Dijo que era su último evento oficial del año. Seguramente se tomará algunos días de descanso y recordó que “nos reencontraremos el cinco de enero, para dar a conocer sustituciones en el gabinete, algunos de los colaboradores van por cargos de elección”. Ya lo hemos dicho, son por lo menos cinco quienes van a buscar una candidatura.
Insistió en los resultados positivos que ha dado la integración de Mando Único como estrategia de combate a la delincuencia, haciendo hincapié en que será incluso tomado como ejemplo para hacer de ello un denominador común en el resto de las entidades de la república.
Le dedicó buena parte de sus comentarios al aspecto de la inseguridad y delincuencia, haciendo hincapié en que la inversión estatal y nacional en la materia es histórica. Consideró que salir de este círculo vicioso representaría para el país unos 10 puntos porcentuales en el Producto Interno Bruto (PIB).
Y efectivamente, de unos ocho años a la fecha los tres niveles de gobierno se han gastado un porcentaje histórico del presupuesto anual en esa materia. Son miles de millones de pesos canalizados a un objetivo que no se alcanza aún: lograr la pacificación nacional.
Este dinero ayudaría mucho en otras cosas: la educación, la generación de empleos mediante el apoyo vía estímulos a los empresarios, incluso para desarrollar obras de infraestructura en atención a los sectores campesino, empresarial, turístico o de prestación de servicios.
No falta a la verdad Graco cuando pondera el tamaño del problema y todo lo que como ciudadanos nos ha costado, pero sin que hasta ahora contemos con los resultados esperados.
Y aprovechó el tema para insistir en que “empezando el 2015 emprendo el debate sobre la propuesta de legalizar el consumo de mariguana, presentaré formalmente la propuesta ante el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, sé que eso levantará un gran debate, tampoco le tengo miedo, sugeriré la integración de un comité científico de alto nivel para deliberar sobre el asunto”.
Insiste en que el Ejército y la Marina deben salir de las calles, dando paso a cuerpos policiacos muy bien formados, adiestrados y equipados para que se hagan cargo de la inseguridad. De las elecciones en puerta, aseguró que va a ser un proceso en paz y de absoluto respeto al voto ciudadano, como ocurrió en el 2012.
Pero más allá de las expresiones de Ramírez Garrido, el presente no fue un año sencillo para el gobierno en turno. Algunos grupos intentaron “moverle el tapete”, buscando incluso iniciarle un juicio político a partir de una consulta ciudadana que finalmente encontró poco eco en la ciudadanía.
El rubro de la inseguridad le dio varios golpes a la imagen de la administración, hasta llegar al secuestro del legislador local David Martínez Martínez a quien una acción inédita de las fuerzas locales y federales lograron poner a salvo, caso que todavía genera polémica por la rapidez con la que procedieron todas las instancias, incluso las judiciales.
Pero por razones que aún no quedan claras, el gobierno entró en una especie de crisis financiera a partir de la segunda mitad del año; la mayoría de las dependencias se quedaron sin recursos.
Consciente de todo lo anterior, Graco dijo estar esperanzado en que el año entrante las cosas sean mejor y sobre todo en lo que se refiere a inversión y obra, dijo que ahora sí arrancará la vía exprés en el libramiento de Cuernavaca, también espera que se concrete el puente elevado de Palmira y los 3.5 kilómetros hacia el aeropuerto, además de la conclusión del tramo de autopista La Pera-Cuautla o la continuidad de la Siglo XXI.
También hizo referencia a algo significativo: que a diferencia de otras entidades de la República, aquí los sucesos de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, tuvieron menos repercusiones graves. El magisterio, que en el estado sureño es punta de lanza en las protestas y manifestaciones, no reprodujo en Morelos esa situación. Incluso la Normal de Amilcingo, que fue indirectamente golpeada tras el secuestro de los 43 estudiantes, se mantuvo casi al margen y con pocas acciones.
Por ese lado pudiéramos decir que nos fue menos mal que a los vecinos del sur, aunque donde sí se sigue teniendo resonancia es en materia de grupos de delincuencia, porque la intervención de las fuerzas federales en la búsqueda de los responsables generó un efecto cucaracha hacia nuestro territorio. Lo que sigue ocurriendo en la parte sur-poniente, desde Tlaquiltenango, pasando por Amacuzac y Coatlán del Río, es muestra de lo anterior.
Por eso sostenemos que este ha sido un año de mucha inconsistencia, de casi nulo desarrollo por la escasa inversión pública, que se vio ahuyentada por la inseguridad que apenas muestra signos de contracción y descenso. Más que eso, un significativo índice de la planta productiva se vio dañada por esa ola de violencia, y no pocos negocios cerraron cortinas ante el asedio de la maña, que imponía cuotas por "derecho de piso".
Por todo eso es de considerar que el 2015 necesariamente deberá ser mejor, que la obra pública de gran alcance volverá a detonar la economía y con ell, se recuperará confianza del inversionista para la apertura de más y mejores oportunidades, porque pareciera que son los jóvenes los más afectados por este estancamiento que se profundizó en el año que está por terminar.
Radiografia del Poder
Este ha sido un año difícil
Reconoce gobernador
Habla de una elección ejemplar
Al término de un desayuno con representantes de medios informativos, el gobernador Graco Ramírez Garrido ofreció un mensaje en el que hizo un resumen de lo más sobresaliente durante el 2014, aceptando que se trató de un año complicado, porque los problemas de inseguridad continuaron llevándose la mayor parte de los espacios.
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