Entre quienes aparecían presuntamente en dicha terna, estaba Víctor Manuel Saucedo Perdomo, Laura Ocampo y Rodolfo Becerril. De ahí tendría que salir una pareja para ocupar la presidencia y la secretaría general en el CDE, pero como quiera que sea, ya se estaban acercando y se esperaba que por fin terminaría la indefinición.
Ya sabe usted, Amado Orihuela, Maricela Sánchez Cortés, ofreciendo propuestas, a pesar de que ya habían fracasado en su primer intento de llevar a Armando Ramírez y Lizbeth Hernández Lecona, la senadora, a esas posiciones. Para poder pensar en caminar hacia adelante sobre las estrategias electorales, acuerdos y alianzas con otros partidos, cuadros o aspirantes, tienen que tener la casa en orden.
Apenas es el comienzo, no tenemos aún una visión clara sobre el escenario electoral rumbo al año que viene, para valorar alguna tendencia, hay que esperar cómo avanza el proceso, porque subrepticiamente se habla de muchas cosas que pudieran pasar en distintas trincheras, con la finalidad de mejorar las posibilidades de triunfo.
Seguimos escuchando voces en el sentido de que no está descartada una alianza PRI-PAN en Cuernavaca. Por ejemplo, que los azules, una vez que valoren los alcances reales de sus posibilidades, pudieran ir en un solo frente con el tricolor, eso claro, dependería de la oferta que recibieran.
Pero Acción Nacional, a juicio de algunos observadores y analistas, no está muerto, sobre todo porque se aprecia una baja rentabilidad de algunos de los que quieren ir por la comuna capitalina. El PRD ya estaría definido con Jorge Messeguer Guillén, quien se insiste, dejará la Secretaría de Gobierno este lunes, no es un cuadro que garantice ganar, por el contrario, va con una serie de agravantes que si no logra eliminarlos, acabará doblando las manos.
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) va con el empresario automotriz Raúl Iragorri Montoya, pero su capital político no le alcanza, no logra identificarse con la mayor parte del electorado, el nuevo partido trae posibilidades de crecer, pero en este caso el problema sería el candidato.
En lo que toca al PRI, seguimos insistiendo en que para empezar a medir su fuerza electoral, primero debe formalizar su comité directivo, en eso está, pero hay que esperar la reacción de aquellos grupos que no sean tomados en cuenta en la integración de la dirigencia, aparecerán algunos inconvenientes.
Hay otras figuras perfiladas, una de ellas la de la legisladora federal Maricela Velázquez Sánchez, pero a ella le falta carrera política, no es desprecio a su juventud, pero imagínese que fuera la candidata y llegara a ganar, la silla le quedaría muy grande. Jorge Morales Barud, con toda una trayectoria, incluso tras haber ocupado la gubernatura durante dos años, se las viene viendo negras para sacar adelante la alcaldía, ¿qué haría una jovencita en pañales?, lo más prudente es que la promuevan a otras posiciones donde continúe aprendiendo.
Por cierto y seguramente ahora que ya se aproximan las campañas, empiezan a salir todo tipo de datos sobre su persona.
Y bueno, por ahí está agazapado, esperando el momento oportuno para reclamar también ir por la alcaldía de Cuernavaca, el diputado federal y ex procurador José Francisco Coronato Rodríguez, que no es mal cuadro y tampoco enfrenta mucho desgaste.
El panismo va con Javier Bolaños Aguilar y Luis Miguel Ramírez Romero, no hay más, pero se anticipa que si llegara a quedarse con el espacio el coordinador del grupo parlamentario local azul, traería detrás el apoyo del ex gobernador Sergio Estrada Cajigal, que para algunos, todavía cuenta con ciertas simpatías y suma adeptos.
Como se ve, no está nada fácil, de todos los anteriormente enlistados, no hay en este momento uno con una tendencia favorable sobre el resto de los aspirantes, la elección va a ser muy cerrada y por eso hay quienes advierten que no se debe descuidar a los panistas, porque en una de esas, pudieran dar un susto, por lo menos aquí en la eterna primavera.
En este contexto de incertidumbre, el partido en el poder parece estar consciente de los riesgos, por ello ha hecho pactos con los aliados históricos, el Partido del Trabajo, al que le han cedido espacios importantes, regidurías, diputaciones locales y alcaldías. Con Movimiento Ciudadano la cosa no parecía tan sencilla, a pesar de los ofrecimientos, porque el líder nacional Dante Delgado Rannauro se resistía a ceder.
Pero como quiera que sea, particularmente se trabajaba en función de arropar al casi seguro candidato a la capital Messeguer Guillén, porque todo indica que el gobernador viene apostando buena parte del futuro electoral en él, también porque ganar Cuernavaca es fundamental para pensar en buenos resultados hacia el 2018.
Habrá que ver cómo le va al todavía funcionario una vez que quede fuera, sin los reflectores y los espacios de maniobra que ofrece el ejercicio del poder, porque no puede negar que utilizó el cargo para hacer campaña desde ahí, una vez fuera del presupuesto la cosa sería distinta, aunque lleve maletas cargadas. Desde gobierno se ha dado seguimiento a lo que ocurre en el PRI, saben que es el enemigo a vencer en el proceso que viene, si logran salir en unidad, el asunto se pone peligroso, le apuestan a la ruptura y a que terminen en conflicto.