Bueno, la primera afectada fue la compañera Maciel Calvo, quien labora en estacasa editorial, y de ahí siguieron algunos más como Giovanni Barrios, luego casi se generalizó y desde luego tampoco los del gremio están mancos, así que respondieron y defendieron su honor. Pero lo que queremos decir, es que ya es el exceso, la pregunta obligada sería ¿dónde quedó el estado de derecho?, porque cualquiera puede hacer de las suyas frente a una autoridad, porque ahí había personal de vigilancia, agentes policiacos que sólo observaron, no obstante que podían haber procedido a detenciones por flagrancia.
Y claro, se menciona que luego de ver la gravedad de las cosas, alguien ordenó aprehender a uno de los culpables. Sin embargo, fueron más de dos o tres los que debían haber sido llevados ante el agente del Ministerio Público (MP), sin embargo se ve que sólo quisieron medio justificar las cosas.
Pero el asunto parece tener mucho más fondo y quizás lo que los paleros del “legislador” querían, era algo que desviara la atención y cambiara el rumbo de la noticia, porque sucede que esa presencia de los familiares y “seguidores” de Miranda Gallegos no estaba programada, llegaron de última hora, tratando de impedir que una comisión de defensoras de derechos humanos, en la que venía Maribel Arán, familiar de Oscar Felipe Moreno desaparecido el 6 de junio del año pasado y cuyo delito se le atribuye precisamente a Alfonso Miranda.
Es decir que los agresores traían la instrucción del diputado de impedir que entraran al Congreso local para pedir justicia y entonces habrían determinado provocar un choque con los periodistas para confundir, igual y eso pudo suceder. Sin embargo, es claro que seguimos observando un ambiente desafortunado, en el que cualquiera de nosotros puede enfrentar situaciones de riesgo sin que a nadie le interese.
Bueno, quien dio la cara para intentar calmar los ánimos fue el presidente de la Mesa Directiva, Juan Ángel Flores Bustamante, pero claramente buscó evasivas y excusas ante los reclamos de que no se actuó contra los presuntos delincuentes, cuando sintió que los cuestionamientos se multiplicaban, optó por retirarse. Claro, cómo no va a proteger a Miranda Gallegos, es parte del frente de las izquierdas, bueno, se afirma que logró la candidatura al recinto legislativo por bendición directa de gente de Andrés Manuel López Obrador.
El asunto es que las cosas ya están llegando demasiado lejos, si el estado de derecho se encuentra quebrantado, quienes seguimos siendo personas de bien tendremos que forzar a las instituciones a hacer algo, lo que ocurrió ayer es sólo uno de decenas, quizás cientos de sucesos, que a diario le acontecen a los morelenses y no pasa absolutamente nada.
Quien salió a auxiliar a los comunicadores fue el diputado Matías Nazario Morales, de la comisión de derechos humanos, también atendió a las víctimas del secuestro de Felipe Moreno, incluso habló a la Procuraduría General de Justicia para que enviara el Congreso a un agente del MP para que recibiera la denuncia formal por los acontecimientos.
Tras el zafarrancho, la primera reacción de los compañeros fue ir a encarar al diputadete y hacerlo responsable de lo que viene pasando, pero si estaba en su cubículo, debió salirse de inmediato porque nunca llegó, a pesar de que había sesión ordinaria. Finalmente es quien está detrás de todo esto, la mayoría absoluta de los que suelen venir a manifestarse, pidiendo juicio político en contra del presidente municipal de Amacuzac, Noé Reynoso, son sus familiares.
Bueno, uno de los golpeadores fue Ángel Miranda Peralta, su sobrino, así es que no hay duda de que se trata de un grupúsculo de consanguíneos suyos, que financiados por éste, quieren quitarse de enmedio al edil y colocaron un plantón en el acceso principal a Amacuzac.
Pero lo de ayer parecieran minucias contra todo lo que se menciona, trae atrás el aludido, hace unas semanas en diversos medios nacionales de información se le acusó de ser parte de un grupo de delincuencia organizada, otro sobrino es presuntamente el jefe de “Los Rojos”, pero todo eso no ha sido suficiente, como para que se proceda de manera responsable por lo menos a iniciar una investigación.
Si en verdad fuera inocente de todo lo que se le acusa, lo menos que debió hacer hace rato, es pedir licencia en su carácter de diputado para que se le investigue y una vez absuelto de todo regresar, como hiciera una legisladora federal de Michoacán, por cierto también de las izquierdas, a la que se le relacionaba con los “Caballeros Templarios”.
Pero tampoco se tenía que esperar a que al señor se le antojara o no pedir la investigación, el mismo Congreso local, para evitar daño de imagen y por decencia y justicia, tenía que haberle pedido su separación como “representante popular”, nada de eso ha ocurrido, por eso insistimos en que andamos demasiado mal, no hay instituciones ni ley que nos ampare en contra de los delincuentes en potencia o en práctica como Alfonso Miranda y por si todo eso no fuera suficiente, todavía forma parte de uno de los poderes públicos, es sinceramente inadmisible.
Eso sí, por esta vía hacemos responsable a Miranda Gallegos de cualquier percance, no sólo contra los periodistas sino contra aquellos que sostienen que está detrás de hechos vergonzosos. Y por cierto, son los mismos que ya agredieron a compañeros de la región sur del estado, quienes han venido cubriendo informativamente el asunto de enfrentamiento entre él y el edil Reynoso Nava.