Pero de cualquier manera, con los cambios que se aproximan, por que varios de los integrantes del gabinete aspiran a cargos de elección popular, se advierte que necesariamente veremos significativas transformaciones, sobre todo en lo que tiene que ver con la actitud, relación y manera de conducirse de los principales actores del gobierno en turno.
Podría afirmarse que durante estos dos años, las dos cabezas hegemónicas de la administración, el gobernador y el Secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén, mantuvieron un comportamiento muy similar, que incluyó cierta confrontación con el resto de los Poderes y los partidos políticos.
Es entendible, el Secretario en todo momento buscó coincidir en la mayoría de sus acciones, con el pensamiento y proceder de su jefe, lo conoce de toda la vida, ha sido su más cercano desde que conocemos de ellos, y sabe a la perfección cómo debe responder ante cada encomienda.
Sin embargo, ello no contribuyó a una buena relación con el resto de los actores políticos, sociales y económicos. Pronto las críticas se vieron multiplicadas en todos los espacios y terrenos.
La llegada muy anunciada de Matías Quiroz Medina -aún edil de Tlaltizapán- en su lugar, cambiará muchos escenarios, modificará de fondo las relaciones con el exterior, el trato -conocemos al edil- comenzará a ser de caballeros y de iguales, y eso representará un cambio sustancial y pudiéramos aventurarnos a decir que la percepción colectiva se irá transformado progresivamente, pero para bien, es decir, al que más le convendrá este cambio será al propio Ramírez Garrido.
La Secretaría de Gobierno es fundamental para fortalecer la gobernabilidad y la convivencia con todas las fuerzas vivas del estado; de ahí depende en buena medida la tranquilidad y la paz que se requieren para poder llevar al estado a un ambiente propicio al desarrollo.
Messeguer nunca tuvo el tino de abonar en eso, asumió cabalmente el papel de segundo hombre más fuerte en las estructuras del régimen, pero ello lo llevó a ejercer posiciones frías y distantes de quienes le conocían de toda la vida. Quiroz Medina será todo lo contrario: hombre fino, educado y respetuoso, comulga con todas las ideas y expresiones, de ahí que sostengamos que en efecto, nos aproximamos a un cambio radical en el comportamiento del gobierno estatal.
DUDAS SOBRE EL IMPEyPC
Y finalmente quedó formalmente integrado el cuerpo colegiado que dirigirá ahora el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEyPC), antes Instituto Estatal Electoral, pero la oferta de que se trataría de una institución autónoma, alejada de compromisos con los partidos políticos o entes de gobierno se puso en duda al conocerse su estructura.
Para comenzar, la titular del mismo, Ana Isabel León Trueba cuenta con antecedentes de militancia partidista. Viene de las izquierdas y eso es motivo de desconfianza de muchos observadores, aunque ella afirma que se sujetará estrictamente a las normas en la materia y que se impondrá la ética y la imparcialidad a la hora de calificar el proceso electoral.
Aunque la relación aquí no sería precisamente con el gobernador en turno, hay señales de que su origen está en otras corrientes al interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD), algunos especulan respecto a cercanía con el senador Fidel Demédicis Hidalgo y otros personajes.
Cuando se debatió sobre la desaparición del IFE y los IEE en las entidades, se insistió en que había que modificar esas estructuras, que había organismos electorales manejados al antojo de los gobernadores en turno, que por lo tanto, debería diseñarse una institución con autonomía garantizada.
Evidentemente se decía que los consejeros deberían ser agentes sin filiación a ningún partido político, con perfiles ciudadanos a fin de que sus decisiones no tuvieran influencia externa alguna, pero algo pasó en el camino, las cosas no se dieron como se advertía y por eso existe cierta duda en la legitimidad de quienes fueron asignados consejeros.
Ojalá que al paso de los años, la señora haya tomado distancia de actividades partidistas y que esas sospechas sean infundadas, pero por lo pronto, la polémica en torno al caso sigue tomando fuerza, en particular, de parte de aquellos que la conocen.
De la manera que sea, hay que conceder el beneficio de la duda. De entrada, tendrán que trabajar horas extras para poder generar las condiciones necesarias para el inicio del proceso electoral que comienza en unos días, porque arrancarán casi de cero y conforman un cuerpo colegiado en una nueva experiencia.
Hay que salir a contener la avanzada de muchas figuras que ya andan en la calle trabajando aceleradamente en precampañas a distintos cargos de elección, a fin de propiciar equidad e igualdad de condiciones para la contienda. Y comenzar a calcular los costos del activismo, porque es aquí donde se presentan las mayores disparidades.
Impedir que quienes ostentan cargos públicos aprovechen para utilizar recursos del erario en sus aspiraciones, poniendo el desventaja a cuadros que dependen de su precaria economía, a todo eso se le tiene que dar seguimiento para poder desarrollar los cálculos de inversión en la materia. El IMPEyPC es un árbitro, un juez que tiene que conducirse por encima de cualquier interés sin importar la procedencia, eso es lo que el electorado espera.
Radiografia del Poder
Comenzó “Visión Morelos”
Dudas sobre el IMPEyPC
A partir de ayer, el gobierno de Graco Ramírez Garrido comenzó una nueva etapa, que viene acompañada de algunas estrategias diferentes. Para comenzar, en el manejo de imagen: la “Nueva Visión” es ahora “Visión Morelos”, que subliminalmente intenta llevar a considerar que hay una consolidación de proyecto y de metas.
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