Entre las molestias, se habla del incumplimiento, por segundo año consecutivo, en la entrega de apoyos financieros para la compra de material didáctico, particularmente en preescolar hay bastante enojo porque no tienen con qué trabajar y en efecto esto no puede ser, partiendo del reiterado discurso en el sentido de que la formación generacional es lo único que nos puede salvar del caos, la miseria y la marginación en que la nos encontramos como sociedad.
Recordemos que todavía hasta hace unas semanas y por denuncia de un presidente de padre de familia de una escuela, se evidenció que más de 60 millones de pesos que había autorizado el Congreso local a fin de sustituir las “cuotas voluntarias” de los padres de familia al inicio del ciclo escolar, no se habían distribuido y algunas instancias públicas comenzaron a echarse la bolita, mientras las instituciones hacían hasta lo imposible para poder desarrollar su trabajo.
En esta ocasión se les ha dicho que el recurso llegará quizás a inicios del mes que entra o hasta septiembre, eso debe ser aclarado, porque si es una partida legalmente aprobada, nadie tiene porqué estar “calentando el dinero”, el apoyo tiene que darse incluso antes del primer día de clases para que ya el material se haya comprado. Es muy extraño lo que pasa en el sector educativo, acorde con versiones de diversos maestros, sólo se les dice “no hay dinero, se enfrentan muchas deudas y déficits que no han logrado ser superados”.
Bueno, por esas y otras razones que tienen que ver con prestaciones y pagos no cumplidos por el IEBEM, maestros de diversos planteles de la región sur del estado, muy específicamente Jojutla, amenazaban con salir a las calles a protestar públicamente. Ante ello, la directora general Marina Aragón Celis amenazó con descontar salarialmente a aquellos que cumplan su advertencia.
No son los profesores los que vienen generando el problema, son las autoridades educativas, estamos seguros de que no es divertido para los inconformes dejar las aulas y salir a reclamar sus derechos en las calles, es la falta de responsabilidad y la omisión de responsabilidades de parte de quienes deben conducir y manejar correctamente los programas, los que deberían ser enjuiciados y por qué no, destituidos si es necesario.
Consideramos que desde el Gobierno estatal se tendría que estar monitoreando el clima de inconformidad que todo lo anterior genera, porque así nacen los movimientos a gran escala, como aquel que explotó en el 2008 y que fue bastante difícil controlar, fueron tres meses de inasistencia a clases en educación básica. Hoy día y ateniéndonos a la percepción y comentarios de muchos maestros, no estamos lejos de aquellos escenarios.
Ante señalamientos en el sentido de que en algunos planteles la inscripción de alumnos fue condicionada a cuotas que llegaron hasta mil 500 pesos, Aragón Celis también “advirtió” que habría sanciones a los responsables. Lo cierto es que en las escuelas, a sus titulares no les dejan otro camino que recurrir al apoyo de los padres de familia para lograr ir medio cumpliendo con su labor de enseñanza.
Como padres de familia ya nos tocó estar al frente de una asociación y mire que es desde ahí como se puede dar uno cuenta de los milagros que hacen los profesores para poder desarrollar sus tareas, tiene que ser a base de cuotas, vendimias de toda naturaleza, rifas y todo tipo de gestiones, como se puede medio superar las adversidades.
En los recientes años, el sector educativo sólo se hace cargo del pago de nómina del personal, hay muchas escuelas que no cuentan ni con conserje, las tareas de limpieza las tienen que hacer los padres, a los alumnos les toca el salón, pero aún con ello se necesita mucho material, escobas, trapeadores, cubetas, jabones y todo lo que usted suele requerir en casa para tal efecto. ¿Piensa usted que todo eso lo da el IEBEM? Pues no, generalmente corre a cargo de la asociación de padres respectiva, ingeniarse mecanismos para lograr algunos ingresos ante tanta miseria.
Pero por el intenso uso, son frecuentemente los sanitarios los que exigen mantenimiento constante, no lo hay y las consecuencias son delicadas. Buena parte de las instituciones primarias y secundarias tienen instalaciones en deterioro total, aquello es un foco de contaminación, la ausencia en el mantenimiento genera daños mayores que no se reparan con poco dinero, hay que invertirle mucho y Marina Aragón sabe que ante el abandono, sus directores sólo tienen una salida: apretar a los padres, ya sea para que paguen cuotas o para que desarrollen tareas de gestión.
Para festejos como el Día del Niño, de las madres o del maestro, hay que sobarse la espalda recorriendo calles, dependencias, negocios particulares, casi como limosneros, a ver quién desea, mediante solicitud firmada por el plantel, aportar lo que sea su voluntad, porque las obligaciones institucionales en materia educativa sólo están en el papel, en la práctica es otra cosa.
Pero lo que no se debe tolerar, es que fondos ya legalmente programados y autorizados sean desviados para fines que nadie conoce, esa es una acción que tendría que sancionarse por las instancias competentes del Gobierno, pero que tampoco cumplen porque finalmente nos encontramos con una cadena de complicidades, desde otras trincheras se encubre toda clase de marrullerías que parecieran reflejar una artificial preocupación por ir mejorando la calidad educativa. Esto está ocurriendo hoy aquí en el estado, pero si alguien se atreve a levantar la voz, la respuesta es la amenaza y la represión.
Radiografia del Poder
¿Jineteo de recursos?
En el sector educativo
El gobierno estatal debería poner un poco de atención a la inconformidad que se viene gestando al interior del magisterio, hay algunas razones y motivos que llevan a los mentores a considerar que desde el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) se están alimentando vicios que afectan directamente el desarrollo educativo a nivel territorial.
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