Opositores al Gobierno federal reiteran que la reforma energética sólo representa la entrega de esos recursos, propiedad de la nación, a las grandes empresas transnacionales que son las que se llevarán los mayores beneficios, mientras los mexicanos perdemos control. En lo referente a la reforma hacendaria, lo menos que se indica es que sus efectos fueron negativos, no representaron mayor ingreso recaudatorio para las arcas públicas y ellos impactará en una menor inversión pública.
Pero ahora a través de diversas comisiones, la cámara baja impulsa los foros y temas relacionados con la reforma agropecuaria, donde hay rezago histórico, políticas inentendibles, decisiones que se antojan incongruentes, porque parecieran ir con la finalidad de acabar con lo poco que queda del sector.
Se nos antoja interesante una propuesta que empujan algunos legisladores de corte democrático, con identificación perredista, pero auto denominados de los “buenos”, porque entre otras cosas, consideran la aplicación de algunas medidas tendientes a proteger los intereses de los productores.
Se habla por ejemplo de penalizar la importación de productos en temporada de cosechas. La diputada Gisela Mota, sumada a la comisión que desarrolla el tema, sostiene que hay señales claras de que el coyotaje e intermediarismo son los principales responsables de la pobreza y marginación en la que viven millones de campesinos en México.
“Se han registrado crecimientos en la producción de granos que dan fe de autosuficiencia alimentaria en ciertas épocas del año, sin embargo, cada vez se compra más maíz, frijol, arroz, al extranjero, con la finalidad de controlar el precio en el mercado, pero golpeando severamente la economía de esas familias, de ahí que sea conveniente sancionar esta práctica cuando no se justifique”.
Otro punto trascendente es la idea de crear los bancos de alimentos, es decir, almacenarlos cuando existan excedentes y ponerlos en el mercado cuando escasean, para evitar los sobre precios, como ocurrió en el caso del limón, cuyo costo llegó hasta los 80 pesos por kilogramo.
Si se logran introducir en la reforma algunos de esos conceptos, podremos ir cambiándole el horizonte a las nuevas generaciones de campesinos, porque de otra forma, iremos a su extinción al corto plazo. El sector rural sigue siendo severamente castigado, los acaparadores y coyotes se llevan las pocas o muchas ganancias de cultivos extensivos como el arroz, sorgo, maíz o caña de azúcar. Por ciento, en torno a éste último producto, ya el consumo del azúcar viene a menos, por tanto problema de salud. Habría que seguir el ejemplo de Brasil, que dejó de generar dulce para producir etanol y otros combustibles de alta rentabilidad y nula contaminación.
Otro elemento que agudiza la pobreza y la baja rentabilidad de la agricultura en el país, es que, acorde con esa propuesta de reforma, más del 80 por ciento de los recursos que se destinan al campo mexicano son absorbidos por los grandes monopolios que controlan miles de hectáreas o concentran la mayor parte de la producción del país por la vía del intermediarismo.
De que se requiere una reforma en el sector, es indiscutible, el problema es que no se profundice o hasta se desvía todavía más el camino que nos ha llevado a ser cada vez más dependientes del exterior e insuficientes en la generación de nuestros alimentos. Por eso advertimos que sí hay quienes buscan aprovechar esta coyuntura de debate, análisis, propuestas, para tratar de hacer justicia a quienes siguen esperando el pago de deudas históricas por parte del Gobierno.
Es el campo el que más expulsados tiene, de donde salen los millones de mexicanos que buscan refugio en la Unión Americana, ante la imposibilidad de vivir con base en el cultivo de sus parcelas en México, Contradictoriamente, aplican sus conocimientos al otro lado del río, donde reciben mucho más a cambio de su esfuerzo.
Lo que muchos indocumentados producen, es lo que nuestras autoridades deben importar para poder satisfacer el mercado de consumo nacional en rubros como maíz y frijol, por ejemplo, además de algunos frutales y hortalizas. La marginación pareciera tener remedio, sólo es cuestión de voluntad política, hace mucho que se dejaron de hacer inversiones significativas en materia de ampliación de sistemas de riego, tecnificación de cultivos.
                                                                   REPUDIO A COLÍN NAVA EN TEMIXCO
En otro aspecto, hay un repudio generalizado en contra del presidente municipal de Temixco, Miguel Ángel Colín Nava, pero desde el interior del Ayuntamiento, son tres quincenas suspendidas por falta de recursos, a los trabajadores, incluyendo aquellos que ganan muy poco, como en el caso de los de la Dirección General de Servicios Municipales.
Algunos de los afectados dijeron al reportero que “no podemos hacer nada, porque ya hubo compañeros que se fueron a quejar y a exigir sus salarios y los corrieron, la advertencia es que o nos aguantamos o nos vamos, pero nosotros no tenemos más de donde agarrar, es lo único que llevamos a nuestros hijos”.
Mientras ello ocurre, el señor alcalde sigue construyendo una lujosa clínica en la ciudad de Puebla, se habla de algunos millones ya invertidos, pero hay quienes advierten que son producto de acuerdos inconfesables, que lo tienen acorralado, porque por esa vía le financiaron su campaña, y ahora viene pagando con cargos públicos, pero le continúan “ayudando”.
La cosa llega a tal grado de incapacidad de Colín, que el cabildo ha iniciado una especie de auditoría a cada área porque existe la presunción de que hay exceso de personal –aviadores- y bajo desempeño de la mayoría, la intención es entregar el estudio al edil y obligarlo a que haga un recorte general, particularmente a recomen dados y “apadrinados”, que son demasiados.