Aquí en el estado como a nivel nacional, las definiciones se dan fundamentalmente en torno a tres partidos: PRI, PRD y PAN, los demás casi siempre sirven de acompañamiento de algunos de ellos, a cambio de algunos espacios de escasa trascendencia como algunas regidurías o diputaciones locales.
Es decir, vivimos un tripartidismo que se antoja lo adecuado, un Partido Acción Nacional que se le considera de ala derecha, un Revolucionario Institucional más de centro y el de la Revolución Democrática de tendencia izquierdista; aunque ya en la práctica la diferencia en las políticas que aplican son mínimas.
Y a estas alturas apreciamos algunas inconsistencias en esos partidos; los panistas, luego de haber gobernado al estado y a la nación por 12 años, andan divididos y enfrentados, regresaron a su tamaño histórico, pequeñas corrientes que se disputan el control de los espacios de dirigencia que ya son bastante intrascendentes.
Cuentan con algunos personajes que por sí solos pudieran hacer la diferencia, uno de ellos, el coordinador del grupo parlamentario en el Congreso local, Javier Bolaños Aguilar, que ha mostrado consistencia y trabajo como opositor, pero fuera de eso, no se ve a nadie más porque el legislador federal, Luis Miguel Ramírez Romero, simplemente desapareció.
Un PRD que por ser el partido en el gobierno, tiene cierta estabilidad; sin embargo, no ha logrado conformar un solo frente con todas las fuerzas de la izquierda, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) amenaza con quitarle buena parte de sus bases militantes y eso los disminuirá mucho en el proceso electoral que viene; sin embargo, cuentan con un comité directivo estatal formal y eso les da cierta estabilidad.
Es sin embargo en el PRI donde se siguen observando algunas inconsistencias, porque tras la salida de Manuel Martínez Garrigós como presidente del CDE y ahora su expulsión, el CEN envió a Jorge Schiaffino como delegado y encargado de despacho de la dirigencia; sin embargo, su presencia tendría que ser temporal, es decir, sentar las bases para emitir la convocatoria a fin de elegir al comité formal; hasta ahora no lo ha hecho.
Hay muchos que la quieren; sin embargo, algunos simplemente están impedidos, uno de éstos, Ricardo Dorantes San Martín, lleva algún tiempo moviéndose, buscando contactos en la cúpula del partido con la intención de contender por la presidencia local, pero en su oportunidad renunció al tricolor y por lo que sabemos nunca se volvió a afiliar, es decir, no es priista.
En su caso, se menciona que ha buscado mucho a Eduardo Sadot, gente cercana al secretario Técnico del CEN, Joaquín Hendricks, quien intenta sacar de la jugada al propio Schiaffino porque presiona a fin de que lo sustituyan por Fernando Ortiz Arana.
¿Y por dónde viene ese amasiato entre Arana y Hendricks?, pues sólo hay que recordar que el primero fue quien destapó como candidato a gobernador de Quintana Roo; el segundo, es una especie de pago de facturas al paso de los años.
Igualmente se sabe que el CEN ya detectó las intenciones de esos personajes, por lo menos el presidente del CEN, César Camacho, estaría enterado de todo lo que está ocurriendo y por eso estimamos que por lo pronto, Dorantes San Martín, está descartado.
Por cierto, es muy amigo del subsecretario de Gobierno, José Luis Correa Villanueva, seguramente de francachelas, se asegura que fue a través de él que logró que avanzara la propuesta de colocar a su hijo como procurador general de Justicia.
Pero tampoco vemos más figuras que muestren el nivel y la capacidad o liderazgo para encabezar a un partido hacia la recuperación de los espacios perdidos en las elecciones del año pasado, así que ya el tiempo los comienza a rebasar para poner las condiciones adecuadas.
Reiteramos, el único que anda acelerado es Dorantes, pero no puede ser, sólo le calentaron la cabeza, la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM) a través de su dirigente, Vinicio Limón Rivera, simuló darle su apoyo sólo para complacerlo mientras pasaba el reporte a quienes tienen capacidad de definición para que no se molestaran, sabiendo que por ahí no va la jugada.
Jorge Schiaffino no es quien puede llevar al tricolor a mejores expectativas, ya estuvo en la misma posición hace años y su “trabajo” fue parcial y de nula trascendencia, en aquellos tiempos utilizó el cargo para hacer negocio junto con quien era la dirigente estatal, Maricela Sánchez Cortés, por eso reiteramos que no es aconsejable que lo dejen de manera permanente, necesitan una reestructuración pero para generar mayores posibilidades de triunfo en lo sucesivo.
Y la que viene será una justa nada sencilla para el priismo, se van a dar con todo con los perredistas y con el nuevo partido, Morena, que busca convertirse en institución electoral formal a partir de marzo, aquí en Morelos va a dar la batalla. Todo eso aconseja comenzar a aceitar la máquina porque además ya está bastante cansada.
Lo más aconsejable sería que le inyectaran sangre nueva, que hicieran a un lado los viejos rostros y legendarios priistas que fueron los que coadyuvaron en las derrotas históricas que padecieron en el 2000. La renovación de cuadros es fundamental para poder atraer militancia fresca, las nuevas generaciones son las que han estado definiendo el rumbo y es por ahí por donde se tendría que trabajar para poder disputar el voto joven con panistas y perredistas. Pero ni siquiera hay señales de inicio de proceso de elección interna, de pronto el tema se quedó suspendido y ya muy poco hablan de ello.
Radiografia del Poder
¿Y quién para el PRI?
El tiempo está encima
Del nivel de estructura y organización de los partidos políticos dependen los resultados electorales, de ahí que esas instituciones vengan cuidando mucho esos dos aspectos y trabajando duramente para poder llegar en condiciones al arranque preelectoral hacia el 2015.
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