriendo camino para su salida en el 2018. Pero igualmente lo vemos bastante entregado en generar circunstancias favorables para ganar la presidencia de la capital del estado, Cuernavaca.
Sabe que si no lo logra con Jorge Messeguer, estaría complicándose el escenario hacia el término de su mandato. Por esos afirmamos que son los dos objetivos anteriores los que no lo dejan conciliar bien el sueño algunas noches.
Podrá decirse de Graco lo que se quiera, pero algo es cierto, el hombre sabe lo qué está haciendo y hacia dónde va. Políticamente es muy hábil y si considera que en las urnas no logra ganar alguno de esos espacios descritos, lo intentará por la vía de la negociación en las esferas superiores, tanto de los partidos políticos como del gobierno, y de eso ha dado muestras de que absoluta eficiencia.