El panismo a nivel nacional traía una estrategia, ir por las capitales de los estados, considerando que sería la mejor manera de poder hacerse de la Presidencia de la República, así que desarrollaron todo un esfuerzo en ese sentido y se apoderaron de muchas de ellas, incluyendo Cuernavaca en aquella justa.
El priismo ya enfrentaba serias dificultades por los excesos y turbulencias que para esa época eran ampliamente visibles en todo el territorio nacional, sin embargo, en la eterna primavera la cosa no estaba nada fácil, porque el tricolor había promovido como su candidata a Ana Laura Ortega Vila, hija del ex gobernador Lauro Ortega Martínez, considerado hasta hoy el mejor ex mandatario en Morelos.
No obstante ello, el ambiente no les era muy benevolente porque ya la entidad vivía los estragos de la inseguridad y el fenómeno de choque de fuerzas entre el entonces gobernador Jorge Carrillo Olea y el presidente Ernesto Zedillo, es decir había condiciones para que los panistas hicieran de las suyas.
Pero a pesar de todo eso, ni ellos mismos pensaban en lograrlo. Hay anécdotas en el sentido de que venían ofertando la candidatura a la comuna y nadie le quería entrar, para comenzar, ni un miembro distinguido de su infraestructura aceptó contender. Se menciona que se la ofrecieron no a Sergio, sino a su hermano, pero éste la rechazó y fue entonces que él decidió aventurarse.
Anduvo como cualquier hijo de vecino, haciendo campaña a pie y entregando propaganda suya de manera personal. En su momento, nos tocó encontrarlo fuera de Catedral haciendo lo propio, pero su carisma y juventud le fueron dando algunas ventajas y llegado el momento logró ganarle a Ana Laura con unos cuantos votos, se habla de menos de 500.
El primer acceso estaba abierto y supo aprovecharlo, acompañó su gestión al frente de la comuna con el trabajo de un despacho en materia de estrategia de imagen pública y comunicación, de tal manera que la intensa promoción de las obras que realizaba surtió efecto y la percepción social era de un gobierno en constante movimiento.
Hubo factores fundamentales para que pudiera, a pesar de ser un novato, buscar la candidatura al gobierno estatal en el 2000, como edil logró establecer una cercana relación con quien en ese momento era gobernador de Guanajuato, Vicente Fox Quesada, incluso visitó Cuernavaca en diversos momentos, orientando y asesorando al inexperto edil, pero a la postre, cuando aquel logró ser candidato a la Presidencia de la República, lo impulsó, lo hizo también aspirante a la gubernatura morelense y el resultado usted ya lo conoce.
Reiteramos, abordamos el tema porque SECR quiere de nuevo contender por la capital, porque fue el cargo que más disfrutó, ya como mandatario estatal sufrió mucho, estuvo a punto de ser objeto de juicio político, sólo la mano redentora de Fox Quesada impidió que corriera la misma suerte que Jorge Carrillo, de ahí que los buenos recuerdos sigan siendo con base en la comuna.
No obstante, el escenario hoy día es muy distinto al que enfrentó en esos tiempos. Primero, el PAN sufre, como el resto de las fuerzas partidistas mayores, un terrible desgaste producto del ejercicio del poder en esos 12 años en la alcaldía y la gubernatura. Ya tampoco Sergio es el mismo, tiene algunos años acumulados y no es la figura que atraía particularmente al sector femenino, amén de algunos antecedentes que deberá explicar si pudiera en efecto volver a contender.
Más aún, producto de un conflicto con su sucesor Marco Adame Castillo, decidió tomar distancia de ese partido y en la elección pasada hizo campaña a favor del aspirante del PRI, Amado Orihuela Trejo, pero pretende nuevamente el apoyo de las siglas del PAN, lo que seguramente arrancará algunas reacciones internas.
Bueno, uno de sus colaboradores cercanos, tanto a su paso por la presidencia municipal como por el gobierno del estado, fue el diputado local Javier Bolaños Aguilar, quien se perfila como el candidato natural a la comuna. ¿Estará SEC dispuesto a disputarle esa posibilidad a su gran amigo?, como que no se ve muy correcto, aunque en política todo es posible.
Cuando optó por desprenderse del blanquiazul y hasta en un ánimo de tomar desquite contra muchas figuras panistas, en la elección del 2009, apoyó con todo al aspirante tricolor Manuel Martínez Garrigós, sin embargo, en su intento de regresar a las ligas electorales, ha comenzado a descalificar la gestión de aquellos a los que ayudó a ganar, califica los gobiernos de Manuel y de Jorge Morales como de retroceso y desde luego pondera los de Acción Nacional, que a decir verdad tampoco fueron la gran cosa.
Cada quien se promueve a su estilo, el diputado Matías Nazario Morales busca la misma posición electoral por el PRI, es el organizador del foro sobre el Código Nacional de Procedimientos Penales a realizarse hoy y mañana en la Casa Jurídica, trae para ello a cuatro expositores de mucha calidad, magistrados de tribunales federales y hasta a la coordinadora de posgrado en derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Verónica Román Quiroz, esta es una acción se revestimiento para fortalecer su presencia. Qué decir de Raúl Iragorri, que ayer reapareció para decir que igual va por Cuernavaca en el 2015, vía Morena.