Ya empezaron a pedir ayuda; el funcionario aceptó que le han venido a solicitar auxilio. Sin embargo, las cosas tampoco están bien a nivel de administración pública estatal en esa materia. No obstante, el funcionario indicó que se revisa con la Secretaría de Hacienda alguna posibilidad, pero tampoco prometió nada.
Pero recordó que algunos alcaldes ya vienen arrastrando deudas desde los adelantos de participaciones: “dos o tres recurrieron a un recurso legal ante la Suprema Corte de Justicia de la nación (SCJN ) para que no se les descontara de sus entregas mensuales lo correspondiente a sus débitos, ahora quieren más, seguramente que no será posible”.
Bueno, en ese caso se encuentra la alcaldesa de Jiutepec, Silvia Salazar Hernández, que no está cubriendo los pasivos derivados de apoyos económicos a través del gobierno estatal. Eso es un alivio para su gestión, sin embargo, tampoco la solución, porque el compromiso lo tiene que cubrir, así sea quien la sustituya en el 2015.
Ese es un aspecto que deberá cuidarse en lo sucesivo, es decir, tienen que aplicarse algunas cláusulas a fin de que ese tipo de deudas sean cubiertas en el trienio; de otra manera se irán acumulando y acrecentando al paso del tiempo, en detrimento a futuras administraciones.
Pero el problema es que ya están volviendo a tocar puertas, porque no tienen dinero para enfrentar compromisos de fin de año, bajo esas circunstancias, difícilmente les van a dar un peso más, a sabiendas de que harán lo mismo: ampararse para no pagar.
Bajo esa perspectiva, ahora vemos que el presidente municipal capitalino Jorge Morales Barud hizo lo correcto al no seguir los pasos de Salazar Hernández. Él no quiso recurrir a la Suprema Corte y prefirió aguantar la escasez de dinero, recurriendo a otras estrategias. En este momento está en condiciones de insistir ante el Poder Legislativo, para que ahora sí le aprueben la contratación de un crédito, pero para reestructurar la deuda que trae.
Con esa finalidad envió por escrito a los legisladores locales una misiva en la que insiste en la necesidad de lograr recursos frescos que posibilitarían un nuevo acuerdo con el banco para renegociar los 600 millones que le heredaron como pasivos de la anterior gestión.
En el documento refiere que en cuatro años se han pagado más de 200 millones de pesos de intereses y cerca de 60 millones del monto principal, pero la carga sigue siendo pesada. Habrá que ver la reacción, porque los ruegos y las explicaciones que expuso en su oportunidad para que le permitieran conseguir recursos frescos durante el presente año no prosperaron, ya que la posición mayoritaria en la Cámara fue negativa.
Es claro que la decisión obedeció a intereses de carácter político, porque a diferencia de algunos otros ayuntamientos, la capital lo que quería era una reestructuración, que significaría reducir considerablemente el pago mensual de intereses, para dar mayores márgenes de inversión pública a la comuna; pero eso es lo que no se le quiso conceder a Morales desde el Congreso.
La capital del estado enfrenta una situación bastante difícil, su infraestructura muestra graves deficiencias, se necesitan acciones en mejora y mantenimiento de las redes de agua potable, las calles y avenidas están semi destruidas, en las colonias de la periferia faltan obras de toda índole, la comuna no ha podido responder a esas necesidades porque se encuentra hipotecada, pero a algunos políticos es lo que menos les interesa.
Reiteramos: este será un trienio perdido para las 33 alcaldías, no hay inversión social por ningún lado, el presupuesto anual es ya insuficiente para cubrir salarios y otros gastos y, en esas condiciones, la autoridad municipal pierde sentido. El ciudadano tiene que ver reflejado en sus comunidades el pago de sus impuestos y no parece ser así.
Y lo decía Quiroz Medina: algunos alcaldes nunca hicieron nada por reducir la carga burocrática que generaron por compromisos de campaña o lo que usted quiera, el caso es que las nóminas están rebasadas y ante la ausencia de estrategias para poder hacer crecer los ingresos propios, la única salida que ven es endeudarse sin límite.
Tienen una ligera posibilidad de hacerse de algún dinero mediante el cobro anticipado del predial 2015, a eso le apuestan algúnos ediles. La cosa es que ya se empiezan a consumir activos que corresponden al ejercicio del año venidero, con lo que sólo están posponiendo las dificultades, pero los compromisos siguen creciendo.
En el caso de Cuernavaca se aprecia un esfuerzo por ir saneando las finanzas, hay significativos avances. Morales ha logrado por la vía de la gestión capotear el temporal, conseguir algunos paliativos para justificar su mandato, a pesar de presiones constantes de quienes, desde trincheras contrarias, lo quieren ver fracasar.
Vuelve a apelar a la consciencia y cordura de los legisladores haciendo énfasis en que no hay ningún interés político en esa solicitud. Por el contrario, es la búsqueda de soluciones para poder atender mejor a sus gobernados. Hay que ver cuál es la posición de éstos, aunque la absoluta mayoría ya está con la mirada puesta hacia adelante.
Hace un tiempo disminuyó su interés por el trabajo legislativo, buena parte de su esfuerzo lo dedican al acercamiento con la ciudadanía, pero con propósitos electorales y, si sus respectivos partidos políticos se los permiten, tendrán que dejar su curul al suplente para poder ir por otra representación ya sea mediante el sufragio popular o por la vía plurinominal. Ojalá que se den el tiempo para valorar las peticiones de los alcaldes, porque en algunos casos, de ello depende parte del funcionamiento de los servicios municipales.